Mujeres ganan más espacio, pero piden emparejar la cancha política
ELECCIONES. Pese a la ley de cuotas, aún no hay total igualdad para cargos públicos. Aseguran que mientras no haya paridad en la electividad, como en la Convención Constitucional, aún quedará trabajo que hacer. Como ejemplo, apenas cuatro cupos de core (de un total de 20), fueron ganados por mujeres.
El diagnóstico estaba más que claro incluso antes de las elecciones. Pese a la ley de cuotas en vigencia -que obliga a que uno de los dos géneros tenga al menos un 40% de representatividad en la papeleta- si uno mira los resultados de las últimas votaciones se encuentra con que de los tres cupos senatoriales de la región, todos son hombres. Y de los nueve escaños para diputados -distribuidos en los distritos 25 y 26- solo la socialista Emilia Nuyado obtuvo el triunfo.
En la elección de consejeros y consejeras regionales la historia no fue tanto mejor. Solo cuatro mujeres aparecen entre las 20 autoridades electas para el gobierno regional.
Los motivos son varios y entre ellos aparecen los pocos liderazgos derivados de los pocos espacios para mujeres, un sistema perverso y que no les juega a favor y, principalmente, un problema en cómo se elige. La idea aquí es clara: si se determinara paridad de electividad el escenario sería muy distinto, y eso lo saben las principales protagonistas.
Siempre en desventaja
Patricia Rada, única mujer electa core en la provincia de Llanquihue, se mostró feliz por su triunfo "que es dado por varias circunstancias. Por una parte la trayectoria personal como abogada de DD.HH. y funcionaria pública (ex seremi de Justicia) influyó positivamente y también como Convergencia Social y Frente amplio, el trabajo que hemos desarrollado en el territorio".
Sin embargo, asegura que es muy consciente del problema: "Hay que poner ojo a la falta de paridad en la ley en términos de presentación de candidaturas para consejera regional. A diferencia de la candidatura a constituyentes, donde independiente de las votaciones iba a haber paridad, aquí no hubo igualdad en resultados. Por eso tenemos cifras dramáticamente bajas en participación femenina".
"Tenemos violencia hacia las mujeres y como violencia no estoy pensando solo en la física o sexual, sino que también en la violencia estructural en cuando al acceso a los cargos políticos o públicos para competir (...) Hoy la sociedad no está conformada en un 20% por mujeres, sino un 51%, por tanto la representación política debiera ser igual".
Paola Venegas, comunista que luchó por un cupo al Senado, cree que la ley de equidad en las listas, conocida como el 60-40, "aquí no garantiza la electividad, que fue lo que la Convención Constitucional sí garantizó, porque no solo se construían listas paritarias 50-50, sino que además las electividades finales tenían que quedar así".
De acuerdo a Venegas esto es fundamental puesto que "la ley tendría que avanzar a garantizar un Congreso donde la electividad final sea paritaria 50-50. Va a pasar mucho tiempo antes que los partidos políticos coloquen capitales políticos que no sean solo para llenar las cuotas. De hecho, mientras menos mujeres dirigen los partidos políticos o participan en agrupaciones sindicales, la participación de la mujer también disminuye y termina con esas pocas electividades".
Explica que el problema incluso es más profundo y se visualiza en la elección de autori-