Suprema de EE.UU. anuló histórico fallo y revocó derecho al aborto tras 49 años
WASHINGTON. El caso "Roe contra Wade" fue revocado luego de permitir la interrupción voluntaria del embarazo por casi medio siglo. Nueve estados prohibieron de inmediato el aborto. Biden dijo que "es un día triste", Bachelet consideró el dictamen "un paso atrás de cinco décadas" y Trump dijo que "Dios tomó esta decisión". El Vaticano expresó que "el cambio de posición interpela al mundo entero".
Repercusiones a nivel mundial provocó el Tribunal Supremo de Estados Unidos tras anular ayer la protección del derecho al aborto vigente en ese país desde 1973, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho hasta ayer considerado constitucional.
El trascendente fallo, sin embargo, señala que la Constitución de EE.UU. "no otorga" este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al "pueblo" y sus "representantes electos".
La decisión publicada ayer revoca tanto la sentencia conocida como "Roe versus Wade", acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como otra resolución de 1992, "Planned Parenthood versus Casey", que reafirmaba dicha protección, pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.
"Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos", reza el fallo redactado por el juez Samuel Alito en una frase que ya recogía también su borrador, filtrado a los medios en mayo último.
La decisión contó con seis votos a favor -aunque con uno de ellos con una opinión separada- y tres votos en contra.
Los que lo hicieron a favor insistieron en no considerar el aborto un derecho constitucional ni tampoco un derecho apoyado por la "historia o la tradición" estadounidenses. Los tres jueces progresistas de la Suprema que votaron en contra de la decisión, señalaron que "con pena para este tribunal, pero sobre todo para los millones de mujeres estadounidenses que han perdido hoy -ayer- un derecho fundamental constitucional, disentimos".
Aplicación inmediata
Inmediatamente nueve estados de los 50 que componen EE.UU. prohibieron la interrupción del embarazo, mientras otros podrían hacerlo en el corto plazo. Se trata de Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur, Utah y Wisconsin.
La organización Planned Parenthood, que tiene la mayor red de clínicas de salud reproductiva de EE.UU., y el Instituto Guttmacher, advirtieron que 23 estados prohibirán con rapidez el aborto y solo 16 (California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Vermont, Rhode Island y Washington), así como el Distrito de Columbia, han adoptado leyes que refuerzan la protección del derecho al aborto.
Reacciones
Frente al histórico fallo, el presidente de EE.UU., Joe Biden, afirmó que "es un día triste" para el Tribunal Supremo y el país.
Agregó que los "tres jueces nombrados por un presidente, Donald Trump, están en el centro de esta decisión de acabar con la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país", en referencia a los magistrados Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett.
El expresidente Barack Obama dijo que "durante más de un mes, sabíamos que llegaría este día, pero eso no lo hace menos devastador".
Añadió que el fallo "relegó la decisión más intensamente personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos, atacando las libertades esenciales de millones de estadounidenses", más de 36 millones de mujeres en edad reproductiva, según Planned Parenthood.
Donald Trump celebró la decisión y al ser consultado por su responsabilidad en el nombramiento de tres jueces conservadores para esta Corte, se limitó a decir que "Dios tomó la decisión".
A su vez, expresó que el fallo que cumple con la Constitución porque "devuelve sus derechos a quienes debían tenerlos desde hace mucho tiempo", a los "estados".
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que significa "un gran paso atrás después de cinco décadas de protección de la salud sexual y reproductiva", y agregó que el Tribunal Supremo "arranca autonomía a las mujeres estadounidenses, en especial a aquellas con bajos ingresos y las pertenecientes a minorías étnicas".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, argumentaron que abortar es un derecho "fundamental para todas las mujeres" y "se debe proteger".
Finalmente, el Vaticano, a través de la Pontificia Academia para la Vida, señaló que el dictamen muestra que "la cuestión del aborto sigue suscitando un acalorado debate. El hecho de que un gran país con una larga tradición democrática haya cambiado su posición sobre esta cuestión también interpela al mundo entero".