Cinco casos de violencia entre escolares, ocurridos en distintos establecimientos educacionales de Puerto Montt, denunció la Dirección de Administración de Educación Municipal (DAEM) ante el Ministerio Público.

Fue el director de este organismo, Albán Mancilla, quien confirmó dichas acciones legales, cuando apenas se cumplen dos semanas del inicio del período escolar 2022 en forma presencial, después de dos años sin clases presenciales en los colegios, dadas las restricciones provocadas por la pandemia del covid.

Estos hechos violentos se han viralizado en redes sociales y han ocurrido principalmente en establecimientos de enseñanza media y en menor proporción en la básica.

Por ejemplo, en el Liceo de Piedra Azul se investigan las lesiones que sufrió un alumno al caer desde el segundo piso del edificio. Se presume, por ahora, que esto sucedió tras ser empujado por otro alumno.

En el Liceo de Hombres han ocurrido dos hechos violentos, uno en el patio y otro en los camarines. Este último fue publicado por este Diario ayer, en el que la víctima se negó a constatar lesiones, pese a la sugerencia hecha por personal de carabineros que adoptó el procedimiento.

Otro suceso similar se registró en la escuela Pablo Neruda, del sector de Mirasol.

A nivel regional, otras peleas se han verificado en Osorno, incluso con jóvenes que han apuñalado a sus compañeros con armas cortopunzantes, al igual que en Quellón, en el extremo sur de la isla de Chiloé.

En Castro y Chonchi también han ocurrido agresiones entre compañeros. Y a nivel nacional, un joven se mantiene en riesgo vital luego de ser apuñalado por otro estudiante en Talca, entre otros sucesos.

Violencia

Albán Mancilla reveló que la actual crisis de violencia escolar es un tema que está ocurriendo a nivel nacional y mundial". Puntualiza que este fenómeno se vincula a un retorno de clases cargado de "estrés, angustia y ansiedad. Esto está ocurriendo en distintos espacios sociales".

La opinión de la autoridad educacional es coincidente con lo señalado por el sicopedagogo Matías Galindo, quien afirma que durante la pandemia muchos jóvenes se vieron expuestos al hacinamiento familiar, lo que provoca "una especie de defensa en ellos. Además, ses suma el factor del estrés y la ansiedad, y ello al llegar al contexto educativo genera una importante explosión de estímulos".

Esos estímulos, sostiene el profesional, deben ser controlados y se debe trabajar en ello pensando en que se trata de personas en pleno desarrollo y aprendizaje, entre los 14 y 18 años.

"Bajo la mirada sicopedagógica, algunos de estos niños no tienen normas sociales, lo que se tiene que analizar y resolver para entregar la ayuda inmediata".

Y reflexiona que, durante la pandemia, hubo una masiva difusión de videos de artistas en la TV y redes sociales, que incluso exhibían armas de fuego e incluso cortopunzantes, lo "que en algunas oportunidades es imitado por los adolescentes como una forma de resolver sus conflictos".

Tensión

En la misma línea, la seremi de Educación, Daniela Carvacho (RD), comenta que "el retorno a clases viene cargado de ansiedad, de la experiencia que traen desde sus casas". Complemente también que hay ambientes, familias tensionadas y economías muy debilitadas.

"Hay comunidades educativas, asistentes de la educación y profesores que enfrentan el cómo lidiar con la pandemia, con el retorno presencial, con la presión de haber vivido dos años diferentes y de pronto que la realidad caiga, como si de un día para otro ya no pasara nada".

En tal sentido, Carvacho anunció que en las próximas semanas será presentado un "plan de reactivación de aprendizajes y de bienestar integral, con ambos componentes, de aprendizaje y emociones, que entregan lineamientos tanto con los estudiantes, como con las comunidades".