Correo
Guerra en Ucrania
La decisión de Vladimir Putin de poner en alerta "especial" a sus fuerzas nucleares, ciertamente debe interpretarse como una advertencia de que cualquier intento de removerlo será considerado como una amenaza existencial al Estado ruso. Al mismo tiempo, es otro disuasivo para evitar la intermediación occidental.
La alerta, con todo, no debe echar pie atrás a las múltiples sanciones económicas y financieras en curso para cercenar su crecimiento. En lo doméstico, más de seis mil detenidos y protestas registradas en cerca de 45 ciudades rusas, desde San Petersburgo a Irkutsk, demuestran que Putin no controla la narrativa sobre Ucrania. Estremecedor es revisar diarios como, por ejemplo, el Vechernyaya Moskva -uno de los de mayor circulación-, sin referencia alguna al conflicto.
Tras cinco días de resistencia armada ucraniana -superando ampliamente las expectativas de expertos militares-, Putin paradójicamente ha logrado atraer a la OTAN a sus fronteras. Este es un conflicto impopular, que mina brutalmente la reputación internacional rusa. El descontento doméstico aumentará dramáticamente, qué duda cabe, con la llegada de más y más bolsas de cadáveres de vuelta a Rusia.
Camilo Barría-Rodríguez
Paridad de género
Cuando la Convención Constituyente habla de "paridad de género", ¿querrá decir paridad de sexo, esto es similar cantidad de hombres y mujeres? ¿Se usa el término género en sentido binario, masculino o femenino, o cómo orientación sexual?
Si se usara en sentido binario, con seguridad se levantarán voces de la comunidad LGTB reclamando por discriminación, ya que en sus filas se albergan integrantes que no comparten dicha clasificación en sentido excluyente, y se usa género como sinónimo de orientación sexual. Nos encontraremos con conceptos como heterosexuales, bisexuales, homosexuales, transgénero, intersexuales, etcétera. Ante tanta diversidad de géneros, ¿cómo se logrará la paridad?
Yusef Hales Hott
"Impunidad de Rojas Vade"
El convencional Rodrigo Rojas Vade afirmó recientemente sentirse "obligado" a retomar sus funciones en la Convención. Lo que Rojas Vade omite, muy convenientemente, es que su situación es consecuencia del entramado de mentiras y falsedades con las cuales no sólo estafó económicamente, sino que además le permitieron alcanzar un escaño en la Convención Constitucional, ente responsable de elaborar la nueva Carta Fundamental que regirá los destinos del país.
Si bien la ciudadanía tiene mucha responsabilidad en la elección de sus representantes, convengamos que Rojas Vade no sólo mancilló la probidad y fe pública, sino que, a la fecha, sigue percibiendo su remuneración y operando en la más absoluta impunidad. La pregunta es obvia: ¿Queremos que personajes de esta calaña definan el presente y futuro de Chile?
La respuesta la tendremos en nuestras manos, chilenas y chilenos, en el plebiscito obligatorio de salida.
Rodrigo Durán Guzmán
Poder constituyente
El Congreso es el titular del poder constituyente derivado y, como tal, tiene la facultad -la tenía el 15 de noviembre de 2019, la tiene actualmente y la tendrá con su nueva composición a contar del 11 de marzo- para reformar la Constitución, ya sea parcial o totalmente, para lo cual requiere la aprobación, en cada Cámara, de las dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio; el mismo quórum que se le exige a la Convención Constitucional para la aprobación de las normas de su propuesta.
Si esto es así, ¿cuál fue la razón que motivó la implementación del malhadado proceso constituyente en curso, aparte del desiderátum de los sectores políticos de izquierda de cambiarle el nombre a la Constitución Política de la República de 1980?
Adolfo Paúl Latorre
Críticas a la Convención
A los convencionales no les gusta que los critiquen por lo que están haciendo. ¿Serán semidioses?
Alberto Muñoz
Mujeres en directorios
A raíz del informe del Comité de Género y la División de Estadísticas Financieras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que tuvo por objetivo visibilizar indicadores de género en materia de participación femenina en entidades financieras y acceso a productos, desde Mujeres Empresarias podemos concluir que pese a que hemos tenido avances, éstos han sido muchísimos más lentos de lo que quisiéramos como organización.
El informe muestra que la participación de mujeres en directorios de empresas cuyas acciones listan en bolsa fue del 10,35%, observando un lento aumento en los últimos años. Mientras que las entidades del mercado financiero local presentan, en general, una baja participación de mujeres en los directorios, aunque con diferencias de niveles de industrias: bancos, 7,1%; seguros, 17%; y cooperativas de ahorro y crédito un 28%, ubicando a Chile en el 25% inferior de la distribución respecto al resto de países OCDE.
En esta línea es la competitividad de las empresas la que sufre un claro desmedro al no poder captar, retener y desarrollar el mejor talento femenino hacia sus organizaciones. Así lo demostramos desde Mujeres Empresarias con el último Ranking IMAD, única herramienta en Chile que mide la cantidad de mujeres en puestos de alta dirección, y que deja de manifiesto que las empresas aún deben avanzar bastante para lograr el tan ansiado balance de género en nuestro país.
Nuestro rol es visibilizar estas brechas, concientizar y sensibilizar a las empresas y colaboradores para que generen un cambio desde el interior de la organización y finalmente apoyar y promover políticas públicas que generen un marco adecuado para su implementación. Acciones como fomentar la formación de sus colaboradoras en alta dirección a través de programas de formación para que asuman más desafíos, o instaurando políticas de corresponsabilidad parental transversales a toda la organización, son acciones concretas necesarias para avanzar mejor y más rápido.
Creemos que para avanzar, las organizaciones del sector público deben apoyarse en cuotas que impulsen a las empresas en su voluntad para disminuir las brechas, a la vez que medirse y compararse con el resto de la industria se vuelven herramientas esenciales a incorporar como parte de la estrategia de negocio en el camino hacia políticas de género más inclusivas.
María Paz Merani, gerente de Formación y Alta Dirección de Mujeres Empresarias