Paro de micros en Osorno obliga a flexibilizar horarios de colegios
CONFLICTO. El segundo día de movilización siguió con los ajustes que muchos osorninos debieron realizar para reemplazar su medio de locomoción, donde los establecimientos municipales debieron adaptarse para recibir tanto a alumnos como funcionarios con un margen de retraso.
En el segundo día de paro indefinido de microbuses, los osorninos que usan comúnmente ese medio de transporte volvieron a tener que buscar la alternativa para llegar a tiempo al trabajo o clases; frente a este incierto panorama tanto para estudiantes y docentes, los establecimientos municipales adaptaron sus horarios, entendiendo las implicancias de esta movilización.
En general, los dos días de paro de microbuses han complicado a muchos osorninos que han debido optar por otras formas de movilizarse, con un mayor costo para su bolsillo.
Flexibilización
El director del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem), Mauricio Gutiérrez, explicó que debido a la paralización del transporte público mayor se implementó una flexibilización en la hora de llegada a los colegios, tanto para los estudiantes como para los trabajadores de la educación.
"Ellos también toman la locomoción colectiva, por tanto también pueden ver interrumpida su hora de llegada, así que para todos hay flexibilidad", destacó el jefe del Daem en alusión a los profesionales.
En cuanto a la asistencia de estos días, Gutiérrez detalló que el martes en los establecimientos municipales hubo una asistencia que alcanzó el 75%, mientras que el miércoles el porcentaje fue similar y en algunos colegios incluso subió.
En el caso de la comunidad en general, ayer siguieron utilizando vehículos particulares y colectivos -mayoritariamente-, con una alta circulación de vehículos menores, donde el tráfico de la ciudad se vio colapsado desde cerca del mediodía con una caravana de más de 100 micros, acompañadas por algunos colectivos.
Llegaron al colegio
Susana Tello trabaja haciendo aseo en distintas casas particulares y se moviliza principalmente en micro, por lo que el martes y ayer tuvo algunos problemas para llegar a sus compromisos, mientras que su hija se fue a clases en colectivo y llegó pasadas las 8 y media de la mañana el primer día de paro.
"El martes fue bien complicado para mí, porque debo reconocer que no me preocupé mucho antes. Me costó encontrar colectivo, pero yo generalmente prefiero tomar micro porque es más económico. Además, mi hija se va al liceo en micro y el martes llegó bien atrasada, pero ya hoy (miércoles) fuimos más precavidas y le pedimos a un vecino que nos lleve en su auto, pero tuvimos que salir muy temprano eso sí", manifestó Susana.
Mirtha Gómez, por su parte, relató que ambos días sus dos hijos han salido al liceo en colectivo, donde la tarifa se les duplica mientras no retornen las micros.
"Mis dos chicos se fueron temprano a tomar colectivo estos dos días. No llegaron tarde
al liceo, pero porque salieron antes de las 7 de la mañana; eso sí, me sale harto más caro, por eso pienso que ojalá este paro termine luego porque no es ninguna gracia estar pagando más en locomoción en estos tiempos y tampoco estoy de acuerdo en que suban la micro", señaló Mirtha.
Marcela Rodríguez lleva a su hija a un jardín infantil en el centro, cerca de su trabajo, y generalmente también lo hace en micro, por lo que señaló que en estos días ha debido contactar automóviles de aplicaciones para trasladarse en las mañanas.
"Yo salgo después de las 8 de mi casa en Mirasur con mi hijita, que tiene dos años, todos los días en micro. Pero ahora con el frío no puedo estar mucho afuera con ella, así que estoy obligada a usar Uber, pero a mí no me alcanza el sueldo para hacer eso todas las mañanas", expresó.
Vecinos complicados
Elena Robles es una ex administrativa jubilada vive en el sector de avenida Francia y regularmente sale a hacer trámites al centro en micro al menos tres veces a la semana, ya que es la alternativa más adecuada a su bolsillo, según comenta.
"Para una que es jubilada y aún autovalente, la micro es ideal, porque vivo lejos del centro y el taxi es muy caro ida y vuelta. Además yo no tengo auto y vivo sola. Estos días me ha tocado incurrir en un gasto extra en taxi, porque tuve que ir al médico en el centro y además a comprar lana, pero ya los otros días voy a tratar de que algún vecino me lleve, porque la vida está muy cara para andar saliéndose del presupuesto", comentó.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Eliana Catrilef, criticó el actuar de los micreros, ya que los más perjudicados son los usuarios, donde muchos de ellos deben pagar más de un pasaje diario, ya sea por hijos que estudian o por viajes extras.
Catrilef señaló que vecinos reportan que algunos escolares y estudiantes universitarios perdieron algunas clases por la falta de locomoción, pero además hay muchos que han perdido sus horas de atención médica porque no alcanzaron a llegar al hospital
"Como Unión Comunal no estamos de acuerdo en lo que ellos están pidiendo. No estamos de acuerdo bajo ninguna circunstancia que suba el precio del pasaje, más encima en $250, que es demasiado. Estamos conscientes de que el combustible ha subido mucho, pero tienen la otra parte que es la subvención y al empresario le llega. Ahora, el problema que hay entre el empresario y el chofer ya es otra cosa y es un conflicto entre particulares", manifestó la dirigenta.
Desde el grupo de choferes que encabezan este paro, al cierre de esta edición informaron que mantenían una reunión con autoridades locales, a la espera de la llegada de personeros de Transportes que vendrían a dialogar desde Santiago.
"Nosotros como Unión Comunal no estamos de acuerdo en lo que ellos están pidiendo"
Eliana Catrilef, Presidenta Juntas de Vecinos
2 días la micro actualmente en Osorno y los choferes buscan que esta tarifa suba a $650, lo que no ha sido aceptado por las autoridades por tratarse de un transporte subvencionado. $400 cuesta la micro actualmente en Osorno y los choferes buscan que esta tarifa suba a $650, lo que no ha sido aceptado por las autoridades por tratarse de un transporte subvencionado.