Regreso de los cruceros
El anuncio del retorno de las naves a la bahía de Puerto Montt constituye una auspiciosa señal para una industria turística que lleva meses golpeada. El arribo del "Viking Jupiter", el 19 de diciembre, será el primero desde que en marzo de 2020 arribara el último a la bahía, el "Celebrity Eclipse".
Cuando el próximo 19 de diciembre se estén cumpliendo en el país prácticamente 20 meses de las restricciones a las que obligó la pandemia, con un cierre de fronteras que se prolongó por largo tiempo, por fin la bahía de Puerto Montt recibirá la llegada de un crucero con pasajeros que, si cumplen los requisitos sanitarios, descenderán y recorrerán la zona, dejando valiosas divisas para una industria turística que la ha pasado muy mal desde marzo de 2020, cuando arribó el "Celebrity Eclipse", el último desde entonces. La recalada del "Viking Jupiter", según informó Empormontt, será la primera de un total de 11 entre diciembre de este año y marzo del próximo, con lo que, aun sin acercarse siquiera a las 50 que hubo en la última temporada regular, permitirá reactivar en parte a una industria profundamente encadenada en la zona, con una serie de emprendimientos que van desde el transporte hasta la gastronomía.
Con todo, la llegada de los cruceros, representará un desafío para las autoridades, que tanto en las formas como en el fondo deberán demostrar ante la opinión pública que los protocolos sanitarios son válidos para todos. No hay que olvidar que la recalada de las naves se facilitó por las modificaciones al plan Fronteras Protegidas que se implementaron este mes, y que buscan lograr un delicado equilibrio entre la apertura hacia el extranjero y los cuidados sanitarios que impone una pandemia que sigue presente en todo el mundo.
A los organismos sanitarios de la región les compete precisamente cautelar que se cumplan los protocolos exigidos para el descenso de los pasajeros, al tiempo que cada uno de los restaurantes o locales comerciales a los que ellos lleguen, les cabe la responsabilidad de mantener las medidas de prevención diseñadas para evitar la propagación del virus. Es la única manera para conseguir que las 11 recaladas de los cruceros a la bahía puertomontina sigan a firme y que para la próxima temporada, las cifras se acerquen a las de las épocas pre pandemia. Constituye el camino para alcanzar una cierta normalidad en la industria turística local que a todos beneficiará.