Violencia entre los estudiantes
Los episodios de agresión entre los alumnos experimentó un notorio aumento en el país en el primer semestre de este año. La comunicación al interior de las familias es un elemento fundamental para desarrollar la paciencia y la tolerancia.
El primer semestre de 2022 cerró con alarmantes cifras de violencia escolar. De acuerdo a la Superintendencia de Educación, el 30% de las denuncias recibidas corresponde a casos de maltrato físico y psicológico entre alumnos menores de edad; hechos que lamentablemente aumentaron un 22% en comparación con los años previos a la pandemia, 2018 y 2019.
A juicio de los especialistas en la materia, el gran detonante de la situación es el prolongado cierre de los colegios para aminorar el contagio por covid, que en el país alcanzó las 77 semanas, cuando el promedio mundial fue de 38, según lo informado por Unicef. Si bien el confinamiento y los intentos de trabajo para el aprendizaje remoto a través de pantallas se utilizaron en favor de la integridad física de los niños y de los más vulnerables, el hecho concreto es que la extensión, sin duda, causó efectos negativos tras la ausencia de prácticas sociales y la tolerancia continua entre pares.
Según Carolina Silva, profesional de Psicologiachile.cl, "hoy la sensación de soledad que manifiestan niños, niñas y jóvenes en terapia, respecto del contacto con el otro o los demás, da cuenta del abandono de muchos de estos límites que ocurrió durante el período de encierro, donde la convivencia familiar no fue un tema fácil".
El retorno a la denominada "nueva normalidad", plantea la especialista, es y será por un largo tiempo un pasaje dificultoso, pero en el que se puede trabajar. El llamado es a conversar cara a cara con los niños y jóvenes, generando instancias de afecto y confianza para que ellos puedan compartir sus experiencias emocionales, sean estas buenas, malas y/o deseadas.
En el hogar es preciso realizar reuniones familiares distendidas con los menores, donde los adultos sean capaces de abrir los canales de comunicación mediante la paciencia, tolerancia y comprensión. A nivel escolar se requiere que los establecimientos desarrollen protocolos para la detección temprana de conflictos que gatillen en bullying, involucrando de paso a padres y apoderados y trabajar en conjunto ante eventuales resoluciones en beneficio de la autoestima de cada niño.