Constitución y las regiones
Las regiones han sido históricamente postergadas y durante décadas vienen exigiendo un trato más justo. El regionalismo parece ser un concepto clave y que cruza de manera transversal los intereses de prácticamente la mitad de los habitantes del territorio nacional.
Ha pasado más de un mes del rotundo triunfo de la opción Rechazo en el plebiscito constitucional por una nueva Constitución y las fuerzas políticas del país todavía negocian fórmulas para continuar con el proceso. La elaboración de una nueva "hoja en blanco", la conformación de un comité de expertos que asesore el trabajo de los eventuales nuevos convencionales y hasta recoger como insumos algunas definiciones del último texto o de la anterior propuesta elaborada en el segundo gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, son parte de las ideas que durante las últimas semanas han aparecido en el debate público.
La discusión continuará generando más de una polémica y que mientras no se logre una definición seguirán apareciendo encuentros y desencuentros, incluso entre integrantes de un mismo sector. Sin embargo, lo más importante es que estos diálogos comiencen a mostrar avances y puntos en común que finalmente faciliten los acuerdos.
En ese sentido, el regionalismo parece ser un concepto clave y que cruza de manera transversal los intereses de prácticamente la mitad de los habitantes del territorio nacional.
Las regiones, qué duda cabe, han sido históricamente postergadas y durante décadas vienen exigiendo un trato más justo, sobre todo en cuanto a la distribución de los recursos públicos. De eso, por ejemplo el norte sabe bastante, toda vez que pese a contribuir con recursos naturales y humanos al desarrollo del país, sigue luciendo carreteras maltrechas, decenas de campamentos, hospitales que ya no dan más, significativo déficit de especialistas médicos, bajos puntajes en materia de educación y un sinnúmero de problemas de infraestructura pública que atentan contra la calidad de vida de la población.
Con todo, es relevante que los representantes políticos de Los Lagos, y también de otras regiones, busquen mecanismos que permitan incorporar el tema dentro de las "ideas claves". La descentralización y el regionalismo deben quedar dentro del debate, pero no solo por mero afán partidista, sino porque es evidente que se requiere más justicia con millones de chilenos que hacen patria a miles de kilómetros de Santiago.