"Es una derrota profunda de una parte de la izquierda chilena, de aquella que plantea avanzar sin transar"
"Pasó algo bien sencillo. Triunfó el sentido común". Es la visión de Hardy Knittel, vocero del movimiento Gente del Sur, a la hora de analizar el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida a la propuesta de Constitución presentada al país por la Convención Constitucional, lo mismo que la "sensatez y la moderación", agrega una de las figuras más conocidas de esta agrupación y de la centroizquierda chilena, a pesar de su condición de independiente.
Sin embargo, el bachiller en Historia y ex intendente de la Región de Valparaíso, asegura que Chile "merece resolver la temática constituyente". Y aunque descarta una candidatura a una eventual Convención, destaca que en Gente del Sur hay personas que cuentan con las capacidades para asumir dicho desafío.
Knittel emplazó a la centroderecha y derecha a no "llevarse el triunfo para la casa", así como ningún político "puede hacerlo", por cuanto se trata de una victoria de los "ciudadanos que rechazaron un mal texto y un radicalismo en su contenido".
Además, estima que la historia tiene que ser severa con los constituyentes, "por dedicarse a jugar y a experimentar con el país".
Pero también con los académicos y políticos que avalaron la violencia y la destrucción que tuvo lugar en octubre de 2019 o que guardaron silencio frente a esos sucesos, en el contexto del denominado estallido social.
- ¿Qué reflexión realiza de lo sucedido el 4 de septiembre?
- Fue derrotado, sin duda alguna, el radicalismo, toda vez que Chile no está para experimentos radicales, ni para ánimos refundacionales. Porque si bien todos los convencionales decían que su texto había sido el más leído y el más comprado, no contaron que con la inscripción automática y el voto obligatorio, se expresó la mayoría silenciosa, la que no está en los actos, la que no marcha por las calles, la que no grita y la que no respondió las encuestas. Personas no politizadas. Hay una tremenda valorización de los 30 años.
La gente que fue a votar reconoce que Chile requiere cambios, pero graduales. También perdió el Gobierno que asumió durante seis meses un compromiso con este proceso, despreocupándose de gobernar, lo mismo que el octubrismo, porque los pueblos son más sabios.
- Pero el contenido del texto fue el rechazado...
- Fuimos convocados a votar por un texto, en cuya redacción los convencionales se dieron todos los gustitos posibles. La historia, algún día, tendrá que ser muy severa con ellos, puesto que se farrearon una tremenda oportunidad histórica. Se creyeron dueños de la historia. Quienes fuimos a votar percibimos que Chile no está para experimentos sociales.
- ¿Hubo una reivindicación de los últimos 30 años?
- Se valora que hay mejores hospitales, consultorios, caminos y conectividad; que hay temas pendientes, sin duda. Pero aquí fue derrotada la altanería y la soberbia. Sólo hay que recordar el comportamiento de algunos convencionales y ministros. Ahora, se debe ser magnánimo en el triunfo.
- ¿Hubo una desconexión con los intereses de la ciudadanía?
- Esto demostró que hay una desconexión enorme entre los que se dicen representantes del pueblo y el pueblo. No es casualidad que en 338 comunas, de las 346 que existen en el país, ganase el Rechazo. Por ello creo que se equivocan quienes plantean que es una derrota de los alcaldes, porque no fue una elección municipal, ni parlamentaria, fue un comicio mucho más grandote, respecto a cómo queremos que sea Chile más adelante. Los chilenos expresaron que no quieren un sistema político debilitado, ni autonomías territoriales indígenas, ni que la propiedad esté en cuestión, ni diversos sistemas de justicia. También quieren un resguardo del medio ambiente, pero no un activismo radical en esta materia.
- Temáticas planteadas por una izquierda más radical...
- Esta es una derrota profunda de una parte de la izquierda chilena, de aquella que plantea avanzar sin transar y que se creen iluminados. A ellos, un humilde consejo: no se hacen cambios profundos sin mayorías sociales y políticas. No es suficiente ser el 30% de la población, ni haber ganado una elección presidencial en su minuto y en un contexto determinado. Por eso digo que el pueblo castigó la soberbia y la altanería, porque cuando hay más de 24 puntos de diferencia y 7.882.000 de chilenos que votaron por el Rechazo, lo que hicieron fue decir que quieren cambios, pero mediante el diálogo y la conversación, como se ha construido Chile.
- ¿Hubo una reivindicación del centro político?
