(viene de la página anterior)
lluvia va a ocurrir siempre, pero se está depositando en otros lugares que no son Chile".
La nueva araucanía
El experto agrega que la Región de Los Lagos es la que más va a cambiar el paisaje y será, dentro de poco, lo que es hoy La Araucanía, donde hay menos lluvia, menos presión. "No estamos diciendo que vamos a estar en el desierto tampoco. La agricultura ayuda muchísimo, los bosques ayudan muchísimo. Necesitamos crear un ambiente donde se sienta la frescura del bosque. La frontera climática está avanzando bastante fuerte. No lo notamos porque tenemos una agricultura que genera verde en el paisaje. Pero si esto no existiera...".
Por último, adelantó que "hoy en Futaleufú hay plantación de kiwis, en Osorno hay cerezos y probablemente podrían plantar en el corto plazo duraznos, porque la radiación solar hoy permite esos cultivos. Hoy en Punta Arenas podríamos llegar a tener más agua, por lo tanto la agricultura podría ser posible, mejorando obviamente el suelo".
No tiene fin
El representante de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, en las regiones de Los Lagos y de Aysén, Leonardo Russo, comenta que "la región se encuentra en una situación de déficit hídrico, declarado por la ministra de Agricultura en marzo de 2021. Esto se manifiesta en que los productores han debido incorporar el riego, principalmente en praderas para la producción de leche".
Agrega que efectivamente ya es normal la incorporación de otros productos en la región, y que se han incorporado cultivos de frutales, "principalmente cerezos, arándanos y avellano europeo".
Coincide en esta lógica Manuel Alarcón, académico de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la UACh, quien detalla que "hay una disminución de las precipitaciones que está llegando incluso a Aysén los últimos 13 años. Aparentemente, esto no tiene un fin cercano. Los cultivos y la ganadería se han ido movilizando más hacia el sur; gente que estaba en producción en Coquimbo se está movilizando a Chillán, Los Ángeles o Concepción. Pero prontamente esas zonas se están convirtiendo en semidesérticas. Las alzas gigantescas de temperatura se están registrando hasta Temuco, por lo cual de aquí a 50 años eso llegará a Puerto Montt e incluso más al sur", pronosticó.
Consultado sobre qué está haciendo la industria agraria para colaborar en reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático, Russo explica que "se está trabajando en hacer un balance de carbono a nivel de predio en el área agrícola y pecuaria. A la fecha, lo que existe en Chile es un inventario de gases de efecto invernadero y balance a nivel nacional o regional, pero no se ha podido llegar al detalle más pequeño. Por un lado, el sector genera gases efecto invernadero, pero además contribuye a la captura el carbono, a diferencia de otros procesos productivos. En ese sentido, se están estudiando los sistemas de la zona sur para evaluar dónde se generan las grandes emisiones y, así, proponer y hacer una hoja de ruta con las medidas de mitigación, especialmente en la ganadería".
Alarcón propone aquí un aspecto clave para poder conciliar la vida humana y los cultivo en el contexto de cambio climático: la gestión. "Para prevenir o ajustarnos a esta sequía es necesario generar almacenamientos de agua; es decir, la construcción de tranques para aguas lluvia, para aguas de vertientes y que puedan ser ocupadas para riego y con ello gestionar cultivos con mayor resistencia a sequía. Aquí es importante la gestión y los sistemas de regadío", detalla.
Asegura, además, que el futuro será sí o sí complejo. "Los cambios serán principalmente en Los Lagos, Aysén y Magallanes, donde se están viendo de manera más acelerada que en las regiones del norte, pues las lluvias cálidas están provocando aceleramiento del deshielo y con ello pérdida de glaciares y todas las reservas de aguas que teníamos congeladas".
Aún en veremos
Por su parte Pilar Barría, académica de la ULagos doctorada en Ciencias, prefirió ser más cauta con su proyección.
"Efectivamente, ahora hay zonas más áridas en el sur de Chile y se proyecta que continúen, aunque no se considera que de aquí a 50 años sea tan drástico. Habrá olas de calor, condiciones un poco más secas, pero no desérticas. Eso sería un cambio más profundo del ecosistema, un punto de no retorno. Si seguimos generando cambio de uso de suelo, cortando bosque nativo, vamos a tener condiciones más áridas", explicó.
La profesional complementa con que "ya hay señales de cambio tanto en el suelo como en la vegetación, pero todavía en la región no directamente por el cambio climático, pero sí el cambio de uso de suelo. Así, un sistema boscoso, al estar rodeado de praderas, deja de tener la masa que requiere y la cobertura, entonces el bosque empieza a tener menor vigorosidad".
De las nuevas producciones locales, apunta a que ya se está desarrollando vino, además de frutales para exportación que son parte de los cambios que podrían verse "positivos", pero que son signos de un problema que tiene otras implicancias.
"Las alzas gigantescas de temperatura se están registrando hasta Temuco, por lo cual de aquí a 50 años eso llegará a Puerto Montt".
Manuel Alarcón,, académico UACh.
"No estamos diciendo que vamos a estar en el desierto tampoco. La agricultura ayuda muchísimo, los bosques ayudan muchísimo".
Iván Vega,, fundador de Tequia.
35 milímetros de agua caída van en 2022 en Puerto Montt, según el boletín climatológico de El Tepual. Números de año normal, pero que no será usual.
50 años de plazo, aunque podría ser menos, es lo que el experto estima que la frontera "desértica" podría estar en la Región de Los Lagos.
10 meses de lluvia al año había comúnmente en las comunas de la provincia, realidad que hoy está lejos de acercarse.