"Aquí no hay tal federalismo a la chilena, hay un Estado Regional a la chilena ..."
Lareciente aprobación -en general y en particular en la comisión de Forma de Estado de la Convención Constitucional- de la iniciativa de norma que propone convertir a Chile en un Estado Regional ha generado cierto grado de alarma en sectores, principalmente de derecha, que la califican como un "federalismo a la chilena".
Un impulsor y defensor de esta iniciativa es el doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad Austral de Chile, Egon Montecinos, quien afirma que "no hay tal federalismo a la chilena, hay Estado Regional a la chilena", el que -aseguró- es lo más parecido a lo que existe hoy, pero con más atribuciones y facultades.
"Hay que liberarse de esta limitante cognitiva que significa entender las formas de Estado o como Unitario o como Federal. Si tú entiendes todo blanco o negro no vas a encontrar los intermedios o los matices que, a veces, son mucho más interesantes que los extremos", planteó Montecinos.
En ese contexto, explicó que el Estado Regional se sitúa como una forma de Estado que incorpora algunos aspectos tradicionales del federalismo y que se aleja del unitarismo centralizado que hoy existe en Chile, por lo tanto, es definido como un Estado intermedio.
Entre sus características, destacó que no sólo reconoce autonomías institucionales, sino que también autonomías territoriales. Y ejemplificó: "Hoy, a nivel local y regional, las instituciones autónomas son la municipalidad y el gobierno regional (gore), no así los territorios; y eso trae ciertas implicancias y derechos vinculadas con, por ejemplo, la imposibilidad de formular políticas públicas regionales que para Los Lagos sean relevantes, pero no para otras regiones".
Perder poder
Desde esa perspectiva, señaló que hay un consenso transversal de que las funciones que hoy tienen los gobiernos regionales y las municipalidades son insuficientes y, por lo tanto, la propuesta de Estado Regional - a su juicio- es un gran avance hacia una real descentralización, ya que resolvería esas demandas de mayores atribuciones.
"Desde el año '90, ha sido muy criticada la transferencia de competencias sin recursos a los gores y municipalidades, y ese cambio viene implícito en un artículo en la propuesta que se aprobó. Entonces, cuando escucho críticas de personas que siempre han apoyado o demandado más descentralización, me pregunto: ¿entonces estas personas qué estaban esperando como descentralización en la nueva Constitución?, ¿que solamente el FNDR aumente un 10 ó un 15 por ciento de presupuesto y que sigamos teniendo limitantes como, por ejemplo, el delegado presidencial al lado del gobernador regional?", sostuvo el académico.
Frente a los cuestionamientos que sectores han presentado a la iniciativa, Montecinos plantea que estos responden a que actores políticos de izquierda y derecha, que tienen arraigada una cultura centralista, están observando que van a perder poder.
En esa línea, indicó que un Estado Regional "implica distribuir poder político, implica empoderar a autoridades que no estaban empoderadas y, evidentemente, que va a haber temor, van a haber resquemores. Y estamos viendo también cómo se está activando toda una elite política, especialmente santiaguina, bien conservadora, portaliana, centralista (...) la fiebre por interpretar de manera mañosa un diseño que distribuye poder político es preocupante, pero forma parte de los avances que tienen harto consenso, como esta propuesta, por lo tanto, no le doy mucha cabida a las críticas afiebradas".
Asamblea legislativa
La creación de asambleas legislativas regionales, que vendrían a sustituir a los consejos regionales, es a juicio de Montecinos otra de las propuestas constituyentes que genera temor, y la Asociación Nacional de Consejeros Regionales ya se ha mostrado en contra de esta iniciativa.
Según el académico, las asambleas -de acuerdo con la propuesta- tienen una configuración similar a lo que hoy son los Cores, incluso, con más atribuciones, lo que es un paso sustantivo hacia las demandas que -dijo- los mismos consejeros han venido solicitando.
"Ahí es donde yo creo que hay una brecha, y esta es una hipótesis, falta más información respecto de las funciones y roles que va a tener la Asamblea Legislativa Regional para poder asumir qué es lo que actualmente se hace y qué es lo que propone esta asamblea".
Según la propuesta, la Asamblea Legislativa Regional tendrá facultades legislativas, deliberativas y fiscalizadoras, y no será parte del Gobierno Regional.
El consenso que han logrado estas iniciativas en la comisión de Forma de Estado es un anticipo para Montecinos de la discusión, en general, en el pleno, "creo que donde habrá discrepancias es en la discusión en particular donde, probablemente, se caigan algunos artículos, como el 57".
Frente al artículo N° 57, "De los ministerios y servicios públicos", aprobado en la comisión de Forma de Estado, dijo que es confuso, ya que puede ser interpretado como que los gobiernos regionales podrían crear ministerios y servicios públicos, lo que implicaría más burocracia.
"Si este artículo 57 lo que está diciendo es que en cada región, además de los seremis actuales, se van a crear ministerios regionales, eso es duplicar la burocracia que ya tenemos (...) Me parece que éste es el más polémico de todos los artículos y hay que aclararlo debidamente, transparentando cuál es la intención de colocarlo, porque, en mi concepto, echó a perder la buena redacción que tenían los demás", afirmó.
"Implica distribuir poder político, implica empoderar a autoridades que no estaban empoderadas y, evidentemente, que va a haber temor..."
Egon Montecinos, Doctor en Ciencia Política
16 constituyentes patrocinan la iniciativa, cuyo paso siguiente es la discusión en el pleno de la Convención.
7 de febrero fue aprobada, en particular, la propuesta que apunta a un Estado Regional.
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