- Insisto, triunfó el sentido común, que siempre está ubicado más en el centro político. Es una tremenda reivindicación de este sector. Ojalá que esta izquierda radical y refundacional haga una autocrítica que es justa y necesaria, porque con las derrotas se aprende. Tienen que analizarla, pero sin culpar al empedrado. No se puede hablar de las noticias falsas, porque resulta que hace nueve meses el actual Presidente (Gabriel Boric) ganó en el mismo contexto, con los mismos medios de comunicación y panelistas. No puede ser que cuando pierdes es noticia falsa y cuando ganas, es el pueblo (...). No despreciemos al pueblo.
- Los propios convencionales aseguraron que su propuesta es el libro más leído de los últimos meses, por lo que la gente votó informada en esta ocasión...
- Me llama la atención que en su minuto andaban todos engolosinados de que era el libro más leído. Lo vendían, lo regalaban y lo pirateaban. Convengamos que si fue el texto más leído, debemos respetar la soberanía de un pueblo. Los chilenos se cansaron de la superioridad moral de este sector, de que se creen personas libres de todo tipo de pecado, en circunstancias que quienes acudieron a votar son personas que están preocupadas por la delincuencia, por la crisis económica que se nos viene, lo que se suma a que tenemos un Gobierno con muchas desprolijidades, lo que se refleja, por ejemplo, que a nivel regional tenemos un gabinete que desconocemos. Por favor, que alguien me diga quiénes son los seremis y qué planes tienen (...). El país no aguanta estudiantes en práctica. Tanto que hablaban de descentralizar, pero estas autoridades están preocupadas de la "bajada". Una palabra mágica que profundiza un centralismo brutal.
Gente del sur
- ¿Cómo califica el rol de Gente del Sur?
- Estoy orgulloso de lo realizado, de los testimonios aportados a la franja del Rechazo. Gente del Sur es una iniciativa absolutamente ciudadana, conformada por personas de izquierda, de centro y de derecha, pero por muchos dirigentes sociales. Lo mejor de Chile es su gente. Si eso no se entiende, seguirá la desconexión. No es suficiente la ideología y las fantasías. Hay que estar cerca de las personas y escucharlas.
- ¿Cuál es su postura frente a un nuevo proceso constituyente?
- Debe crearse un nuevo órgano encargado de redactar la nueva Constitución. Debe ser democrático, paritario y debe contar con escaños, pero limitado al padrón electoral. Debe ir acompañado de un borrador básico, no una hoja en blanco. Hay avances, toda vez que sabemos lo que no queremos, lo que fue derrotado, como lo radical, pero sí hay acuerdo sobre los derechos sociales.
- ¿Reconoce que la propuesta de la Convención contempla aspectos que se tienen que mantener?
- Sin duda y siempre lo señalamos. Pero hay que elaborar textos livianos. La Carta Magna de Alemania tiene 19 artículos y la de Estados Unidos siete. Se trata de principios generales, porque luego los gobiernos tienen que implementarla. Pero que cuente con un equilibrio de poderes, un Poder Judicial independiente; que exista reconocimiento a los pueblos originarios, que se garanticen los derechos sociales y que exista protección al medio ambiente. En ello estaremos de acuerdo.
- ¿Qué viene ahora para Gente del Sur?
- Queremos mantenernos como tal y honrar la palabra de que queremos una nueva y buena Constitución.
- ¿Han analizado la opción de presentar candidato a un nuevo proceso constituyente?
- Sobre desafíos políticos, también tenemos que reflexionar. Pero así como en las crisis mueren liderazgos, aquí surgió una cantidad de personas increíbles y en toda la región. Seguiremos opinando sobre el desafío que se viene y nos mantendremos como movimiento. Yo digo: 'nunca más sin los ciudadanos'. Está claro que Gente del Sur llegó para quedarse, desde el centro, desde la moderación, buscando y fomentando los acuerdos, sin agredir a nadie. Tampoco fuimos maltratados. Hablamos firme. Y sí, hay hartas personas que están disponibles para ser candidatos para el nuevo proceso.
- ¿Cómo pueden los movimientos Amarillos y Gente del Sur capitalizar lo que dejó el plebiscito?
- Estando siempre en la calle.
- ¿Qué le parecieron las críticas a la Convención del senador Fidel Espinoza (PS) y del diputado Alejandro Bernales (PL)?
- Quiero decir una cosa de Alejandro Bernales: ¿por qué no lo dijo antes? De Fidel Espinoza, reconozcamos que lo venía advirtiendo hace meses y cuando fue necesario, levantó la voz. El senador, como militante socialista, votó Apruebo, pero advirtió sobre el mal destino, lo que tiene un valor muy grande. Por eso Fidel Espinoza se ganó todo mi respeto.
"Fuimos convocados a votar por un texto, en cuya redacción los convencionales se dieron todos los gustitos posibles . La historia, algún día, tendrá que ser muy severa con ellos"