Residentes de Pelluco denuncian el funcionamiento de locales clandestinos
PIDEN QUE SE CIERREN. Pese a que Carabineros ha cerrado varios locales ilegales, vecinos lamentan que siguen operando. Dirigentes vecinales insisten con posibilidad de contar con un retén.
"Es un after que parte entre las 02 y 04 horas, que en más de una ocasión ha sido hasta las 10 horas de lunes a domingo", cuenta María Barra, residente de Pelluco, quien se cansó del funcionamiento de locales nocturnos durante toda la madrugada.
La vecina denunció a por lo menos tres locales clandestinos, haciendo público los problemas que han debido enfrentar durante los últimos tres años, que de una zona de tranquilidad pasó a ser la más ruidosa de la ciudad.
Ella es el ejemplo de lo que están pasando muchas familias en este punto de la capital regional, porque la "música se escucha en todo Pelluco, por ende, nadie puede dormir".
Agrega que "gran parte de los que vivimos aquí somos gente de trabajo, gente de bien, y a quien nadie le ha regalado nada; por ende, funcionamos durante el día, levantándonos aproximadamente a las 6 horas sin lograr dormir, lo que produce irritabilidad, ansiedad, angustia, estar cansados y con sueño durante todo el día, lentitud en resolución de ideas y actividad física, alteración de la memoria e inquietud por no saber si se logrará dormir. Esto es parte de lo que vivimos día a día".
Detenidos
El mayor Cristián Becerra, comisario de la Segunda Comisaría de Carabineros, dijo que en forma constante se están realizando servicios en este punto de la ciudad, los que son planificados por la institución.
De acuerdo con el mayor Becerra, en estos servicios se suma personal de seguridad de la Municipalidad.
Consultado sobre la denuncia vecinal, el oficial reconoce que la zona presenta un problema de inseguridad e incivilidades.
"Estamos conscientes de la situación y hay infracciones anteriores, y por ello se va a fiscalizar. Los servicios son permanentes en este sector y además se harán servicios extraordinarios".
Explica el oficial que estos locales han sido infraccionados "e incluso ha habido detenidos, además de decomisos de alcohol". Agrega que se han tomado medidas y que se ha supervisado, infraccionado y decomisado especies, se han "tomado detenidos y aparte se van a reforzar los servicios en este y otros sectores de la ciudad donde hay problemas similares".
Retén
Valeria Árgel, presidenta de la junta de vecinos de Pelluco, reconoce que la gente está cansada de reclamar. Reveló que incluso algunos residentes decidieron poner en venta sus propiedades, porque si no son las carreras clandestinas es la música, las fiestas y los gritos. E incluso balazos.
"Los vecinos, de los pocos que quedan, insisten en vender, porque el ruido se escucha en todo Pelluco. Y cuando llegan los Carabineros, le bajan el volumen y cuando se van los carabineros vuelve el ruido. Es algo de nunca acabar", revela la dirigenta social.
A propósito de este contexto, Árgel sostiene que sigue en pie la demanda de instalar una unidad de Carabineros para ese sector.
"Por eso estamos solicitando un retén de Carabineros, y estamos pidiendo una reunión con la delegada presidencial, para analizar todos estos temas y ojalá se pueda concretar antes de fin de mes".
Miguel, otro vecino de Pelluco, agrega que las fiestas hasta el amanecer los tienen indignados. "Necesitamos volver a la paz, como antiguamente era nuestro barrio", comenta.
Anota que "muchas veces me he tenido que levantar con la música fuerte, los gritos que ocurren en la madrugada. Esto nos tiene muy preocupados y nos da miedo salir en las mañanas, porque hay música fuerte incluso cuando voy a dejar a mi hija al colegio", asegura.
Al igual que los otros residentes de Pelluco espera que "estos lugares puedan ser clausurados. Toda esta información fue puesta en conocimiento del Plan Cuadrante", explica. Por otro lado, Árgel señala que, con respecto a los clandestinos, los carabineros saben quiénes son y dónde funcionan. "Hace tiempo atrás allanaron un lugar y fue noticia".
Los clientes, explica la dirigenta, ingresan por el lado de la calle Inés Gallardo, donde "pusieron un portón para que no los fiscalicen".
Encerrados
María Barra cuenta que en la primavera de 2001 llegó a Pelluco a vivir con sus hijos, en la calle Buenos Aires.
"Arriba de nuestra casa existía una cancha de fútbol, no teníamos cercos, la ropa quedaba tendida esperando secarse, sin temor a que se la robaran; los fines de semana eran de descanso, con la calle de ripio, prácticamente sin tránsito vehicular. Pero bueno, el tiempo pasa y para mal, el día de hoy la realidad es otra; estamos encerrados, con miedo a salir principalmente de noche, porque uno se encuentra con autos estacionados en todas las calles que suben por Buenos Aires bloqueando el paso, por ejemplo, al carro de Bomberos. Nos bloquean la entrada de auto de la casa, lleno de gente tomando, gritando hasta altas horas de la mañana, dejando lleno de basura, como latas de cerveza, vasos, botellas, confort, preservativos, entre otros".
Respecto de los locales clandestinos, indicó que estos iniciaron su funcionamiento previo a la pandemia, es decir, hace tres años.
2 horas inician su funcionamiento los clandestinos en el balneario puertomontino, de acuerdo con la denuncia de los vecinos.
7 días de la semana llevan adelante "sus fiestas y sin ningún tipo de fiscalización", comentan los residentes.