Comienzo de un nuevo ciclo político
La llegada de Gabriel Boric a La Moneda supone una profunda transformación para el país. Las autoridades que asumieron en Los Lagos no tienen tiempo que perder para enfrentar las materias más acuciantes de la población.
Con la asunción del mando del Presidente Gabriel Boric ayer viernes, se ha dado inicio a un profundo cambio político en el país, marcado por ser el mandatario más joven de la historia de la república, quien hace poco más de diez años irrumpió en escena como dirigente estudiantil, y en el contexto del trabajo que realiza la Convención Constitucional para proponerle al país la propuesta de una nueva Carta Magna. Con la llegada del Presidente y sus ministros y subsecretarios, también se ha instalado un nuevo Senado y una nueva Cámara de Diputados, ambas corporaciones con una composición política distinta a la anterior, lo que obligará al Poder Ejecutivo a complejas negociaciones para poder materializar su programa de gobierno.
A nivel regional, ha asumido una nueva delegada presidencial y un nuevo Consejo Regional, sobre cuyas espaldas recaerá la obligación, junto al gobernador ya en ejercicio desde el año pasado, de liderar a una zona del país abundante en recursos naturales, en constante crecimiento demográfico y con amplias brechas que saldar, tanto desde la perspectiva social como territorial. En este sentido, para las nuevas autoridades de la región asoman como tareas prioritarias afrontar con seriedad el combate a la delincuencia y el narcotráfico, teniendo a la vista tácticas que hasta hace algunos años eran improbables para esta parte del sur del país; la búsqueda de soluciones al déficit hídrico, sobre todo para las zonas rurales; y la contaminación del borde costero y del lago Llanquihue, entre tantas otras materias en cada una de las comunas de Los Lagos.
Todo esto teniendo como escenario, por cierto, el desafío transversal de todo el país devenido de la pandemia: mantener las condiciones sanitarias para evitar nuevas oleadas de contagios (junto con fortalecer la red asistencial) y generar las condiciones para que los diferentes sectores productivos logren navegar de la mejor forma posible en la tormenta de un mundo azotado por la crisis económica global y la guerra en Ucrania. No será fácil, por cierto, considerando, por lo demás, las expectativas generadas al fragor de la campaña electoral.
El comienzo de este nuevo ciclo político llega con amplias esperanzas y numerosos desafíos para el progreso del país.