Marcelo Galindo

A la Brigada de Homicidios de la PDI de Puerto Montt fue encargada la investigación por el fatal atropello, ocurrido en el sector alto de Puerto Montt, que terminó con la vida de una trabajadora de 54 años.

El accidente se registró el 15 de marzo, en horas de la tarde, en el semáforo de la avenida Presidente Ibáñez al llegar a la calle Dalcahue.

Érica Limarí había salido de su domicilio para dirigirse a su trabajo, en el supermercado Líder, donde se desempeñaba como auxiliar de aseo. Tras esperar la luz verde, y asegurar la detención de los vehículos, no se percató que el chofer de un jeep hizo caso omiso a la señal de tránsito y la impactó en forma violenta, lanzándola 20 metros sobre la calzada. El conductor huyó, con destino desconocido, y a la fecha no ha podido ser ubicado. La trabajadora tuvo lesiones graves y, pese a ser atendida por especialistas del Hospital de Puerto Montt, el 22 de marzo falleció en el centro asistencial.

Pdi

Fuentes ligadas a la indagatoria confirmaron ayer que, la fiscal que lleva la causa, Pamela Salgado, determinó encargar las diligencias a la Brigada de Homicidios para dar con el responsable de este hecho.

Desde el lunes 28 de marzo, los detectives han realizado varias diligencias, con el objeto de identificar al conductor causante de este atropello.

Yéssica Arismendi, hija de la víctima, dijo que existe esperanza que la muerte de su madre pueda ser aclarada y dar con el responsable.

La mujer, junto a amigas, compañeras de trabajo de su madre, familiares y vecinos, protagonizaron una velatón y posterior manifestación en el lugar donde ocurrió el accidente. "Estamos pidiendo justicia para mi madre. Esperemos que la persona que hizo esto pague con cárcel y ojalá lo encuentren pronto. Queremos justicia para que ella pueda descansar y estar tranquila. Ella estuvo agonizando 7 días producto de todas las lesiones que este hombre le ocasionó", relató.

La hija de la víctima fatal cuenta que, tras la muerte de su madre, quedó toda su familia desconsolada. "Mi madre era joven, una mujer de 54 años, luchadora y así lo hizo toda su vida para salir adelante. Ella murió haciendo lo que anhelaba, que era trabajar, y por ello pedimos justicia y que actúen inmediato y rápido los tribunales de justicia".

Accidentes

Fidelina Oyarzo es una vecina de Villa Alemana, población que queda muy cerca del lugar donde ocurrió el accidente fatal. La puertomontina cuenta que su familia vive en el barrio hace 4 décadas y, que desde antes que se hicieran todos los cambios en la avenida Presidente Ibáñez y en las calles laterales, ya se "registraban graves accidentes, varios de ellos con consecuencias de muerte". Oyarzo recordó que antes que se hagan todas las modificaciones viales "hubo un atropello de un joven de Antonio Varas Norte, que armó toda una polémica porque la familia pensaba que eran los gitanos y su campamento al final fue quemado".

Ese atropello ocurrió el 15 de marzo de 2009 y el incidente con los gitanos se registró el 10 de abril del mismo año, frente a la población Antonio Varas Norte.

54 años tenía Érica Limarí, víctima del atropello, cuyo conductor tras el accidente emprendió la fuga. Aún no es detenido.

15 de marzo se registró el violento atropello. La trabajadora, domiciliada en La Colina, falleció el 22 del mismo mes.

Se terminó por quemar parte de la estructura de una iglesia evangélica que permanecía a medio construir en la población Alerce, en el sector alto de Puerto Montt, y que se había convertido en un lugar de encuentro para personas que llegaban a beber alcohol.

Los vecinos del sector reclamaron por esta situación, que lleva más de una década en calle Pedro Aguirre Cerda, en la ladera del cerro.

La noche del miércoles parte de la estructura resultó dañada por un siniestro, y debieron concurrir Bomberos de cuatro compañías.

"Esto ocurrió por jóvenes que ingresan a este sitio vacío a una iglesia, y allí hacen de todo. Se drogan y vienen a cualquier hora a tomar (alcohol). Saltan la cerca y tienen todo disponible para hacer lo que quieren. Acá han llegado alrededor de 15 personas, principalmente jóvenes", cuenta un vecino del sector.

Pero, de acuerdo a los residentes, este no es el único inconveniente que presenta el barrio, porque a ello se suma en la parte posterior la caída de parte de la muralla por calle Lautaro. "Nuestro barrio ha estado muy afectado por diversos problemas que no se han solucionado", agrega otro residente del sector.