Como en cada Día del Periodista, que anualmente se conmemora el 11 de julio, -en mi condición de avezado redactor periodista de dilatada trayectoria en la prensa sureña-, hago llegar mi emocionado saludo a quienes ejercen esta amada profesión y pronuncio desde el fondo de mi corazón una sentida oración por el descanso del alma de los colegas fallecidos en los últimos años y el consuelo de sus queridos familiares. Y en esta oportunidad, en la víspera de esta tradicional celebración, compartiendo sentires con el Director del Diario El Llanquihue, Marco Salazar Pardo, y el agente cultural y colaborador de este matutino, Archibaldo Toloza Paredes.

La ley 12.045

Celebramos nuestro insigne día, en virtud del imperecedero recuerdo de la promulgación de la Ley 12.045, que creó el Colegio de Periodistas de Chile, publicada en el Diario Oficial en la fecha consignada del año 1956 y a través de la cual se organizó el Colegio Nacional y los Colegio Regionales. En la actualidad, el Consejo Regional Décima Sur está integrado por Jorge Elgueta, presidente regional, y los consejeros regionales Sergio Velásquez, Viviana González, Evelyn Miller y María Eugenia González.

Desde aquellos tiempos en que se organizó el periodismo chileno, nuestra Orden se ha ido modernizando, aunque, desde luego, manteniendo inalterablemente sus intransables principios éticos de servicio a la verdad y a la comunidad chilena. El mismo código moral, que proclamó nuestro padre precursor del periodismo nacional -Fray Camilo Henríquez- en el primer periódico chileno "La Aurora de Chile" y cuyos emblemas de batalla cotidiana fueron la plena libertad para autodesarrollarse y una lucha permanente para superarse e ir alcanzando niveles de vida más plenos y dignos. Factores en los que el periodismo debe tener un decisivo e influyente protagonismo, de acuerdo a la inspiradora gestión del noble sacerdote de tan visionaria como iluminadora pluma, nacido en la cercana Valdivia.

Escudo y antorcha

Han sido justamente aquellos ideales de libre expresión y patriótico servicio a Chile, los que desde aquel entonces, han guiado la esclarecedora misión comunicacional de las damas y varones que se han consagrado al Periodismo. Una de las profesiones más riesgosa e incomprendidas, pero de extraordinaria e indispensable influencia en el desarrollo integral de las sociedades. Las que, con el tiempo, han terminado por asimilar a la prensa como una de sus inextinguibles antorchas iluminadoras del presente y porvenir, y uno de sus principales escudos protectores contra las injusticias, la corrupción, las lacras sociales, los desbordes de poder, entre otros abusos que dañan y vulneran la dignidad humana.

Y es, precisamente, este motivo, por el cual la delicada tarea de informar verazmente los hechos noticiosos, ha debido trascender a la de orientar, opinando con sólidos y constructivos argumentos; investigar, mediante reportajes a fondo, que diluciden los más enmarañados sucesos; y con entrevistas, que lleven la verdad de los acontecimientos, a través de sus actores, entre otros recursos propios de los medios comunicacionales escritos, radiales, televisivos y multimediales hoy vigentes.

Razón de ser

Pluma, micrófono, grabadora o cámara en ristre, o través de los recursos multimediales de los tiempos en boga, el periodista se abre paso hacia su razón de ser: la noticia y su principal protagonista, el ser humano. Por cuya integridad, al mismo tiempo, debe velar mediante la investigación y la denuncia oportuna, el estímulo a las conquistas que engrandecen, la difusión del virtuosismo de los grandes hombres y mujeres dignos de imitarse, el respaldo a todo aquello que ennoblece y dignifica, así como el combate sin cuartel a todo lo que pudiera dañar a esa misma sociedad, sea cual fuere su origen.

Hermano de periodista

Uno de los periodistas sobresalientes que tuvo El Llanquihue de Puerto Montt, en su período de apogeo, bajo el liderazgo de su director por 50 años Don Ewaldo Hohmann, fue el reportero y redactor Darío Toloza Paredes, desde 1961 hasta 1990, con un breve paso por el Diario 24 Horas y en la filial Puerto Montt de Radio Cooperativa. De briosa, elegante y sensible pluma, fue un gran aporte para el rotativo puertomontino y para la comunidad, especialmente para aquellos más modestos y vulnerables.

Hoy, en la víspera del Día del Periodista, su hermano Archibaldo, -Hijo Ilustre de Puerto Montt en 2017 y colaborador de El Llanquihue durante 50 años-, lo recuerda con nostalgia y admiración:

"Mi hermano Darío (QEPD) abrazó el periodismo con la firme convicción de informar verazmente sobre el acontecer del progreso material, social, cultural y humano del medio en que vivía. Así como el artista pintor traslada a su tela las bellezas naturales, él, mi hermano Darío, plasmaba en palabras los triunfos para celebrar y las adversidades para superarlas, como lo hace todo buen periodista.

En el Día del Periodista, el 11 de julio, un afectuoso saludo a todos quienes componen esa maravillosa actividad de informar, con el ruego a San Francisco de Sales -Patrono de los Periodistas- para que les imparta su bendición".

Ser periodista en Chile hoy no debe ser tan distinto al año 1812, cuando en los albores de la república, Camilo Henríquez fundó "La Aurora de Chile". Tampoco debe haber sido muy diferente al año 1885, cuando el Diario El Llanquihue comenzó su larga trayectoria al servicio de Puerto Montt y la región; ni en 1956, cuando el 11 de julio se instituyó el Día del Periodista. En distintas épocas, en distintos siglos, el oficio periodístico ha mantenido prácticamente inalterable su esencia de darle sentido a la realidad y, en un delicado ejercicio de reporteo y redacción, contribuir a la formación de opinión pública para que la ciudadanía, al final del día, cuente con las adecuadas herramientas para tomar decisiones mediante una información veraz, oportuna e independiente. Por supuesto que han cambiado los instrumentos para cumplir esta función. De los diarios de papel, en blanco y negro y sin fotografía, se ha ido transitando vertiginosamente hacia plataformas que mantienen el papel, en color y con fotografías de alta calidad, aunque ahora con el añadido de sistemas online que permiten un flujo de información permanente y a toda hora en una sociedad, por lo demás, totalmente globalizada. Las distintas generaciones que han pasado por El Llanquihue desde 1885 son tal vez el mejor testimonio de este compromiso con el bello oficio del periodismo. De atestiguar los inicios de Puerto Montt en el siglo XIX, con un pueblo que se abría paso entre los bosques del sur y el mar bravo, los periodistas que han pasado por esta casa han ido relatando día tras día la historia de una ciudad que hoy se erige como polo de desarrollo del sur austral del país, valorando sus avances, reconociendo a sus forjadores pasados y presentes, criticando los desaciertos y advirtiendo los peligros inminentes. Esa función, tan vital en una sociedad democrática, se ha mantenido sin variaciones desde 1885 hasta 2022, compromiso que por cierto es premiado diariamente por una comunidad que encuentra acá una legítima plaza pública que permite el debate y la libre circulación de las ideas. Detrás de cada una de las 44.587 ediciones de El Llanquihue ha habido periodistas que, venciendo multiplicidad de obstáculos, el último de ellos, por ejemplo, la pandemia, han entrevistado, sondeado, atestiguado y escrito para que sus lectores se reconozcan en un entorno compartido, con identidad, aspiración y sueños comunes.