Informe revela 14 accidentes fatales en industria del salmón en año 2021
ESTUDIO. Ecocéanos informó que en esos trágicos episodios hubo 5 buzos fallecidos. En primeros días de este año, hay dos víctimas fatales y ambos trabajaban bajo el mar. Los gremios asumen necesidad de mejorar condiciones en materia de seguridad.
Al menos un trabajador muere al mes en la industria del salmón, según estableció un reciente estudio publicado por el Centro Ecocéanos, en el que se detalla que en 2021 fallecieron 14 operarios.
Este promedio, de 1,16 muertes al mes, ya fue superado por las dos tragedias registradas en los primeros nueve días de este año.
Al deceso del buzo Edgar Mansilla, el domingo pasado en un centro de cultivo en Hualaihué; se sumó el de su colega de actividad, Eladio Ruiz, en un centro de engorda en el Fiordo de Aysén, hecho acontecido el lunes de esta semana.
"La mortalidad de trabajadores es impresentable. No es posible que esta actividad tenga tasas de mortalidad más altas que la construcción o la minería, siendo el segundo sector productivo de la economía chilena; es decir, algo hay que hacer. Si no lo hacen las autoridades y las empresas salmoneras, lo va a empezar a hacer el mercado internacional y los consumidores", advirtió Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo del Centro Ecocéanos.
Sobre el estudio que realizaron, precisó que están revisando la información disponible, ya que estima que existen nuevos casos de accidentes fatales en esa industria.
Los antecedentes reunidos por dicha organización dan cuenta de cinco buzos que perdieron la vida en centros de cultivo de la Región de Aysén; mientras que los otros nueve casos corresponden a diferentes causas (incluidos dos por covid-19), en instalaciones de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
"Esta es la expresión de los altos niveles de precariedad laboral existente en la industria productora y exportadora de salmón, a través de la alta presencia de contratos laborales temporales, subcontratación, falta de controles estatales y una sorprendente indolencia del sector empresarial", afirmó Cárdenas.
A su parecer, la "vida de los trabajadores vale menos que un salmón para la visión y el modelo de negocios de esta actividad en el país. Esa es la cruda realidad", sentenció.
El director ejecutivo de Ecocéanos consideró que esta cantidad de muertes laborales corresponde a cifras de países tercermundistas, "no a uno que es el segundo productor mundial de salmón y al principal abastecedor del mercado norteamericano".
Junto al crecimiento
Para Cárdenas, de profesión médico veterinario, estas muertes están vinculadas al proceso de expansión territorial y productiva de la industria salmonera. "Cada vez que se inicia uno de esos ciclos, han ido acompañados con el incremento de la tasa de accidentabilidad y mortalidad", expuso.
Añadió que un primer estudio de 2007 a 2009 coincidió con la meta de un millón de toneladas exportadas. En ese período -afirmó- hubo 42 trabajadores que murieron, mayoritariamente buzos.
El segundo análisis de 2013 a 2019, con un incremento productivo tras la crisis de 2016 por el bloom de algas, verificó 33 operarios muertos.
El caso de hualaihué
En cuanto al deceso de un buzo en un centro de cultivo del fiordo Comau, la empresa Camanchaca, propietaria de esa concesión, se pronunció ayer a través de un comunicado, en el que lamentaron lo ocurrido y anticiparon que "ello sólo nos hará ser más exhaustivos en la formulación de medidas de prevención y su cumplimiento en el futuro, pues la prevención de accidentes en las labores de trabajos submarinos es un objetivo inclaudicable en el que no cejaremos en presionar y a la vez colaborar con nuestras empresas contratistas para tener los más altos estándares posibles".