Correo
Valparaíso y Puerto Montt
Hace poco tuve la oportunidad de estar en Valparaíso, ciudad que no visitaba al menos desde hace 15 años, cuando era adolescente. Como hoy arrastra una triste reputación por su estado de deterioro y abandono, tenía mucha curiosidad por ver qué tan cierto era este estigma que lleva la "joya del Pacífico", reconocida también por ser Patrimonio de la Humanidad.
Fui un día miércoles: salí del terminal de buses a primera hora, di una vuelta alrededor del Congreso Nacional y estuve un rato en el Café Bernal, Después caminé por avenida Pedro Montt hasta plaza Victoria, continué por calle Edwards, doblé en Blanco y llegué hasta el cerro Concepción. Tras recorrer el cerro y almorzar en el sector, regresé por avenida Brasil, seguí por calle Uruguay, doblé en Victoria y llegué hasta avenida Argentina. De ahí, de vuelta al terminal por Colón y Uruguay.
Pues bien, pude constatar que efectivamente el infame mal olor -a veces a cloaca, a ratos sólo a orina- por el cual es conocido Valparaíso es una lamentable realidad.
También pude darme cuenta que los rayados abundaban por doquier, el comercio ambulante florecía en muchas esquinas, varias calles acumulaban basura y había numerosos edificios aún tapiados producto del estallido social.
Sin embargo, como esperaba encontrarme con una ciudad prácticamente en ruinas (conocidos me habían advertido del penoso estado del centro), mientras hacía hora para volver a Santiago llegué a la grata conclusión de que Valparaíso no estaba tal mal como llegué a imaginar. ¿Por qué? Por el simple hecho de que su centro lo encontré igual al centro de Puerto Montt, y yo esperaba encontrarme con algo peor.
Pero esta positiva reflexión se disipó a los pocos segundos, porque inmediatamente me di cuenta de lo que implicaba: la comparación en realidad no hablaba bien de Valparaíso, sino que hablaba muy mal de Puerto Montt. Y de pronto, por un instante, como puertomontino sentí vergüenza y desazón: así como hoy se ve a Valparaíso, ¿así también desde afuera se ve a Puerto Montt?
Mi vergüenza, por suerte, desapareció inmediatamente. La desazón, en cambio, todavía perdura.
Nicolás Binder Igor
Manual del DAEM I
Me dirijo a usted para dar mi opinión respecto del manual constituyente para escolares en Puerto Montt. No sé por qué se ha dado tanto pábulo a un tema que por lo demás debiera darnos tranquilidad y no alarma. Nunca ha sido negativo que las cosas se conozcan y se aprendan, mientras más información existe de un tema, más debate, ideas y decisiones bien tomadas generará.
Prefiero que se haya creado ese manual y felicito la iniciativa, se critica por una parte que no haya educación cívica y cuando se crea un documento que busca cerrar brechas formativas, sobre todo en un tema de alta relevancia nacional, se critica y se acusa infundadamente, creo, a quienes dan este paso que refuerza la educación de niños y jóvenes. Los cambios deben hacerse de manera informada, ya verá cada quién cómo representa con su voto la opción en el plebiscito de septiembre, pero encuentro estupendo que las personas tengan un acercamiento serio, con material de calidad, a nuestra forma de organizarnos y para entender este paso histórico para Chile.
Rubén Paredes
Manual del DAEM II
Es impresionante que el DAEM de Puerto Montt tenga energías y recursos para elaborar un manual constituyente a distribuir entre los alumnos (de dudoso contenido, por lo demás), pero no para tener como corresponde los colegios en la comuna.Bastantes extraviadas las prioridades.
Patricio Sandoval
Adelanto de las vacaciones
Una confusión absoluta en la comunidad crean los cambios en el calendario escolar por el adelantamiento vacacional, ya que la información entregada por la cartera respectiva, hasta ahora de manera extraoficial, es contradictoria. Desde que se anunció, la autoridad habla de "vacaciones", "receso" y a la vez de "suspensión de clases", no considerando que cada una de estas figuras se regulan legalmente de manera distinta, dificultando la organización de los colegios, así como de las familias y los funcionarios.
Más serio es aún si se considera que la forma en que la autoridad se comunica con los colegios es a través de resoluciones exentas o circulares, y el Ministerio de Educación aún no envía el documento resolutivo correspondiente. En el caso de los padres, no saben a ciencia cierta cuántos son los días en que los niños realmente van a poder ir a los colegios a ser atendidos y recibir alimentación, lo que complica su planificación familiar. Se tenía en mente que sería toda la primera semana de julio, y ahora se informó que será hasta el miércoles 6.
Tampoco puede planificar su tiempo el personal que trabaja en los colegios: se les informó el adelanto de las vacaciones de invierno, al que se agregaba una tercera semana de vacaciones, y ahora se señala que es suspensión de clases. En este último caso, sólo los niños no asisten a clases, y el personal debería laborar hasta el miércoles 6.
Estas improvisaciones y contradicciones reflejan una falta de consideración de la autoridad para con las familias de más de tres millones de estudiantes y más de 350.000 profesores y asistentes de la educación.¿Cuándo nos llegará finalmente la resolución que aclare este caos?
Hernán Saldaña, secretario general de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados
Estrategia previsional
Arriesgada es la estrategia del Gobierno, quien ha dado las primeras luces de su reforma previsional a través de su subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, que sin dar detalles específicos del alcance de la propuesta, sí ha dado precisión en lo que no contempla su reforma.
El principal cambio es el fin de la administración privada de los fondos previsionales, que será reemplazada por un organismo del Estado, lo cual deja dos grandes interrogantes en materia previsional, la primera respecto de la propiedad de los ahorros previsionales, y segundo, la correcta administración y garantías de los fondos de pensión.
Lo anterior no sólo asegurará al Gobierno una compleja negociación con el Congreso, sino también complejo escenario con la ciudadanía, quien se ha empoderado sobre la propiedad de sus ahorros previsionales luego de los retiros previsionales, como lo demuestran las encuestas, en donde 9 de cada 10 personas quieren que su cotización previsional sea de su propiedad.
Eduardo Jerez Sanhueza