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Parcelaciones en Puerto Varas
Hace poco la Municipalidad de Puerto Varas anunció la paralización de cuatro proyectos inmobiliarios ubicados en zonas rurales. Trocear la escasa tierra cultivable, necesaria para una agricultura agónica de este país con lotes habitacionales, parece un despropósito.
El histórico abuso de la Ley 3516, que el Estado nunca se preocupó de fiscalizar en 40 años, generó un laissez faire, que se consideró como un derecho adquirido, y con un desastre ambiental a la vista de miles de parcelas vertiendo aguas servidas a los acuíferos, carga vehicular sobre caminos rurales de nula mantención, demanda de servicios de retiro de residuos, factibilidad eléctrica, nulos equipamientos de servicios de salud, educacional, comerciales.
En sectores de escasez hídrica es pavoroso ver como las escasas fuentes disponibles se dedican a regar pasto o llenar piscinas, como ocurre extramuros de las ciudades de las regiones de Coquimbo y Valparaíso. Según estimaciones, sólo en Puerto Varas se ha efectuado la subdivisión de 600 lotes en lo que va del año. Es decir, la población aumentará en un estimado de 2.400 personas en un trimestre, y se agregarán 850 vehículos, o sea, el 10% de sus habitantes en un trimestre.
El tema presenta dolorosas aristas. Por ejemplo, la crisis de la agroindustria ha obligado a muchos propietarios vender sus valiosas tierras de cultivo. El valor de los terrenos urbanos ha aumentado logarítmicamente, haciendo casi imposible a una familia de clase media adquirir una vivienda de estándar medio en la ciudad.
Además, la histórica lentitud del desarrollo de los instrumentos de planificación territorial ha hecho que no vaya al ritmo de los tiempos, de las necesidades ni de las migraciones empujadas por factores sociales, geográficos, de trabajo o climáticos. A eso le debemos sumar la política de un Estado empequeñecido frente a la planificación urbana. Si bien es cierto que el mercado es un motor fundamental en el desarrollo de las ciudades, es importante que se trabaje en reglas claras como lo hace Singapur, el epítome del libre mercado, pero con férrea planificación, que se desenvuelve en una superficie de 716 kilómetros cuadrados ocupados por 5,4 millones de habitantes. Aun así, más del 40 por ciento de la ciudad Estado se compone de áreas verdes.
En resumen, la génesis de estos efectos adversos en el ámbito rural, parcelas y loteos brujos es que las ciudades no entregan alternativas o incentivos claros y certeros para construir calidad de vida, sobre todo cuando la planificación del territorio ha sido postergada por años sumida en excusas e ineficiencias. Por eso se requiere, a la brevedad, mesas de trabajo público privado, que definan nuevas políticas de desarrollo urbano, como se han efectuado en Singapur y Australia, ya que ni el mercado ni el Estado por sí solos serán capaces de lograr un desarrollo armónico, llevándonos mas temprano que tarde a un desastre ecológico, ambiental y social.
José Francisco Troncoso, arquitecto
Cianuro en Puerto Varas
Hace unos días se comunicaron a la opinión pública dos casos de intentos de suicidio mediante la ingesta de cianuro. Lamentablemente uno de los pacientes falleció. A raíz de esta situación, una de ellas vivida en nuestra Clínica Puerto Varas, quisiera exponer algunas reflexiones: el cianuro es una sustancia de toxicidad extrema, con estrictas medidas de control para su comercialización y transporte. Llama la atención que dos personas en una semana tuvieran acceso a esta sustancia. Evidentemente las medidas de control no funcionaron adecuadamente.
Luego de que ambas contingencias fueron controladas exitosamente por el accionar de todas las fuerzas de la comunidad que concurrieron a la emergencia, a saber, Bomberos, Carabineros, personal de salud, municipalidad y sus centros de salud, nos vimos enfrentados a un problema mayor: conocer el destino final del cianuro.
A pesar de múltiples averiguaciones y solicitudes a instancias públicas y privadas, nos demoramos más de cuatro días en lograr el destino final del tóxico. A pesar de la existencia de protocolo claros, su implementación en nuestra región fue extremadamente compleja.
Ambas instituciones, Hospital Padre Hurtado y Clínica Puerto Varas, reaccionaron rápidamente implementando sus protocolos de emergencia diseñados para estas circunstancias, controlando en una hora la situación sin daños colaterales que lamentar. Esto no es mera coincidencia ni producto del azar, sino el fruto tangible de los procesos de acreditación a la que todas las instituciones de salud debemos someternos cada tres años.
La gran conclusión de estos lamentables hechos que afectaron la salud de dos personas, es que los procesos de acreditación de las instituciones de salud, que involucran un gasto importante de recursos económicos, horas de trabajo y desvelos, tienen sus frutos en la creación de protocolos que permiten reaccionar ante emergencias ambientales, permitiendo otorgar una atención segura y de calidad a la población.
Francisco Saitua Doren, director médico de la Clínica Puerto Varas
Ilustres puertomontinos
Hace poco han partido dos ilustres puertomontinos, con quienes tuve la oportunidad de compartir su bonhomía, a través de la poesía y la crónica, trátase del periodista Juan Barrientos Oyarzún y Héctor Cuevas Miranda.
Vaya para ellos mi recuerdo imperecedero y Dios los tenga en su regazo eterno. Hoy escriben radicados más allá de las estrellas.
Eduardo Nievas Muñoz
Propuesta constitucional
Chile vive un gran dilema que nuestros políticos y constituyentes no identifican o ignoran a propósito: o nosotros ponemos límites a las funciones, poderes y recursos de los gobiernos, o la Convención Constituyente y su estatismo nos seguirá imponiendo cada vez más límites a nosotros, el pueblo: límites a nuestras actividades, nuestras libertades y nuestros recursos.
Debemos recuperar los tres pilares del capitalismo y del liberalismo clásico, que son la verdadera expresión que genera prosperidad y bienestar a las personas: 1.- gobiernos limitados en funciones, poderes y recursos; 2.- mercados libres; y 3.- respeto a la propiedad privada. Porque son las tres únicas vías idóneas para tener orden, justicia y libertad.
La propuesta constitucional que nos ofrece la izquierda nos garantiza todo lo contrario: desorden, injusticia y opresión con más Estado, más impuestos y menos prosperidad para todos.
Lionel Álvarez Westermayer
Revoluciones y padres
Las revoluciones suelen comerse a sus padres.
Pablo Morales