Fallece a los 74 años Meat Loaf, cantante de "Bat Out of Hell"
LUTO. Cantante y actor llegó a vender más de 100 millones de discos y actuó en 65 películas, incluido "El club de la pelea".
Agencias
El cantante de rock y actor estadounidense Marvin Lee Aday, más conocido como Meat Loaf y autor de "Bat Out of Hell" (1997), uno de los diez discos más vendidos de la historia, falleció a los 74 años tras seis décadas dedicado a la música y a la interpretación.
"Nuestros corazones están rotos al anunciar que el incomparable Meat Loaf falleció esta noche, rodeado por su mujer Deborah, sus hijas Pearl y Amanda, y sus amigos más cercanos", afirma la familia en la página de Facebook del cantante, nacido en Dallas (Texas) en 1947 y a quien definen como un hombre "inspirador y maravilloso.
Al frente de la banda homónima de rock, Meat Loaf llegó a vender más de cien millones de álbumes en el mundo y actuó en más de 65 películas, incluyendo "El club de la pelea", "Focus", "Rocky Horror y Picture Show".
Su padre quiso matarlo
Quiso adoptar el sobrenombre "Meat Loaf" (pastel de carne) tras sufrir una infancia de acoso escolar por su sobrepeso en la que se sentía "atormentado", aseguró en una entrevista a la revista Rolling Stone.
Según su biografía, su padre, policía de profesión, era alcohólico, lo maltrataba e incluso trató de asesinarlo, mientras que su madre, profesora, murió de cáncer cuando Marvin tenía 18 años, en 1966.
El cantante aseguró a la revista Big Issue que borró de su cabeza gran parte de su infancia: "Como mi nombre es Meat Loaf, la gente se cree que soy un idiota balbuceante. Leo a Shakespeare y a Tennessee Williams. Leo constantemente. Simplemente no quiero actuar conforme a las reglas".
Con importantes problemas de salud desde hace años, también obtuvo un Grammy a la mejor interpretación vocal de rock solista por la canción "I'd Do Anything for Love".
Del infierno al olimpo
Marvin Lee Aday se asoció hace medio siglo a un compositor de alma wagneriana, Jim Steinman, y a un curtido rockero convertido en productor, Todd Rungren, para viajar desde las entrañas de la Tierra hasta el olimpo del rock.
Eran aún tiempos legendarios: Bruce Springsteen había publicado en 1975 el álbum "Born to run" y aquella expedición siguió el rastro épico dejado por la E Street Band y su comandante en jefe.
De hecho Todd Rungren reclutó a dos pilares de la banda de Springsteen, el tecladista Roy Bittan y el baterista Max Weinberg, que se sumaron a otros músicos de Utopia, el grupo del productor. Y no olvidemos a Ellen Foley, perfecto contrapunto vocal en las partes hombre/Mujer del disco.
Se necesitaba un equipo con semejante pegada para acompañar el vozarrón de Meat Loaf -capaz de ser escuchada por el entrenador abusador que le puso el apodo, estuviera donde estuviera-, todo un alarde en las composiciones nacidas del piano en llamas de Jim Steinman.
Dramático, grandioso e inclasificable, "Bat out of Hell" tuvo que recorrer un largo camino hasta su publicación en 1977. Desde su mirada estrecha, las discográficas no entendían la ambición del proyecto de encerrar en un solo disco una especie de ópera rock que comenzaba con un tema de casi 10 minutos.
Meat Loaf nunca olvidó a cuántas puertas tuvieron que llamar antes de que un sello independiente, Cleveland International Records, se mostró dispuesto a publicar "Bat out of Hell".
Para envolver tan ambiciosa obra faltaba una de esas portadas llamadas a convertirse en icono del rock. Lo logró Richard Corben, que dibujó una especie de Conan El Bárbaro que sale como un cohete desde las profundidades de un cementerio cabalgando en moto hacia el cielo.
El debut discográfico de Meat Loaf triunfó de manera inmediata y en los años sucesivos llegaría a despachar más de 40 millones de copias en todo el mundo, hasta convertirse en uno de los diez discos más vendidos de la historia.
En pleno estallido del punk, los excesos y grandilocuencia de "Bat out of Hell" iban en sentido contrario, pero fueron acogidos con devoción por el público.
Fue el triunfo de "Pastel de Carne", aquel niño con sobrepeso al que acosaban en la escuela; del visionario que soñaba con cantar sus escapadas en mitad de la noche y de un grupo de músicos que se atrevió a viajar contracorriente más allá de los formatos convencionales.
La obra maestra de Meat Loaf tuvo continuación en otras dos entregas, hasta completar una trilogía en 2006 con "Bat out of Hell III: The monster is loose". Pero el momento de gloria de aquel álbum de debut fue irrepetible. En realidad, Meat Loaf ya había alcanzado el Olimpo del rock.