Las fiestas y ruidos molestos se toman las noches en Puerto Montt
FIN DE SEMANA. Los barrios de Alerce Sur, Padre Hurtado y Vicuña Mackenna en Mirasol, además de Puerta Sur, son afectados por ruidosas fiestas. Dirigentes denuncian que incluso arriendan casas para eventos. Sociólogo se refiere al fenómeno postpandemia.
"La música era tan fuerte que se estremecía toda la casa y eso que estábamos a cinco viviendas de donde estaba la fiesta", cuenta R. M. (que pidió reserva de su identidad), una de las vecinas del sector Vicuña Mackenna de Mirasol, que se vio afectada la noche del sábado y madrugada del domingo por los ruidos molestos.
Un fenómeno que se repitió ese día en distintos barrios de Puerto Montt.
Para el sociólogo Gonzalo Reyes, esta conducta tiene directa relación con la situación postpandemia. Más en específico con todas las restricciones que hubo durante más de 2 años.
En dicho período del fin de semana, Carabineros recibió cientos de llamadas y sus efectivos realizaron una labor coordinada para llegar a todos los puntos donde se concentraron los reclamos, entre Padre Hurtado y Vicuña Mackenna en Mirasol; así como en Alerce Sur y Puerta Sur.
Pero como Puerto Montt no cuenta con una ordenanza respecto a los ruidos molestos, la acción de fiscalización se ve aminorada, según explican en Carabineros.
Para las autoridades, se trata de un trabajo de coordinación que debe existir para buscar soluciones a los vecinos afectados.
Los antecedentes aportados por los habitantes de estos sectores indican que se verificaron hasta dos fiestas en la misma calle y de madrugada, como ocurrió en la población Padre Hurtado y en Puerta Sur.
Días jueves
Margarita Montiel, presidenta de la junta de vecinos Padre Hurtado, recordó que en la calle Francisco de Asís operó un clandestino, en el cual se vendía trago y se hacían "grandes fiestas".
Dijo que estaba funcionando desde octubre del año pasado "y los vecinos nada me habían dicho hasta recién en febrero, cuando se acercó uno de ellos a contar lo que había ocurrido. Pedí hora con el jefe de Carabineros y se realizó el operativo y se acabó todo".
Según la dirigenta, la idea es terminar rápido con estos problemas. "Son los vecinos los que tienen que exponer sus inconvenientes y no sacan nada con publicar en redes sociales, si no lo cuentan a quien corresponde".
Montiel reconoce que quienes viven en este punto de la ciudad, se ven afectados por las fiestas que "parten los jueves... empiezan los gritos y el desorden. Lo que hemos estado observando en nuestra población es que los dueños de casa se van del barrio y arriendan su vivienda y la mayoría de quienes llegan no son chilenos y arman fiestas tremendas. Si alguien dice algo salen todos a amenazar".
Además, cuenta que hay fiestas clandestinas que son constantes "y muy ruidosas y, en general, son de personas extranjeras que arriendan. Cuando los residentes tengan un problema, tienen que venir a conversar con los dirigentes para buscar soluciones".
Añadió que ahora, que "está terminando la pandemia", se están reactivando las reuniones con los vecinos.
Monitoreados
Alex Contreras, dirigente del Consejo Vecinal de Desarrollo de Mirasol, acusa que la calle Vicuña Mackenna es un foco de problemas. "Los vecinos reclaman por las cámaras de seguridad, porque no se saben si están o no funcionando, porque las fiestas y el consumo de alcohol es en plena vía pública".
Manifiesta que debe existir rapidez en ese sentido, porque los vecinos no pueden estar llamando y esperando una denuncia. "Las cámaras de seguridad, si están buenas, deberían estar monitoreando en esta zona y desde allí articular la denuncia y la concurrencia de las fuerzas policiales".
Para Contreras, "de una vez por todas las autoridades se tienen que colocar las pilas para mejorar estos problemas en Puerto Montt. La inseguridad está cada día peor, sumado las