Ola de críticas a Bolsonaro: lo acusan de "machismo explícito" y de apropiarse del Bicentenario
BRASIL. Utilizó una grosería en un discurso para que el público coreara su supuesta potencia sexual y encabezó actos de Fiestas Patrias solo con sus partidarios.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se valió ayer del Bicentenario de la Independencia del país para mostrar fuerza electoral y movilizar a miles de personas en apoyo a su candidatura para las elecciones del 2 de octubre, pero también fue duramente criticado por animar, en su discurso en Brasilia, a que la multitud coreara "es imbroxável", una grosera palabra usada coloquialmente en Brasil para definir a un hombre que nunca falla en sus relaciones sexuales.
A casi tres semanas de la cita con las urnas, Bolsonaro está en clara desventaja en las encuestas, que le atribuyen una intención de voto en torno al 30%, frente al 45% que obtendría el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, abanderado de un frente progresista.
Aún así, el líder de la ultraderecha congregó grandes multitudes en Brasilia y Río de Janeiro, donde encabezó sendos actos, al tiempo que otras mareas de gente vestida con los colores verde y amarillo de la bandera nacional se volcaban en Sao Paulo y otras ciudades.
Tanto en Brasilia como en la playa de Copacabana, Bolsonaro participó primero en ceremonias y desfiles militares oficiales en ocasión de los 200 años de la Independencia de Portugal, como en actos puramente proselitistas, siempre con el mismo público, integrado exclusivamente por sus seguidores.
En los dos discursos que pronunció, Bolsonaro se concentró en críticas a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT) y reiteró su retórica en torno a los "valores" conservadores.
Aun cuando algunos de sus partidarios exhibían carteles pidiendo una "intervención militar" y la "clausura" del Parlamento y la Corte Suprema, no se hizo eco e insistió en que Brasil tiene hoy "un presidente que cree en Dios, respeta a los militares, defiende a la familia, es contra el aborto y le debe lealtad su pueblo".
Campaña y fiesta patria
La forma en que Bolsonaro mezcló la fiesta patria con su campaña electoral generó una ola de críticas en la oposición, que en su gran mayoría decidió entregarle la calle al bolsonarismo para evitar posibles altercados con los más radicales.
Lula lamentó que no haya sido "un día de amor y unión por Brasil", sino marcado por el "discurso de odio" que le atribuye a Bolsonaro. Sin embargo, manifestó su esperanza en que el país "reconquistará su bandera, su soberanía y la democracia".
El candidato laborista Ciro Gomes, tercero en los sondeos con un 9%, se expresó en los mismos términos. "Merecíamos conmemorar los 200 años de Independencia viviendo días bien mejores", manifestó.
A pesar de las multitudes, en Brasilia hubo ausencias de peso político, que mostraron así su rechazo al radicalismo de los bolsonaristas. No asistieron a los actos del Bicentenario los presidentes de la Cámara de Diputados, Arhur Lira; del Senado, Rodrigo Pacheco, y de la Corte Suprema, Luiz Fux.
"vergonzoso"
Una de las escenas que dejó este Bicentenario fue calificada por líderes de la oposición como "machismo explícito", después de que el mandatario se pavoneara de su supuesta potencia sexual.
En su discurso en Brasilia, tras elogiar a su esposa y sin una sola mención al día patrio, el propio Bolsonaro animó a la multitud a corear "es imbroxável", una grosería con la cual se menciona a un hombre que nunca falla a la hora del sexo.
"Vergonzoso y patético", afirmó la candidata presidencial de una alianza de centro derecha Simone Tebet, y agregó que "en el día de la Independencia, el presidente muestra su desprecio por las mujeres con su masculinidad tóxica e infantil".
En el mismo sentido se pronunció Soraya Thronicke, abanderada de una coalición de derechas, quien sostuvo que Bolsonaro "insiste en propagar una información que no le interesa al pueblo brasileño, que no precisa un presidente 'imbroxável', sino incorruptible".
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, una de las coordinadoras de la campaña de Lula, calificó a Bolsonaro de "despreciable", tras acusarlo de "apropiarse indebidamente del Bicentenario de la Independencia".