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se borrara por otra cosa. Es cierto que si el lunes no hubiera habido inconvenientes los recuerdos serían mejores. Pero yo me voy a ir muy tranquilo de que lo más difícil era juntarlos, que no hubiera incidentes adentro, que aceptaran el cargo y que se eligiera la mesa directiva. Es algo de lo que estoy muy orgulloso y tal vez será un recuerdo que nos llevaremos unos pocos, no tantos como yo quisiera.
-¿Qué opinión tiene de cómo se está desarrollando la Convención, especialmente las últimas semanas?
-Me preocupa, y muy de buena fe, que la Convención pueda proyectar una imagen que no sea la mejor. Las nuevas constituciones tienen un propósito normativo, en general, de crear un nuevo pacto social, pero también cumplen el propósito de sanar heridas. Para las dos cosas, pero sobre todo para la segunda, es muy importante que el órgano encargado de eso tenga legitimidad más allá de lo jurídico. Una legitimidad, un aprecio, por parte de la ciudadanía que confió en ella con una altísima votación. En ese sentido, cualquier cosa que proyecte algún grado de problemas de convivencia, de discusión, de legitimidad, es algo que me preocupa y que espero que no pase. Obviamente las dos últimas semanas han sido complejas, pero espero que también sirvan como aprendizaje. Confío en que las cosas van cada vez por mejor riel.
Creo que el hecho de que primero tengan que ponerse de acuerdo en un reglamento, antes de las materias propiamente constitucionales, es un gran ejercicio previo, porque si te pones de acuerdo en el reglamento de votaciones, ya has dado un gran paso para poder acordar las materias sustantivas constitucionales. Te conociste entre medio, te convenciste de que imponer una mayoría a rajatabla no sirve, que no logra el propósito; entendiste también algo súper importante, que es que la ciudadanía te está mirando y que no tienes tu legitimidad garantizada. Que te la tienes que ir ganando día a día. Creo que eso ha sido un aprendizaje de muchos de la Convención que tal vez el día uno pueden haber dado por sentadas las cosas y que con el paso de los días se dan cuenta de que para afuera esto se construye día a día.
-¿Cree que van bien los plazos, la velocidad?
-Lo primero que quiero decirte es que los veo trabajar todo el tiempo. Es decir, de que han trabajado, han trabajado. Lo segundo es que creo que un reglamento es algo tan relevante que se ve como algo muy formal, pero es relevante para lo que viene después. Por tanto, no me parece malo que este reglamento haya sido consensuado con tiempo porque ha permitido conocerse, tomar conciencia de que tu sector no es suficiente y en ese sentido no creo que la Convención esté atrasada.
-De la Segpres depende la aprobación de los 1.700 millones de pesos extra de presupuesto solicitados el 20 de agosto. ¿Se aprobará?
-Aquí hay que saber conciliar varias cosas. Nosotros sabemos y queremos prestar el apoyo técnico, jurídico y financiero que requiere la Convención y en eso los chilenos pueden estar tranquilos de que lo vamos a hacer. Lo segundo es que hay que entender que estamos en una crisis económica nunca vista en la historia de Chile, una pandemia que no sabemos cuándo va a terminar, tenemos una deuda pública alta, fondos soberanos ocupados, muchas otras necesidades para los chilenos como las pensiones, y que muchos organismos del Estado no van a tener el presupuesto que quisiéramos y eso también aplica para la Convención. Dicho eso, no quiere decir que no tengamos la mejor disposición para oír y entregar lo que quiera la Convención, pero también hay que comprender que no a todo se le puede decir que sí. Porque tampoco es algo que la ciudadanía quiera. La ciudadanía está viviendo la crisis económica en su casa, en el trabajo, en su pyme y, en consecuencia, espera que todo, desde los funcionarios públicos a los ministerios, la Convención Constitucional, al Congreso, sus empleadores, todos tengamos la posición conjunta de que son tiempos difíciles.
-¿O sea, los 1.700 millones de pesos no van a ser asignados?
-Eso está siendo analizado.
-La presidenta Elisa Loncon dijo que había sido conversado con ustedes antes de enviar el oficio. ¿No fue así entonces?
-A ver, desde el día uno o dos les propusimos reuniones bisemanales para temas administrativos que, lamentablemente, se demoraron en concretarse. Pero después han contado con funcionarios de la Universidad de Valparaíso que han sido un muy buen aporte para el día a día. Y, segundo, hemos pedido que los temas presupuestarios lleguen muy consensuados al interior de la Convención. No todos necesariamente quieren lo mismo. Hemos señalado también que tiene que ser por escrito, desglosado, justificado, y también tenemos que tener presente que se trata de solicitudes. Lo que nosotros hemos conversado es la forma en la que hay que pedir las cosas, sobre conceptos, pero sobre esta solicitud se va a analizar en su mérito, en el mérito que corresponde.
