Pablo Fábrega Zelada

La población Padre José Fernández o Chin Chin y, sobre todo, el Colegio Santa María, son parte del legado del Padre José Fernández o Padre "Pepe" para quienes lo conocieron. Él nació en Santiago de Compostela (España) en 1919 y falleció en España en 2000. En 1951 recibió las órdenes menores y en 1953 llegó a Puerto Montt junto al Padre Leandro Serna. Fue un sacerdote que vivió radicalmente su voto de pobreza, muy generoso con los demás y de un carácter fuerte; estando como Vicario Parroquial de Bellavista vivió la experiencia del Terremoto de 1960 y como buen carpintero se puso manos a la obra creando una inédita Cooperativa de Vivienda para la ciudad con lo que los mismos pobladores pagaron y construyeron la población Techo Para Todos, la que hoy lleva su nombre.

La familia Fernández fue la primera en establecerse en la población Chin Chin incluso antes de que se desarrollara la toma que dio origen a la población Cayenel en 1968. Por ello no es casualidad que el Colegio Santa María se encuentre a pocos pasos y que la capilla y sus salones estén justo al frente de su propiedad. Mariana Mansilla comparte: "Todo ese sector de Cayenel para abajo era del abuelito de mi esposo, Roberto Fernández Herrera…quien falleció hace unos 60 años cuando solo tenía unos 32 años…de un accidente a caballo porque ellos trabajaban en animales…por 1962 todo esto era pampa, era puros arbustos, cosas así, no árboles, eran matas, era como un hualve como se decía antiguamente… ellos fueron los primeros en llegar aquí…él tuvo seis hijos y dejó heredadas estas tierras…"

Mariana recuerda que un importante cambio en la población Cayenel fue por 1985 lo que coincide con el inicio de la industria de la salmonicultura y la instalación de las nuevas poblaciones: "harán unos 35 años empezaron a haber más familias porque los primeros dueños empezaron a vender por sitios, por pedazos la tierra y allí empieza a quedar más poblada".

Mariana reflexiona: "El padre Fernández así como está la religión ahora sufriría…el padre era un santo, nunca anduvo en vehículo como ahora ustedes ven a un curita en una camioneta o en un jeep…era una persona muy sencilla, él todo lo hacía de a pie aunque hubiera viento o lluvia… de un sector a otro, de Techo Para Todos para acá, hasta arriba donde hay una iglesia abandonada…se vinieron acá y dejaron la otra arriba…"

La primera organización católica en el Barrio Hospital surgió desde la Población Cayenel: el 1° de noviembre de 1980 se fundó su Comunidad Cristiana. Su primera capilla fue inaugurada el 15 de agosto de 1985 gracias a la organización de los vecinos y el trabajo del Padre Fernández, pero como el sitio era pequeño y como ya para 1988 el Padre debió dejar Chile por una enfermedad, en 1996 se inaugura una nueva capilla en otro sector cercano al Colegio Santa María, la que se llamó 'María Auxiliadora Madre de la Iglesia' (Fuente: Actas de la Comunidad Cristiana Cayenel).

Otro de los grandes legados del Padre "Pepe" en el Barrio Hospital es el haber iniciado su segunda escuela: el Colegio Santa María, el que "nace en 1987 en las dependencias de un comedor abierto denominado 'Juan Pablo II' y el parvulario 'Flor de Ulmo' ambos con el objeto de prestar un servicio a los niños y niñas de la población Cayenel, basados en una formación cristiano católica…"

Una de las funcionarias más antiguas, Felicita Vera Almonacid, recuerda: "…entonces el Padre Pepe vino acá arriba, ésta era su área de influencia, así como Chin Chin…aquí las misas se hacían primero en la calle, donde se podía no más, y un vecino prestó al padre una parte de su taller de mueblería y él trabajó construyendo la primera capilla que hubo acá, después se construyó la de Chin Chin…" que es la actual y que está muy cerca del Colegio Santa María.

Felicita recuerda que "…posteriormente se compró un terreno de la familia Fernández para la construcción de la primera capilla [María Auxiliadora Madre de la Iglesia] que era más pequeña que la que existe ahora". La edificación actual data de fines de la década de los noventa gracias a las gestiones hechas por el Arzobispado de Puerto Montt, quienes compraron dos sitios más para construir dicha capilla y las salas comunitarias (Trabajando por nuestros sueños…2017).

Sobre el origen del colegio católico, Felicita señala: "Ese comedor empezó a atender primero como a 20 niños, todos los días y en ese tiempo estaba el Plan de Empleo Mínimo (PEM) y el POJH, entonces la gente no tenía para comer…incluso yo trabajé muchas veces cocinando voluntariamente". Una vez que el padre Fernández se retira de Chile deja encargada a la madre Anita Urzúa.

El comedor fue una etapa fundamental para conocer las necesidades del sector, de hecho, dejó de funcionar cuando partió el colegio: "Entonces el padre "Pepe" vio que con toda esa cantidad de niños se podía hacer un colegio, ahí empezó a formarse el parvulario 'Flor de Ulmo' el 19 de abril de 1989…la única que queda de ese tiempo es Rosita Cárcamo Villegas y Carmen Aravena y con la tía Ingrid Gómez que era la asistente. Ellas partieron con el parvulario y sin sueldo por un año…lo hicieron porque el padre se los pidió como colaboración y no había baños tampoco en esa época…" dice Felicita.

En ese tiempo el terreno daba directo a la pampa y el padre Fernández, según testimonian las 3 más antiguas funcionarias, habría hecho las gestiones para que la dueña, la sra. Raquel Cárcamo, le donara la parte de la esquina para el colegio y así regularizaran la situación.

Ximena Vera es una profesora jubilada de Lenguaje que siempre está en contacto con su colegio: "el padre Pepe también fundó el hogar Mi Casa que está allá abajo…llegué a la Cristo Salvador allá abajo, pero la madre me mandó para acá…Partimos solo 4 profesores: Rosita Cárcamo, Ingrid Aravena, después yo y Gómez…los otros funcionarios eran: Anita Gallardo, Marcia, Miguel Vera, Viviana Muñoz…el siguiente director fue Miguel Vera que era del círculo del padre Pepe".

Ana María Gallardo señala con nostalgia: "Aquí me quedé para siempre y en todo este sector la gente es muy buena, personas surgidoras…es un barrio que va tirando para arriba como la Teresita y el padre José Fernández que eran unos futuristas, sabían que esto iba a llegar a ser una gran población y así ha sido porque antes puras medias agüitas"

Por 1996 las monjas del Sagrado Corazón de Jesús ya no tenían más personas que se hicieran cargo del colegio por lo que tuvieron que dejarlo "fue una noticia muy triste para nosotros" recuerda Ximena Vera. Desde entonces el Oratorio Mariano se hizo cargo gracias a una conversación con el Padre Daniel Acuña que era de esa congregación y quien fue el primer párroco de la Parroquia Madre del Pueblo de Dios del Barrio Hospital que estaba recién fundada.