Tilda Swinton e Idris Elba detallan la última película de George Miller
CINE. Protagonizan "Érase una vez un genio", versión del clásico del ser fabuloso que concede los deseos.
Amelia Carvallo
El director australiano George Miller, responsable de la saga apocalíptica de Mad Max, la llama su "versión de un cuento clásico", el del genio liberado sin querer por alguien a quien le concede tres deseos que lo ponen en una encrucijada vital. "Érase una vez un genio" podrá verse en cines desde el 1 de septiembre y está basada en la novela de 1994 "The Genio in the Nightingale's Eye" del escritor inglés A.S. Byatt.
El genio se llama Djinn y con orejas puntiagudas lo interpreta el británico Idris Elba, recordado por su roles en las series "The Wire" y "Luther". Por su lado, Tilda Swinton encarna a la pelirroja profesora Alithea Binnie, estudiosa de los mitos universales que llegó a una conferencia mundial en la antigua Estambul.
Guiada por la razón, la mujer duda de la existencia del fabuloso ser, pero en el fondo del corazón no puede sustraerse al aspecto maravilloso del encuentro, muy alerta además al peligro de pedir deseos que no sean los correctos. Esas son las coordenadas de este cuento al que George Miller le saca lustre y reflexiones sobre la libertad, el amor y los deseos que pueden salir mal.
Poco sociables
Nacida en Londres pero criada en Escocia, Katherine Matilda Swinton, más conocida como Tilda y cercana a los 62 años, cuenta que su personaje es una mujer extraordinaria que deja boquiabierto al genio al confesarle que no tiene ningún deseo que formularle: "No deja de ser una fachada esa actitud, no solo ante el genio que nunca ha conocido a alguien así, también lo es para los espectadores que piensan en alguien que nunca ha deseado nada. El genio cree que están en cierta igualdad, no es que sean unos solitarios, solo han sido poco sociables, ambos han pasado tres mil años dentro de una botella".
Lejos ya del nudo de qué pedir, qué desear, los personajes a lo largo de los 108 minutos que dura la película forjan una especie de amistad. "Se unen, en mi opinión, en una relación muy saludable donde se muestran mutuamente incluso su soledad. Y dicen "bien, bueno, hay mucho que puedo hacer al respecto, realmente puedo meterme con lo tuyo y te mostraré lo mío y hagámonos compañía uno al otro". "Es este reconocimiento lo que hace a un ser humano, cada quien tiene su propio camino, pero nos acompañamos unos a otros y, si tenemos suerte, encontramos personas maravillosas para hacernos compañía", reflexiona Tilda.
Más allá de la típica historia romántica, la actriz cree que el genio y la mujer descubren un tipo de amor. "Más allá de cualquier tipo de idea romántica del amor que nos han vendido durante tanto tiempo que la gente se convierte en una sola, estos dos nunca se convierten en uno. Se unen, se ven el uno al otro y se apoyan mutuamente, pero se mantienen separados por así decirlo. No voy a decir qué pasa, pero no se fusionan, no se pierden el uno en el otro y eso es realmente sofisticado e increíblemente maduro, porque ellos no nacieron ayer, quiero decir que ella no ha vivido tres mil años, pero casi, han vivido largas vidas y han sobrevivido a cosas los dos, no son seres jóvenes, frescos, que estén listos para fusionarse con otro y creo que es algo que en realidad es muy identificable", explica la actriz.
Cambiar estereotipos
Animado a jugársela por una vuelta de tuerca al cuento del genio maravilloso, George Miller en esta nueva película introduce una pareja protagónica que subvierte un poco los clásicos roles de mortal y ser fabuloso. "El llamado personaje sobrenatural es el que tiene todas las dudas y el personaje humano es en realidad mucho más claro, más simple, y más establecido por así decirlo. Eso fue algo que George habló desde el principio, esta fue una forma de cambiar los estereotipos antiguos", aclara Tilda Swinton.
La inteligente profesora a lo largo del filme, tensado por las historias maravillosas que le cuenta el genio sobre sus pasados avatares, cautela cada una de las palabras que dice porque está muy alerta sobre las advertencias que implica enfrentarse a un genio maravilloso y pedir lo que no conviene y caer en una trampa. Mientras le cuenta de su aventura amorosa con la Reina de Saba, o sus andanzas en la corte del Sultán Solimán, el genio también comienza a mostrar su vulnerabilidad.
El genio djinn
Su personaje, Idris Elba lo detalla desde su complejidad: "Él es inmortal, así que no le es propio enamorarse y compartir emociones y deseos humanos. Eso es lo que comienza a comprender de su travesía".
Agrega que "las historias que le cuenta a Alithea son una forma de darle un trasfondo a ella, convenciéndola de pedir tres deseos, pero en verdad, para él, esto es una terapia. Es su oportunidad de reflexionar sobre lo que ha estado sucediendo durante tres mil años, y quizás no cometa los mismos errores en el futuro. Ahí es donde las historias que cuenta realmente tienen su peso e importancia para él".