Nuevos hábitos de protección
El estado en que se encuentra el planeta obliga a una conciencia mayor de parte de las personas para contribuir con pequeñas acciones. Las nuevas generaciones son quienes prácticamente están impulsando los cambios de conducta que se requieren.
Hoy como nunca el planeta está sometido a cambios y desafíos de enorme magnitud, los que son causados por el hombre y no por situaciones naturales. El calentamiento global que ha generado la humanidad es la mejor prueba de ello. Ya está socializado que el daño causado a la Tierra es gigantesco. Aguas y territorios contaminados y grandes emisiones de gases de efecto invernadero que tienen al hábitat en un cambio con insospechadas consecuencias. El aumento de las temperaturas es un efecto de ello, pero también una causa para otros sucesivos golpes de conclusiones apenas percibidas, como el aumento del nivel del mar, probable desaparición o mutación de numerosas especies, modificaciones de la geografía, cambios que eran insospechados en el clima, y que han sido detallados por los científicos.
La preocupación por preservar el planeta ha tomado una importancia vital. Además, por el fuerte impacto que generó el reporte de la ONU, que instó a cambiar radicalmente de hábitos para cumplir con las metas medioambientales establecidas para el año 2030. Si bien el compromiso es mundial, hay que partir desde casa, con pequeños cambios, que sumados a otros pasarán a constituir grandes transformaciones. Y el país no escapa a ello, cuando se analiza la contaminación de lagos y ríos, recursos acuáticos que se secan, las emisiones que hacen casi irrespirable el aire en algunos sectores, o la ocupación de los humedales. Por ello, es necesario apagar las luces cuando no se utilizan, desenchufar aparatos eléctricos y electrónicos cuando es posible, separar productos para el reciclaje, como papeles, vidrios, plásticos y latas, entre otros.
Si bien el escenario mundial es complejo, debido a las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático, hay un aspecto positivo. La comunidad está adquiriendo conciencia, y en este proceso han sido claves las nuevas generaciones, que parecieran tener una sensibilidad mayor frente a las materias que involucran al medio ambiente. No hay que olvidar que la humanidad es parte del ecosistema Tierra, y que cualquier malestar que sufra el planeta, tarde o temprano lo sufrirán todos.