Correo
"¿Usar o no mascarillas?"
El Ministerio de Salud ha indicado que prontamente podremos no utilizar en espacios abiertos, donde una persona pueda mantener una distancia física con otra de más de un metro, de lo contrario se debe usar. Dado lo anterior, cabe preguntarse ¿qué es un espacio abierto?, puede ser interpretado como aquel espacio al aire libre que no tiene techo, como bosques, playas, montañas, plazas, aceras, entre otros.
Es una definición importante, pues a medida que ha avanzado la cobertura de vacunación contra el covid en nuestro país, ha aumentado la relajación de las prácticas no farmacológicas, como el uso de mascarillas, higiene de manos y el distanciamiento social, que han sido una parte importante de la respuesta a la pandemia desde sus inicios. Por otro lado, con la llegada del invierno, existe la posibilidad de coexistencia en una persona del virus de la influenza y el covid-19, lo que ha sido denominado como "flurona", infección ya detectada en Estados Unidos.
Sumado a lo anterior, el 9 de marzo la OMS (Organización Mundial de la Salud) confirmó la aparición de "deltacron", variante que combina ómicron y delta, además del sublinaje ómicron BA.2. Estas combinaciones virales podrían significar desafíos importantes para nuestro sistema de atención médica.
Es relevante que consideremos estas posibles amenazas, por lo que es clave que la población adhiera a la campaña de inmunización, tanto para la influenza como para el covid-19, junto al uso de medidas no farmacológicas, como las mascarillas. Esta proporciona una barrera física adicional de bajo costo y fácil de implementar para minimizar de manera efectiva el riesgo de infección, por lo que es importante preguntarse, ¿no sería mejor implementar esta medida una vez que finalice el período de invierno en nuestro país?
Naldy Febré V., académica de la Universidad Andrés Bello
Universidades privadas
"Si este país quiere realmente alcanzar el desarrollo tiene que basarse en la colaboración, no en la competencia, en los proyectos colectivos", señaló el ministro de Ciencia, Flavio Salazar. Comparto esta mirada y agrego que la diversidad de tipos de institución (universidades públicas, privadas, gobierno y empresas) permite realmente lograr variedad de iniciativas, algunas convergentes, distintas, y no por ello excluyentes entre sí.
¿Cómo es actualmente la realidad en términos de investigación y desarrollo (I+D) en Chile? Un estudio realizado por Acción Educar reveló que entre 2012 y 2020 las instituciones estatales aumentaron en 118% el número de publicaciones científicas indexadas por año, mientras que las instituciones privadas registraron un aumento de 309%, pasando de generar 1.575 en 2012 a 6.441 en 2020; las del G9, de 5.692 a 10.687; y las estatales, de 5.076 a 11.046 en los mismos respectivos años.
No sólo en publicaciones han crecido las universidades privadas. Entre 2012 y 2020 tuvieron un incremento de un 202% en cantidad de JCE (jornadas completas equivalentes) con doctorados, el doble que las universidades estatales y cuatro veces el de las del G9. Las universidades privadas somos actores relevantes en el ecosistema de ciencia: diversificamos las áreas y temáticas, tenemos participación regional, además de la incorporar a doctores que inician su carrera en nuestras instituciones y que encuentran en ellas un espacio de desarrollo.
Mucho del avance científico actual del país es gracias a universidades jóvenes que entienden el rol y la importancia de la generación de conocimiento para el desarrollo del país.
Iván Suazo, académico de la Universidad Autónoma de Chile
Día Mundial del Parkinson
En el Día Mundial del Parkinson que se conmemora cada 11 de abril, hacemos una reflexión acerca de cómo la pandemia provocó efectos nocivos para quienes viven con esta enfermedad, que afecta a cerca de 40 mil personas en Chile. Para identificar y cuantificar este impacto, realizamos en Cenpar un estudio con 85 de nuestros pacientes, y sus resultados no dejan de ser preocupantes.
Un 58% de ellos percibió un deterioro de su salud mental, un 55% reveló que se sintió "angustiado, abrumado o temeroso" y un 48% que se sintió "solo" durante el período más duro de confinamiento. Sin duda, con el aislamiento, la soledad y las restricciones de movilidad, muchos de nuestros pacientes, al perder su red social, retrocedieron en lo motor, pero sobre todo en lo anímico.
Asimismo, lo que es muy preocupante fue que un 54% de los encuestados evidenció falta de concentración y alteraciones de la memoria y, lo que es más inquietante aún, el 70% señaló verse afectado en su salud física. En este contexto los procesos de rehabilitación se hacen urgentes para que el paciente vuelva a recuperar su funcionalidad y su interacción social.
La brecha generada entre los pacientes con acceso a rehabilitación durante este per+iodo y los que no la tuvieron, ha sido inmensa. Entendemos que como país tenemos una deuda enorme con las personas que presentan la Enfermedad de Parkinson y su grupo familiar; su tratamiento debe recoger las secuelas dejadas por la pandemia, y apoyarse en instrumentos como la rehabilitación integral multidisciplinaria y la telemedicina, como herramientas básicas para mejorar la calidad de vida y el tratamiento de las personas.
Marisol Said, directora ejecutiva de Cenpar (Centro de Parkinson)
Servicio público y O'Higgins
Cuando vemos la situación que hoy en día viven muchos servidores públicos, no podemos menos que contrastarlos con lo vivido en Mendoza por Bernardo O'Higgins, en los meses previos al cruce de la cordillera en busca de la liberación de su patria. Para lograr sobrevivir había logrado que le prestaran $300 de la época, los que necesitaba devolver.
Producto de ello le solicitaba a su amigo Ramón Freire, que se encontraba en Buenos Aires, que vendiera una acción de un buque de la que era dueña su madre, para con eso saldar la deuda y comprar algunos elementos básicos y necesarios para emprender la odisea andina. El primer encargo era la compra de paño azul, ya que no tenía uniformes que lucir; lo segundo era la adquisición de un sable con vaina metálica y del tamaño concordante con su estatura; y lo tercero, una maletita acharolada para llevar detrás de su silla de montar, con elementos de aseo.
La lucha de la independencia lo había empobrecido totalmente, pese a lo cual no necesitaba más que algunos elementos básicos para continuar en la lucha por esa libertad, la que una vez obtenida, nos la legó a todos los chilenos, algunos de los cuales parecen no estar conscientes de ello.
Antonio Yacich Furche, Instituto O'Higginiano