Llanquihue y Puerto Varas logran acuerdos ante proyecto de Essal
ALCALDES. Concordaron acciones conjuntas para buscar opciones de solución que mejoren la calidad de vida de las personas y que protejan el medio ambiente.
La caravana de vehículos con la que el sábado pasado en Llanquihue se manifestaron en contra de la ampliación de la planta de tratamiento de la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal), no fue la única medida que esa comunidad impulsó para rechazar el proyecto de esa compañía.
El siguiente paso fue una reunión de los alcaldes de Puerto Varas, Tomás Gárate; y de Llanquihue, Víctor Angulo, oportunidad en la que ambos jefes comunales abordaron el impacto de esa iniciativa con la que se pretende mejorar el sistema de tratamiento de aguas servidas y de conducción de las aguas lluvias de ambas ciudades. Sin embargo, en Llanquihue se rehúsan a aceptar el desarrollo de ese proyecto, porque reclaman malos olores y temen un daño ambiental sobre las aguas del río Maullín.
Problemas comunes
El alcalde Angulo comentó ayer que "fue una reunión positiva", en la que reiteró su negativa a que se amplíe esa planta de tratamiento, localizada a dos kilómetros del centro de Llanquihue, a un costado del camino a Loncotoro.
Reveló que lograron llegar a acuerdos, como "buscar soluciones a los problemas comunes que tenemos, como los malos olores".
No obstante, reconoció que en cuanto a la construcción de esas instalaciones, en la comuna vecina (Puerto Varas) "no han tomado una decisión todavía. Ellos están conscientes de los efectos que eso implica. Comprenden perfectamente nuestro problema".
Angulo subrayó que en esa ocasión "quedó claro que no se trata de enfrentar a Llanquihue contra Puerto Varas en torno al tema de la ampliación. Tenemos claro que debe haber una solución que permita entregar calidad de vida, que cuide la salud de las personas y que proteja el medio ambiente".
También dijo que no será la única instancia de acercamiento, ya que -anunció- mantendrán esas conversaciones.
El alcalde de Llanquihue destacó que en ese encuentro también participaron dirigentes de las uniones comunales.
"dolor común"
Por su parte, el alcalde Gárate comentó tras ese encuentro en la sala de reuniones del Concejo de Puerto Varas, que se debe trabajar en forma conjunta, "buscando soluciones y alternativas a un problema y dolor que es común". Planteó que no se deben enemistar ambas comunas y que tienen que impulsar acciones mancomunadas.
Admitió un impacto en la calidad de vida de comunidades de esas ciudades. "Es un dolor que hemos vivido ambas comunas sobre la gestión de las aguas servidas", afirmó.
Futuro
El concejal de Puerto Varas, Marcelo Salazar, recordó que los trabajos de ampliación de la planta en Llanquihue responden a un plan de reparación que dispuso el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, como consecuencia de una demanda que en agosto de 2017 presentó ese municipio contra Essal, por contaminación del lago Llanquihue con aguas servidas sin tratamiento.
Por ello estableció que esos trabajos "no se les ocurrió a Essal ni a Puerto Varas. Este es un problema que nos afecta a todos, porque la contaminación del lago no es propiedad de Puerto Varas, sino que de todas las comunidades de esa cuenca".
El edil destacó que esas obras "van a beneficiarnos a todos". Más allá de la polémica actual, dijo que se debe proyectar ese análisis. "En Puerto Varas ya no hay más dónde crecer, por lo que los ojos de los inversionistas van a estar en Llanquihue, donde van a aparecer nuevas construcciones. Su crecimiento va a ser brutal", advirtió.
Salazar llamó a estar mejor informados "y a no sacar ventajas políticas con pequeñeces, a mirar el futuro de nuestro territorio".
Derechos
En tanto, el concejal Juan Patricio Godoy validó la manifestación del sábado pasado en Llanquihue. "Cada uno defiende su territorio", dijo, y añadió que "si consideran que se están vulnerando sus derechos, están en su justo derecho de protestar".
Apuntó que no tiene una opinión frente a esta disputa y declinó comentar los argumentos de los vecinos llanquihuanos. "Si alguien reclama debe hacerlo con fundamentos. El tema debiera ser asumido por la administración municipal y su unidad de medio ambiente", expuso.
Empatía
Ingrid Bartsch, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos "Juntos por Puerto Varas", dijo empatizar con los habitantes de Llanquihue, especialmente con quienes se han quejado de malos olores.
Recordó que "históricamente, el trabajo de Essal no ha sido el mejor. Ha tenido bastantes deficiencias. Pero ahora, gracias al dictamen del Tribunal Ambiental de Valdivia, están haciendo las correcciones para no dañar el medio ambiente y que el Santuario de la Naturaleza (río Maullín) permanezca a salvo de las descargas contaminantes".
Remarcó que su interés es que "nuestra ciudad vecina esté tan bien como nosotros en la parte ambiental. Tenemos que dar una presión para que Essal haga la pega en forma eficiente y que el tratamiento y expulsión de residuos sea lo más efectivo posible".
Ante la propuesta de construir una planta de tratamiento en Puerto Varas, la dirigenta comunal sostuvo que ello no contribuiría a mejorar la actual situación, porque mientras construyen esas instalaciones "van a seguir las descargas al lago Llanquihue, cuya renovación y purificación de aguas se hace cada 70 años. Es dramático el impacto ambiental que tenemos como puertovarinos. Casi nos sentimos como en una zona de sacrificio", al hacer presente que además, en la comuna existe el relleno sanitario La Laja.
Bartsch añadió que una nueva planta de tratamiento de aguas servidas derivará en una doble descarga al río Maullín.
Buscar solución
Su colega Baltazar Rivera, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Históricas de Puerto Varas, definió que este conflicto está radicado en el mundo privado, que debe dar respuestas y soluciones a las quejas de los vecinos.
Comentó que la comunidad "tiene todo el derecho a opinar y movilizarse en beneficio de su población. Que la caravana haya reunido 200 autos significa que el problema existe y que hay que buscar una rápida solución. A lo mejor en la misma ciudad de Llanquihue, retirando la planta a otro lugar, más alejado del radio urbano".
Rivera observó que la comuna de Puerto Varas está enfrentando "un problema bastante grande, porque hay cerca de dos mil familias que no tienen solución habitacional y que tienen que ser trasladadas a corto plazo a Nueva Braunau, donde hay un problema de ampliación de la red que conduce las aguas servidas". Por ello, planteó, "Essal debe buscar una solución para las dos comunas".