Correo
Cantos de sirena
A lo largo de los siglos, los marineros cuentan historias de ron y bar en las que alertan sobre los peligros de escuchar los cantos de sirena, ya que estos inevitablemente llevarán al naufragio y la muerte.
Pero pese a este popular conocimiento, una y otra vez los marineros caen bajo el dulce embrujo hipnótico de estas bellas quimeras; y por más que algunos viejos lobos de mar alerten del mortal peligro, los marineros, embobados por las bellas melodías, no escucharán las advertencias y sucumbirán junto a sus embarcaciones arrastrados al fondo del mar.
Germán Remmele
Desigualdades educativas
La educación es una de las áreas que sufrirá los cambios más dramáticos de aprobarse el proyecto de nueva Constitución, ya que este, además de atentar contra libertades y derechos con los que ya contábamos los chilenos, cimienta la base de un imperio de desigualdades al establecer ciudadanos de primera y segunda categoría.
Ello sucede porque la propuesta, junto con pretender un sistema unificado donde el Estado controle toda la educación, garantiza la libertad de enseñanza sólo para él y los pueblos originarios, siendo estos últimos los únicos con autonomía para crear, administrar y gestionar establecimientos educativos no estatales, derecho que no está garantizado para la gran mayoría de la población. A esta mayoría se le impone una serie de "requisitos" para optar a un "reconocimiento oficial", el que se traduce, por ejemplo, en que la educación particular subvencionada (que atiende a más de la mitad de los escolares del país, siendo un 90% de ella gratuita) deberá renunciar a su identidad y autodeterminación para seguir funcionando, lo que sepultará la variedad de proyectos educativos que identifican los valores de millones de familias chilenas.
Así, la propuesta de nueva Constitución elimina o limita gravemente la existencia de un sistema de enseñanza pluralista y diverso, elementos fundamentales para que nuestro país siga ofreciendo un sistema mixto de educación, donde los apoderados puedan ejercer de manera efectiva su libertad y derecho a elegir el establecimiento educacional para sus hijos en un ámbito libre, justo e igualitario.
Sin libertad de pensamiento, sólo nos conducirán al adoctrinamiento.
Luis Cañas, presidente de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados
Campaña electoral
A poco más de un mes del plebiscito de salida lo más seguro es que, en materia de encuestas, los resultados comiencen a estrecharse. Esto, qué duda cabe, era algo que se veía venir una vez que comenzaran las campañas.
De esta manera no es extraño ver el despliegue territorial y callejero, a nivel nacional, de la opción Apruebo, mientras el Rechazo sigue usando la vitrina de medios de comunicación y redes sociales para llegar instalar sus ideas. En el caso del Rechazo, su estrategia presenta un problema: siguen hablándose a sí mismos, a las mismas elites de siempre, sin acercarse ni estar presentes en las calles, en las regiones, en las comunas (que no sean Vitacura, Las Condes o Providencia).
Con todo, y con el desgaste propio que conllevan las campañas, será interesante observar qué opción llega mejor aspectada al domingo 4 de septiembre, pero eso sí, primero deberán pasar agosto de la mejor manera posible.
Rodrigo Durán Guzmán
Emprendedores y tributos
La reforma tributaria propuesta tiene el mérito de traer a la mesa una gran pregunta: ¿se puede crear valor sustentablemente aumentando fuertemente los impuestos? ¿Promueve este tipo de reformas la innovación, el emprendimiento y la creación de empleos? ¿O al final se va a destruir más valor del que se va a crear?
Como es sabido, la reforma está diseñada para sólo afectar al 3% más pudiente, por lo que debería beneficiar al 97% de la población. Adicionalmente, hay incentivos importantes para las pymes, como el acceso a créditos para el pago del IVA e incentivos a la inversión en investigación y desarrollo. Sin embargo, hay un gran factor que se está dejando desatendido: ya ha sido probado que el aumentar fuertemente la carga impositiva aumenta el costo del capital y, por lo tanto, disminuye la capacidad de inversión de una economía.
En este contexto, veamos los factores clave para lanzar un emprendimiento: primero está el acceso al capital. Si los inversionistas piden retornos más altos para cubrir las nuevas cargas impositivas, entonces el capital se hace más escaso y más caro; segundo, el emprendedor necesita clientes que le compren sus productos, pero al incrementar fuertemente la carga impositiva a las empresas, estas tienen que aumentar su productividad automatizando y/o reduciendo personal en Chile, donde las cargas son más altas.
Todo esto hace que haya menos personas empleadas y que el emprendedor tenga menos mercado. Estos dos temas sí se pueden manejar virtuosamente en una reforma fiscal (ver caso de Israel), sin embargo, en la propuesta actual se dejan desatendidos.
En resumen, es altamente probable que el aumento de impuestos propuesto no genere beneficios reales para los emprendedores, pero sí que genere perjuicios relevantes. Esto es muy importante para Chile, ya que los emprendedores son los que fundan pymes, las cuales emplean a más del 40% de la población.
Álex Horvitz, Corporación de Apoyo al Emprendimiento G100
Boric y la campaña
El Presidente Gabriel Boric encontró la receta mágica para que el día tenga más horas: está dedicado a la campaña y cuando le queda tiempo, gobierna.
Pablo Toro
Inseguridad en el país
Gran parte de los actos delictuales de los que tenemos conocimiento cada día, lamentablemente son atribuibles a extranjeros que actúan solos o coludidos con los antisociales criollos.
Creo que es tiempo que las medidas de ingreso al país sean más reguladas y estrictas. Todos sabemos que en todo orden de cosas muchas veces pagan justos por pecadores, pero hay que ser realistas y poner de una vez por todas fin la inseguridad que estamos viviendo a nivel nacional.
La copia feliz del Edén ha dejado de ser nuestra. En estos momentos es urgente hacer un empadronamiento general de los extranjeros y a todo aquel que haya cometido algún delito, expulsarlo sin contemplaciones, aunque a los representantes de los derechos humanos no les guste.
Jorge Valenzuela Araya