"Me preocupa, y muy de buena fe, que la Convención proyecte una imagen que no sea la mejor"
El titular de la Segpres dice que no se puede decir que sí a todo lo que solicite el órgano constituyente. Sobre el cuarto retiro, le llama la atención que haya parlamentarios que no puedan sostener su palabra a medida que se acercan las elecciones.
La familia del ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres) Juan José Ossa siempre ha estado ligada al poder político. Es descendiente de tres Presidentes de la República y del mismísimo Mateo de Toro y Zambrano. Pero es primera vez que está en la primera línea política.
Por el puesto que ocupa, es el encargado de que avance la agenda legislativa, algo nada fácil para un Ejecutivo golpeado en el apoyo popular y con solo seis meses por delante para aprobar leyes que comprometió en su programa. Por si fuera poca responsabilidad, es el nexo entre La Moneda y la Convención Constitucional, y en los dos primeros meses de agitado trabajo, los constituyentes han visto pasar a tres secretarios ejecutivos.
-Con todos los problemas que hubo el primer día de sesiones de la Convención Constitucional (CC), circuló la idea de que el Gobierno no quería que ella funcionara. ¿Le dolió esa crítica?
-La palabra que usas es muy precisa, no solo me dolió, porque es completamente inconcebible algo así. Si ves lo que se logró el 4 de julio, en buena medida fue gracias al trabajo de la Secretaría de la Presidencia. Logramos que en época de pandemia que se juntaran los 155 miembros de la constituyente que no se conocían y venían de distintas regiones. Tuvimos conversaciones previas con los constitucionales que nunca se supieron y logramos reglas sobre cómo se elegía la mesa. Logramos alivianar ciertas tensiones entre pueblos originarios y miembros electos bajo reglas generales, logramos que estos pudieran manifestar sus distintas actividades previas a la Convención. Y todo eso requirió un gran trabajo. Logramos básicamente ese día acostarnos en la noche con la tranquilidad de que habíamos logrado instalar la Convención, que había una presidenta, que no había habido incidentes al interior de la asamblea.
-Igual, fue un día tenso.
-Hubo momentos de mucha tensión, de manifestaciones que se acercaron al exCongreso, se agredió a la prensa. Hubo momentos en que pensamos en escenas similares a los seguidores de Trump cuando entraron al Capitolio. Pero pudimos, y esto es muy meritorio del Ministerio del Interior y de Carabineros, que no hubiera ningún incidente del cual hoy día recordemos como algo negativo por parte de las fuerzas policiales. Todo ese conjunto de cosas prueba que nosotros sí queríamos que las cosas funcionaran. No queríamos que la foto que salieran en la prensa internacional no fuese sino que se cumplía el fin que teníamos para ese día. Fue un esfuerzo logístico gigantesco. Y te voy a decir que además me dolió mucho por todo el esfuerzo, pero además porque en privado la inmensa mayoría de los integrantes de la Convención, de cualquier sensibilidad política, nos agradecía, nos felicitaba, consideraban que el Gobierno se la había jugado, pero que al mismo tiempo había sido muy respetuoso.
-Pero al día siguiente nada funcionó.
-Tuve cierta frustración, pena de que algo mucho más importante, como fue lo del domingo,
"(El día en que se instaló la Convención" hubo momentos de mucha tensión, de manifestaciones que se acercaron al exCongreso, se agredió a la prensa. Hubo momentos en que pensamos en escenas similares a los seguidores de Trump cuando entraron al Capitolio".