María Consuelo Ulloa

El Catastro Nacional de Campamentos 2022, elaborado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, informó que en Los Lagos hay 56 campamentos en diversas comunas de la región, lo que se traduce en 2.715 hogares en esta condición. Esto implica un aumento de 13 asentamientos precarios y de 625 hogares respecto al anterior catastro, realizado en 2019.

Entre los principales resultados de esta nueva medición, se establece que Osorno, con 20 campamentos, es la comuna con mayor número en la región, seguida por Puerto Montt, que registra 16 campamentos, y Calbuco, con 4 asentamientos.

24 campamentos están en fase de intervención y otros 11 asentamientos están en etapa de cierre, siendo el más grande Piedra Azul -con 96 hogares- el que se encuentra en fase de intervención, con estrategia de relocalización por riesgos de incendios forestales y tsunamis.

La gestión sectorial que está realizando el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en la región se lleva adelante en seis ámbitos de acción, entre ellos gestión social, habitacional, recuperación y urbanización, traslados transitorios y habitabilidad primaria, lo que significa una inversión que bordea los 2.500 millones de pesos para este año.

"Más allá de las cifras y los recursos asociados, necesitamos tener mayor conciencia, como sociedad, de que esta preocupante realidad no debe ser competencia de un solo ministerio", señala Fabián Nail, seremi de Vivienda y Urbanismo.

Motivos

Desde TECHO-Chile, Gerardo Ávila, director de la zona sur dice que al comparar ambos "catastros no vemos una diferencia significativa, ya que, según el informe 2020-2021 realizado por la misma organización, hay 62 campamentos con 2.717 familias versus a las cifras del Minvu. Esta diferencia se debe a que se consideran algunos campamentos que están en proceso de cierre y por ende no entran en las cifras oficiales", explicó Ávila.

"Más del 50% de familias aseguran haber llegado a vivir a campamentos por problemas económicos o laborales (perdieron trabajo, bajaron sus ingresos o subió el precio del arriendo); esto atribuible a la actual crisis económica y social, pero previo a ello ya existía un elevado déficit habitacional, tanto a nivel nacional como regional, lo que demuestra que esto es un síntoma más de una problemática mucho mayor, que es el acceso a la vivienda", sostiene el encargado de la zona sur de la organización.

"Nuestra región no ha estado exenta de la situación país, efectivamente producto de la pandemia y las dificultades económicas del período, muchas familias se vieron forzadas a dejar sus viviendas arrendadas para vivir como allegados o derechamente en un campamento. A esto hay que sumarle los efectos de la inmigración. Se calcula que cerca del 40% de las familias que viven en estos lugares son inmigrantes. La estimación del último déficit habitacional (2021) totaliza cerca de 31 mil viviendas en nuestra región, esto es cerca de un 10% de aumento respecto a lo que teníamos en 2019", aseguró Jorge Guevara, ex seremi de Vivienda y Urbanismo.

Soluciones

De los 16 campamentos catastrados en la comuna de Puerto Montt, uno está en fase de diagnóstico, 11 están en etapa de intervención y 4 en fase de cierre, entre ellos los campamentos Arca Verde, Frente Ladera Angelmó, Ladera Larraín y Ladera Lintz.

"A partir del catastro, desarrollamos una fase de diagnóstico socio-territorial que levanta características y condiciones generales de cada asentamiento y analiza dinámicas sociales y comunitarias, las carencias en dimensiones de pobreza multidimensional y la verificación de factibilidades para optar a subsidios habitacionales", detalla Nail.

Agrega que este trabajo avanza a una siguiente etapa de intervención, que considera diversos planes de acción social, también planes de prevención de expansión y repoblamiento, gestión urbano habitacional y gestión intersectorial, todo lo cual se ejecuta de manera paralela.

Finalmente llegan las etapas de cierre, donde se asignan las soluciones habitacionales definitivas y se prolongan acciones sociales o comunitarias.

"Un proceso que a lo largo de todas sus etapas se extiende en promedio durante seis años y que desde ahora esperamos reducir y abordar con el Plan de Emergencia Habitacional", afirma el seremi.

Gerardo Ávila, de TECHO-Chile propone que se podría trabajar con áreas específicas como "regular el costo del arriendo, apoyo directo en materia económica a familias allegadas y hacinadas; considerando que son los tres principales motivos por los cuales llegan a vivir a campamentos".

"Nunca son suficientes las actuales medidas frente a las cifras que acabamos de conocer, por eso como TECHO y Fundación Vivienda convocamos a toda la sociedad y a los distintos actores que la componen, a trabajar en conjunto en una política pública, que tenga como finalidad garantizar en el corto plazo el acceso a soluciones habitacionales dignas", expone Ávila.

Preocupación

Para Fidel Espinoza, integrante de la Comisión de Vivienda del Senado, el tema es de preocupación, dado el importante incremento que han tenido los campamentos en el país.

"A medida que aumentan los campamentos, de una u otra manera también se generan problemáticas ligadas a los comité de familias que legítimamente por años han optado a la casa propia y ahí estamos trabajando con el ministerio de Vivienda para que haya un catastro de terrenos que se puedan adquirir a través de la Subdere", dice el senador.

Lo principal, asegura, es el alto precio de los terrenos, la factibilidad del agua que está siendo, de una u otra manera un problema inminente, y tercero, la ley de humedales que se suma a estas problemáticas para permitir cumplir la meta del Gobierno de las 260 mil viviendas que comprometió.

Por su parte, Guevara ve con desconfianza el lograr esta propuesta. "Lamentablemente creo que se queda muy corto respecto a la necesidad actual, primero porque esa cantidad de viviendas por año no es mayor a lo que se hizo durante el gobierno anterior, además porque considera las más de 120 mil viviendas a nivel nacional que están en construcción desde nuestro gobierno", aseveró.