Microbasurales en las ciudades
Lamentablemente, en muchas urbes se da este fenómeno de acopio de basura en lugares que para nada corresponden. Ni las calles, ni los ríos, ni los lagos, ni el mar, son lugares en los que las personas debieran depositar sus residuos domiciliarios.
Las escenas de microbasurales en barrios o a la salida de las ciudades se repiten en todas partes. El aumento de la población se traduce también en el incremento de la basura en las calles, cuando no se acompaña del cuidado del ambiente. Pero no tendría que ser así si cada uno cumpliera con las medidas mínimas de cuidado. Pese a los constantes operativos de limpieza, no se logra erradicarlos. Mientras algunos municipios tienen convenios con empresas recicladoras, hay quienes van a dejar sus escombros y desechos donde no corresponde, incluso algunos de tipo peligroso, porque no tienen conciencia del medio ambiente.
Cuidar el medio ambiente es de la mayor importancia si se considera cómo las sociedades han deteriorado el entorno. El planeta está sometido a cambios y desafíos de magnitud, causados por el hombre y el calentamiento global es la mejor prueba de ello. Los daños son evidentes, como ha denunciado un informe de la ONU: aguas y territorios contaminados, y grandes emisiones de gases de efecto invernadero, que tienen al planeta con cambios de insospechadas consecuencias.
Es clave tomar conciencia del problema y asumir compromisos individuales y colectivos respecto de la disposición final de la basura. El asunto es delicado y exige acciones concretas para comenzara a remediar los perjuicios y transformaciones ocasionados, porque las futuras generaciones así lo exigen.
Todo hace parecer que hoy la conciencia ecológica crece. Así también se desprende de los movimientos sociales que han puesto de relieve estas discusiones. Sin embargo, más allá de los grandes temas medioambientales, existen aquellos particulares o menores, pero no menos importantes, de las comunidades, en las que la conciencia ecológica es escasa o no existe.
Están desde quienes lanzan basuras a los ríos, lagunas o al mar, o quienes dejan a diario sus desperdicios en la calle, en espacios comunes o en las playas. Es frecuente que muchas personas asignen a los demás la responsabilidad de mantener limpio el ambiente y sus ciudades, pero no se entiende que es una tarea que parte por cada uno. Al menos hay que comenzar evitando la formación de microbasurales en el entorno de los barrios propios.