Listas de espera en la salud pública
La progresiva normalización del país tras los meses más duros de la pandemia ha dejado en evidencia la abultada deuda en materia de atenciones médicas y cirugías. Es urgente disponer de más recursos y de soluciones innovadoras para que los pacientes se sometan a intervenciones que esperan hace años.
En 2021, las autoridades de Salud informaron que más de dos millones de pacientes del país estaban en las listas de espera del sistema público, de los cuales un millón 700 mil requerían atención de especialista y 330 mil aguardaban por una intervención quirúrgica. Uno de los golpes más importantes de la pandemia en el sistema de salud fue el desplazamiento de la atención de patologías no covid-19 durante los meses más complejos.
Si bien la situación se ha ido normalizando, aún el sistema acumula listas de espera inéditas. La larga lista de personas que esperan una intervención quirúrgica o atención de especialistas se ha convertido en uno de los problemas más difíciles de resolver para las autoridades. En 2020 hubo 31.736 personas de la lista de espera que fallecieron; mientras que el año pasado, a pesar de que el Ministerio de Salud destinó 150 millones de dólares para licitar la realización de cirugías, sólo se efectuaron 6.096 de esas intervenciones en el país, de la meta de 40 mil.
En el discurso sobre el proyecto de presupuesto de 2023, el Presidente Gabriel Boric informó que se destinarán $28.360 millones para reducir las actuales listas de espera GES y no GES. La disponibilidad de quirófanos es especialmente clave, considerando que la lista de espera ya supera las 330 mil operaciones pendientes. Un informe del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián dice que mientras en 2017 se usaba el 92% de los 660 pabellones quirúrgicos disponibles y en 2019 era el 91% de los 672, hoy la red estatal cuenta con 659 pabellones, aunque de estos sólo el 83% (550) está efectivamente habilitado. Esto muestra cómo se ha ido reduciendo la red de salud estatal, por lo que se requieren fuertes inversiones en ese campo y soluciones innovadoras para hacer una utilización más integral de los pabellones de cirugías.
Previo a la pandemia, el Ministerio de Salud dispuso una reasignación de recursos para financiar parte de este programa, a fin de avanzar en la meta de bajar las cirugías pendientes. Pese a las inversiones en personal y en equipos, el sector público no ha podido hacer frente a la demanda de una población que vive más años y que lucha contra las secuelas de la edad avanzada. Es un problema enorme que requiere una atención preferente del Gobierno.