Prevención del ciberbullying
Los años de clases online terminaron por profundizar el fenómeno de acoso entre estudiantes de colegios a través de las redes sociales. Los colegios deben cumplir con determinados protocolos, instruidos desde el Ministerio de Educación, para zanjar los conflictos.
El lunes se conmemoró el Día contra el Ciberacoso Escolar, que en los últimos años ha formado parte del calendario de los colegios con el fin de que la comunidad educativa pueda reflexionar sobre las formas de abordar este emergente fenómeno. Hasta 2019 las víctimas de acoso eran de preferencia mujeres, pero en los años siguientes las cifras se equilibraron con los ataques a hombres, pues se fue trasladando el maltrato físico hacia el mundo digital, producto de la suspensión de clases presenciales. Casi la totalidad de los niños y jóvenes tienen celulares, y la inmensa mayoría de ellos también cuenta con acceso a las redes sociales a través de los computadores.
El ciberbullying o ciberacoso es un concepto que ya se asentó en el país y que muestra un alza persistente. Da cuenta de los conflictos de relaciones entre los alumnos, que al no ser resueltos por el colegio, se trasladan a los espacios virtuales. Esto revela urgentes necesidades en la formación escolar y en la solución pacífica de conflictos.
La intimidación sicológica y hostigamiento a través de equipos tecnológicos, principalmente celulares, provoca profundos daños en los estudiantes, junto con vulnerar sus derechos. En casos extremos, incluso ha llevado a las víctimas al suicidio. Es evidente que no puede haber calidad en la educación si los niños no se sienten seguros, lo que también genera aprensiones en los padres.
La Política Nacional de Convivencia Escolar del Ministerio de Educación sugiere enfrentar el bullying y el ciberacoso cuando hay sobrenombres, burlas o comentarios irónicos reiterados a un estudiante. Desde 2015 la Superintendencia puso a disposición de las comunidades educativas la resolución pacífica de conflictos, a fin de reconstruir la relación de colaboración y confianza que debe existir entre la familia y el colegio. En estos años de crisis sanitaria se ha fortalecido el servicio de mediación y gestión colaborativa de conflictos, con un procedimiento online que complementa el servicio presencial.
Ante esta realidad y la crueldad con que actúan algunos menores en contra de sus compañeros, es necesario guiar a los escolares acerca del buen uso de las tecnologías y los riesgos que encierra su utilización indebida.