Un "enviado de Dios": fallo revela el perfil del falso instructor que violó a nueve niñas y adolescentes
CONDENADO. Sentencia del tribunal puertomontino da cuenta de cómo Víctor Gutiérrez aisló y manipuló a sus estudiantes, quienes aspiraban ingresar a las Fuerzas Armadas. Justicia estableció que a tres víctimas las embarazó. Desde que fue detenido, siempre negó cualquier responsabilidad.
Víctor Gutiérrez Basualto (de 57 años), el falso instructor militar que fue sentenciado a presidio perpetuo el viernes por el Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt, por abusar y violar a nueve niñas y adolescentes (y que a tres de ellas embarazó), creó para sus fines delictivos una organización jerárquica, cerrada, aislada y donde él ejercía el poder absoluto para acceder y someter a sus víctimas.
Incluso se hizo llamar un "enviado de Dios".
Estos antecedentes son parte de la sentencia condenatoria de 192 páginas -a la que tuvo acceso este Diario- y que detalla los aberrantes actos que cometió el acusado en contra de sus víctimas, quienes en su mayoría provenían de contextos familiares vulnerables, que ingresaban a su escuela premilitar con el objetivo de, más adelante, poder postular a las Fuerzas Armadas o Carabineros.
Sin embargo, y tal como precisa el extenso documento, fueron blanco de abusos sexuales y violaciones entre los años 2010 y 2018. "El acusado se posiciona desde un pedestal, un héroe, usurpa un rol de padre y seudo rol divino", precisa un extracto de la sentencia respecto al perfil del imputado, quien fue condenado a presidio perpetuo.
Detención
El resultado de este juicio tiene su origen en la investigación llevada adelante por el Ministerio Público y el OS 9, proceso que comenzó a tener sus primeros resultados en febrero de 2019, con la detención de Gutiérrez en el sector de Colonia Tres Puentes, en las cercanías de Alerce. Días después fue formalizado y quedó en prisión preventiva.
Cuando fue aprehendido, en el contexto de un amplio operativo policial que causó sorpresa en esta zona rural, el acusado estaba con 19 adolescentes, quienes hasta ese momento no figuraban como víctimas del condenado.
Al ser interpelado por los medios de comunicación, Gutiérrez negó cualquier imputación: "Hay que investigar, no tengo nada que ocultar. Soy inocente de todos los cargos. No tuve relaciones, no fui oficial de Ejército, voy a seguir trabajando una vez que esto se aclare; he trabajado con 120 niños desde el año 2006".
El juicio
Según declaraciones dadas por las niñas y peritos en el juicio oral, el que se extendió por casi un mes en la capital regional, Gutiérrez Basualto manipulaba a los integrantes de su escuela premilitar, los obligaba a ocultar todo lo que hacían durante los campamentos e incluso no les permitía a los niños usar redes sociales ni teléfonos.
Un ejemplo de la manera