Suecia pide ingresar a la OTAN, rompe con 200 años de neutralidad y Rusia amenaza con una respuesta militar
GUERRA. El país nórdico siguió a Finlandia y anunció formalmente que presentará una solicitud. Moscú señaló que se verá obligado a tomar medidas para contrarrestar amenazas a su seguridad nacional y puso como "línea roja" el apoyo armamentístico.
La neutralidad y la no alineación han sido elementos centrales de la política exterior de Suecia durante los últimos dos siglos, que ayer culminaron con el anuncio del Gobierno socialdemócrata sueco de que presentará una solicitud de adhesión a la OTAN, aunque tras el fin de la Guerra Fría se había iniciado un acercamiento progresivo a la Alianza.
La noticia la dio a conocer ayer la primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, al señalar que pedirá formalmente el ingreso en la OTAN debido a la nueva situación de seguridad creada por la intervención militar rusa en Ucrania.
"El Gobierno ha decidido que Suecia debe ingresar en la OTAN", dijo Andersson y agregó que la solicitud ante la sede de la Alianza en Bruselas se hará "dentro de poco"; hoy o mañana , en un proceso en que se coordinará con Finlandia.
"Creo que muchos sentirán también cierta tristeza hoy -ayer-, lo entiendo, porque pasamos de una era a otra, entramos en algo nuevo", admitió Andersson.
La primera ministra explicó el cambio de postura aludiendo a las conclusiones del análisis sobre la nueva situación de seguridad consensuado por la mayoría de partidos suecos para resaltar que el ingreso tendría un efecto disuasivo en el norte de Europa, mejoraría la seguridad y reduciría los riesgos, además de apuntar que no hay otra opción "realista".
"Por desgracia no tenemos ningún motivo para creer que Rusia vaya a cambiar en un futuro previsible", dijo Andersson, acompañada por el líder de la oposición, el conservador Ulf Kristersson, quien aseguró que ambos asumirán de forma conjunta la responsabilidad en el proceso de adhesión.
Guerras napoleónicas
El origen de la neutralidad sueca está vinculado a las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, la histórica rivalidad con Rusia y la pérdida de Finlandia.
En 1809, la derrota sueca contra Rusia en la denominada Guerra Finlandesa, supone que pase a manos rusas y da origen a un golpe de estado contra el rey Gustavo IV Adolfo; y en 1834, Carlos XVI Juan, emite una declaración oficial de la neutralidad como línea sueca en política exterior, que es aceptada por las grandes potencias.
Esta neutralidad se mantuvo durante los dos grandes conflictos bélicos del siglo XX, la I Guerra Mundial (1914-1918) y la II Guerra Mundial (1939-1945). El ingreso a la OTAN anunciado ayer comienza a gestarse luego de que en febrero Suecia condenara la intervención militar rusa en Ucrania y autorizara enviar armas a Kiev.
"un grave error"
Tras el anuncio, Rusia amenazó con medidas "técnico-militares" a Suecia, al igual que la semana pasada con Finlandia si el país escandinavo ingresa en la OTAN, como anunció su Gobierno.
"Rusia se verá obligada a adoptar medidas de respuesta tanto técnico-militares como de otra clase con el fin de contrarrestar las amenazas que surjan para su seguridad nacional", señaló el ministerio de Relaciones Exteriores.
Moscú, que destacó que la elección del mejor camino para garantizar la seguridad nacional es un asunto interno de cada país, aseguró que su respuesta dependerá "en gran medida" de las "condiciones concretas de la integración de Suecia en la Alianza Atlántica".
Añadió que eso incluye "las perspectivas de despliegue en territorio sueco de armamento ofensivo de ese bloque militar".
La nota oficial acusó a Estocolmo, en caso de entrar en la Alianza Atlántica, de asestar un "notable daño a la seguridad de Europa del Norte y del continente europeo, en su totalidad".
"Ser miembro de la OTAN no aumentará el nivel de seguridad de Suecia, aunque sea porque al país nadie lo amenaza, pero conducirá, sin lugar a dudas, a la pérdida de soberanía en la adopción de decisiones de política exterior", señaló.
Finalmente, dijo que Rusia está "convencida de que dicha elección por parte de los políticos que se encuentran hoy al frente del poder en Suecia no responde los intereses a largo plazo del pueblo sueco".
Por su parte, el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, dijo que la decisión "es un grave error adicional cuyas consecuencias tendrán un largo alcance".