Correo
Crisis de la basura en Chiloé
El reciente fallo de la Corte Suprema que acogió el recurso de protección en contra del vertedero de Puntra el Roble, en Ancud, es sólo un elemento en la larga historia del conflicto por los residuos en Chiloé. Los chilotes lo saben mejor que nadie: el sistema político ha sido absolutamente incapaz de dar una solución adecuada a la endémica crisis relativa a la disposición de residuos en su territorio.
La imposibilidad de dar una solución real a este conflicto tiene por una de sus causas la dinámica de despojo que tiene la región y el país con el archipiélago. Nos relacionamos con el territorio chilote esencialmente como un espacio de extracción de recursos. Primero fue la acuicultura, hoy se expande hacia sectores como las turberas y las proyecciones de generación energética.
La imagen de un Chiloé apacible y atractivo para el turismo contrasta con una institucionalidad que no sólo permite, sino que derechamente fomenta la destrucción de ecosistemas y la proliferación de sectores económicos desregulados que concentran la riqueza sustraída. Por otra parte, este modelo de desarrollo tiene dramáticas consecuencias en los ecosistemas, causadas por la ausencia de estándares ambientales y escasa fiscalización.
Finalmente, la dinámica de despojo se expresa también en las carencias en provisión de derechos sociales de calidad, en materias simbólicas como educación y salud. El próximo Congreso, en especial quienes aspiramos a representar a la región, debemos asumir un irrestricto compromiso con el bienestar integral de nuestras comunidades, lo que pasa necesariamente por la protección legal de nuestros ecosistemas.
Jaime Sáez y Pedro Glatz, coordinador de Contenidos de Nuestra América Verde
Consumo de alcohol y el "18"
Las últimas estadísticas internacionales de curagüillas indican que el chileno es el que consume más alcohol en Latinoamérica: 9.2 litros al año.
Le ruego al que se está tomando mi parte, no salga a manejar este fin de semana. Digo yo.
Alfonso Muena R.
Identidad patria
Cada año, como es tradición, las Fiestas Patrias instalan en la agenda no sólo alimentos y bebestibles varios, sino también afloran las banderas y las vestimentas de huasos, entre otros.
Lo interesante es que sentimiento e identidad patriota los vemos sólo en esta época del año, ¿pero qué pasa el resto del tiempo? ¿Somos o no somos chilenos? ¿Estamos o no orgullosos de nuestra patria, de ser quienes somos?
Bien vale reflexionar en torno a nuestra identidad, virtudes y sentimientos en estos tiempos, más si lo acompañamos de una buena copa de vino nacional. Viva Chile, ¡y felices fiestas nuestras!
Rodrigo Durán Guzmán
Convencionales y el "18"
Imagino que todos aquellos constitucionales que pifiaron el himno nacional el día en que asumieron, y que quieren eliminar la "república" de Chile de la nueva Constitución, este fin de semana no comerán asados ni celebrarán.
Que sean consecuentes con su tontera.
Rodolfo Pérez
Himno nacional
Es razonable que quienes pretenden "refundar a Chile" quieran destruir su cultura, su historia y sus tradiciones; entre ellas, el lema de nuestro escudo nacional, que hunde sus raíces en los albores de nuestra independencia.
La expresión "por la razón o la fuerza" corresponde a la versión castellana de la frase latina aut consilio aut ense (o por consejo o por espada), que fue incluida como lema en el primer escudo nacional de 1812. Dicha expresión fue incorporada en diversas monedas acuñadas durante el siglo XIX y fue oficializada en 1920 como lema del actual escudo nacional (adoptado en 1834).
Ella es equivalente a "la balanza y la espada" con la que se representa simbólicamente la imagen de la justicia: la balanza que simboliza al derecho y a la razón no puede prevalecer sobre la violencia ilegítima y el crimen sin la espada, que simboliza al poder y a la fuerza. También equivale a "Estado de Derecho", es decir, aquel que se caracteriza por la igualdad ante la ley, la obligación de cumplirla tanto por gobernantes como por gobernados y que quien la viola recibe el debido castigo.
Razón y fuerza son inseparables como anverso y reverso del Estado de Derecho. El significado del lema no está vinculado a un carácter belicista, sino que pretende establecer la primacía de la razón en la vida colectiva, es decir, el derecho; no obstante, si este es violentado, debe restablecerse mediante el uso de la fuerza si fuese necesario.
Adolfo Paúl Latorre