El extremo aislamiento impidió sufragar a decenas de electores
PLEBISCITO DE SALIDA. Servel evalúa solicitudes para nuevas mesas en dos comunas y detalla que, entre otras condiciones, se requiere a lo menos 40 inscritos de un sector en el Registro Electoral y un local educacional con espacio.
"Hubo gente que no pudo ir no más a votar porque no tenían cómo pagar una pensión. Donde son hartos de una familia… se complica el tema. Y además no se puede dejar las casas solas. Acá no tenemos carabineros, no tenemos capitanía de puerto, no tenemos nada. Y tampoco conseguimos que la lancha subsidiada nos sacara de madrugada para ir y volver el mismo día. Estamos un poco abandonados. Las autoridades muchas veces no llegan a nuestro sector", afirma Armando González, presidente de la comunidad Indígena de Caleta Inío, dando cuenta de una situación que afectó a muchos electores de zonas apartadas en la región de Los Lagos, quienes, a falta de local de votación en sus sectores, debían sortear enormes dificultades para llegar a sus mesas electorales.
Porque a pesar de que Inío, en el extremo sur de la Isla Grande del Archipiélago de Chiloé, está a menos de 90 kilómetros en línea recta de Quellón, donde tenían que sufragar, a falta de caminos, unos 80 electores, estaban obligados a un complicado viaje por mar, de unas 5 a 6 horas, incierto, porque dependen además de las condiciones climáticas, "a veces podemos salir y si se echa a perder el tiempo, se pone malo, no se puede volver no más, se cierran los puertos y nos quedamos afuera", explica González.
"Y dejar nuestras casas, nuestros animales… hay jaurías de perros asilvestrados, que si no hay nadie atacan", y en esta época, con las pariciones, "la pérdida es grande", dice González.
A ello se suma que en Inío no hay luz eléctrica: "Todos usamos generadores, pero hay que abastecerlos de combustible. Entonces, si sale por más de un día, se descongelan todos sus alimentos. Y había que salir un día antes", agrega.
200 km
Porque pese a que en el mapa estén a menos de 200 kilómetros, por lo que no pueden excusarse de ir a votar, en la práctica muchos habitantes de zonas apartadas están hasta casi 600 kilómetros, cuenta el alcalde de Cochamó, Silverio Morales, ejemplificándolo con la situación que afecta a unas 80 personas de cinco localidades fronterizas de su comuna que, en el pasado Plebiscito y estando obligados a ir a sufragar, no pudieron hacerlo porque habrían tenido que salir por Argentina, entrar por Cardenal Samoré para llegar a Puelo a emitir su sufragio.
"Somos una región bien complicada geográficamente, muchas islas, muchos sectores cordilleranos, no es posible llegar a todos", explica Corina Mancilla, directora regional (s) del Servicio Electoral (Servel), quien agrega que además está el factor climático, que dificulta aún más el acceso.
Pese a ello, asegura, y apoyados por Correos y por servicios públicos, llegan por aire, mar o tierra a 24 localidades muy aisladas en la región, pero que principalmente se ubican en las provincias de Chiloé, Palena y Llanquihue.
Pero en la región son muchas las localidades desde donde los electores quisieran que en lugar de complicados periplos para ir a sufragar, como Inío, Paso El León o las Islas Desertores, quisieran tener mesas electorales en sus sectores.
Son los municipios los que en general plantean estas situaciones, explica Mancilla, quien afirma que hace un año, cuando se preparaba el proceso y se revisaba la situación a nivel regional, se ofició a todos los municipios, "a los 30", recalca, preguntando si necesitaban instalar nuevas mesas en algunos sectores, pero "fueron muy poquitos los que respondieron".