Correo
Homenaje a Gabriel Tuero
Tenemos el tatuaje histórico de ser emigrantes de la península ibérica. Con el inicio de la Guerra Civil Española se le cavó la tumba al laicismo y al respeto de las ideas opuestas y distintas. El largo y cruel período del franquismo arribó con dictadura en el control de las costumbres civiles y de la vida intelectual del país español.
Con ese ambiente tóxico era mejor emigrar en busca de buenos aires. Gabriel Tuero llegó de Asturias a Puerto Varas cuando la ciudad empezaba a crecer con nativos e inmigrantes a orillas del lago Llanquihue. Desde una época lejana, Los Lagos se ha caracterizado por los singulares escenarios naturales, entre los que se destacan los imponentes volcanes -en el valle central-, las turbulentas aguas de los Saltos de Petrohué, Laguna Verde, Lago Esmeralda (por el color de sus aguas) y cielos de nubes galopantes.
A comienzos del incipiente desarrollo turístico, como sólido pilar en el crecimiento económico, social y cultural de Puerto Varas, se sintió la imperiosa necesidad de canalizar los emprendimientos empresariales.
Para esos efectos se creó el Comité de Turismo, cuyo primer directorio quedó integrado por Sabina Niklitschek, Gabriel Tuero, un representante del Gran Hotel Puerto Varas y el suscrito. Entre otros objetivos fue el ingreso al Block Sur Turístico, organización gremial de empresarios restaurantistas y hoteleros, que geográficamente se extendió de Valdivia a Chiloé y que abarcó un período aproximado de 1975 a 1990.
Fue un organismo tan creador que hasta realizó el Congreso Nacional Hotelero, presidido por Néstor Holzapfel y socio activo Gabriel Tuero. La característica esencial de Gabriel era ser buen amigo, servicial, desinteresado y de espíritu jovial. Despido a mi amigo Q.E.P.D. y un sentido pésame a la distinguida familia amiga.
Evi Barría Cárdenas
Efemérides en El Llanquihue
En mi poder tengo el texto completo de la crónica publicada el 21 de noviembre de 1941 en el diario El Llanquihue, referente al traslado de la radio de la Armada ubicada en Frutillar Alto, con destino a Puerto Montt.
El motivo de la crónica es para revivir lo acontecido, en el pequeño poblado frutillarino, hace 80 años, en que el personal de la Armada levantó poderosamente el nivel social y económico del lugar durante las décadas del 30 y 40, incorporándose a las actividades de los habitantes del lugar, con su dotación de 20 a 30 marinos.
Es importante destacar lo que hace El Llanquihue al publicar un resumen de lo que ocurrió hace 80 años, 20 años y 10 año, que nos permite medir el tiempo pasado con los momentos actuales.
Archibaldo Toloza Paredes
Desfibrilador en Puerto Montt
Lamento decirles que el desfibrilador brilla por su ausencia en edificios públicos y privados de Puerto Montt, excepto uno en el Edificio La Construcción. El plazo para salvar una vida por parada cardiorrespiratoria es de entre cuatro y cinco minutos, y cada uno de ellos supone un 10% menos de posibilidades de supervivencia.
Por tanto, el factor tiempo se convierte en un enemigo en estos casos y la importancia del desfibrilador es primordial para salvar vidas. La función principal es salvar vidas restaurando el ritmo cardíaco de una persona que acaba de sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Estos dispositivos electromédicos pueden revertir la fibrilación ventricular o muerte súbita, restableciendo el ritmo normal del corazón por medio de la administración de una descarga eléctrica en el tórax del paciente.
Mariano González Riquelme
Adversarios y no enemigos
Más allá de lo que ocurra el 19 de diciembre, es preciso que entre nosotros se vuelva a ver en quien piensa distinto un adversario legítimo, y no un enemigo irreconciliable. Me parece que el gran desafío que tenemos como país es retornar a la amistad cívica y avanzar hacia la reconciliación nacional.
La vigencia de la democracia exige abandonar la animosidad hacia aquel que disiente de nuestra visión, y practicar la tolerancia respecto de las diversas formas de pensamiento que florecen en una sociedad libre. Así, es tarea de todos superar aquellos puntos que generan discordia, a través del diálogo y nunca por medio de la violencia, ya que sólo de esa manera lograremos avanzar hacia la ya referida reconciliación nacional.
Con todo, debo señalar que para quienes creemos en la democracia, la tolerancia es un imperativo que no se puede dejar de lado bajo pretexto alguno, y es que como alguna vez me señaló mi padre: "Hay que ser demócratas hasta que duela".
Ariel Muñoz Alvarado
Sanar el alma de Chile
Gane quien gane el domingo, su primera tarea será sanar el alma herida de Chile después de dos años de odio y campaña política polarizada.
Pablo Rojas