-El vicepresidente Jaime Bassa dijo la semana pasada que las comunicaciones habían mejorado mucho con la Segpres. ¿Por qué mejoraron?
-Antes de tratar de dilucidar por qué la comunicación ha mejorado hay que situar que era esperable que hubiera tensiones. Básicamente porque se trata de una institución que tiene características distintas a las que estamos acostumbrados, con una composición de miembros que tiene determinadas características, donde existe una relación legal, formal, entre el Poder Ejecutivo y la Convención, y eso naturalmente iba a provocar fricciones. Además, como nosotros quisimos ser muy respetuosos de los distintos grados de autonomía, también hay ciertas decisiones que no tomamos y fue por respeto, y generaron algunos días de vacancia que pueden haber generado algún inconveniente en la toma de decisiones. Son dolores de crecimiento que van a la baja.
¿Que cambió? Un conocimiento recíproco y bajar los niveles de desconfianza, que es lo que hemos querido lograr, que nosotros sí queremos apoyar a la Convención y que sí vamos a cumplir ese rol. Creo que la propia Convención, sus miembros, la mesa, no solo la presidenta y el vicepresidente, también han aprendido en el camino que existe una organización de Estado que tiene sus reglas, que el trabajo práctico, si tú quieres, más ejecutivo, y no tanto legislativo, requiere mucha dedicación. Eso también es un aprendizaje para ellos y eso hace que para ellos entiendan nuestro rol. Cuando nosotros solicitamos que algo se nos pida a través de un oficio no es porque queremos más burocracia, sino porque queremos más eficiencia. Tenemos flexibilidad, pero tenemos que velar por el principio de legalidad del gasto. Uno va conversando y entendiendo al otro, y eso es valioso.
último semestre
-Estamos justo a seis meses de que se acabe el Gobierno. ¿Dónde pondrán el foco legislativo?
-Yo te diría que hay dos tipos de proyectos. Nosotros con las presidentas (del Senado) (Adriana) Muñoz, (Yasna) Provoste y (Ximena) Rincón tenemos un acuerdo de ojalá una vez a la semana tramitar proyectos que a todos nos gustan. Tú tienes seis meses legislativos que pueden ser muy provechosos en proyectos que no se toman la agenda de la discusión pública, pero que en definitiva nos van a permitir en marzo mirar atrás y tener un año muy provechoso, aunque venga de un año de elecciones, aunque haya parlamentarios que uno sabe que no van a seguir. En ese sentido estoy tranquilo y en cambio existen otros que legítimamente cuesta más acordar. Respecto de los primeros, hay una lista grande de los que van a salir, como la ley que prohíbe que los abusadores sexuales de niños y niñas puedan acceder a rebajas de condena. En materia de Educación vamos a lograr que la ley de kínder obligatorio, que fue despachada y que acaba de ser vetada para agregarle algunas indicaciones, quede aprobada en los términos que se plantearon en la última parte del trámite legislativo. Nosotros creemos que el aumento a las subvenciones de la educación parvularia también va a llegar a ser ley.
-¿Cree que se rechace el cuarto retiro?
-Me llama la atención que hay parlamentarios que no puedan sostener su palabra a medida que pasan los días y se acercan las elecciones. Si hay algo en que la clase política está de acuerdo es en que este cuarto retiro solo produce efecto en reducir las pensiones.
-¿Qué hará el Gobierno si se aprueba? ¿Irán nuevamente al Tribunal Constitucional?
-Nosotros estamos analizando todas las herramientas legales y el TC es una. Pero lo vamos a decidir una vez que conozcamos el texto que se ponga en votación. Pero confiamos en que no se va a aprobar.
Ossa ha tenido semanas difíciles intentando asegurar los votos oficialistas y también opositores para que el cuarto retiro se rechace en el congreso.
"Hay que entender que estamos en una crisis económica nunca vista en la historia de Chile, una pandemia que no sabemos cuándo va a terminar, una deuda pública alta, fondos soberanos ocupados (...) y que muchos organismos del Estado no van a tener el presupuesto que quisiéramos. Eso también aplica para la Convención".
"Me llama la atención que hay parlamentarios que no puedan sostener su palabra a medida que pasan los días y se acercan las elecciones. Si hay algo en que la clase política está de acuerdo es que este cuarto retiro solo produce efecto en reducir las pensiones (...) Pero confiamos en que esto no se va a aprobar".