Prudencia en el consumo
La acumulación de inventarios en el comercio derivará probablemente en ofertas y promociones en la medida que se acerquen las fiestas de fin de año. El complejo escenario económico que vive el país exigirá de las familias una importante dosis de responsabilidad a la hora de las compras.
Si bien aún resta un mes y medio para la llegada de la fiesta de la Navidad, el comercio de las distintas ciudades del país ya está inundado de tentadoras ofertas que invitan a adelantar las compras de los regalos para esta especial fecha. A ello se agrega un tendencia de mayor almacenaje de productos, lo que puede verse reflejado en precios más convenientes para los consumidores.
Así lo ha explicado la gerenta de estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva, quien sostuvo que la baja en los volúmenes importados del sector va de la mano con una mayor acumulación de stock en el comercio minorista. Esto, considerando que según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el rubro ha llegado a niveles históricos en su acumulación de inventarios, con un alza anual de 31,4% en el segundo trimestre de este año y un incremento de 9% frente al primer trimestre.
A juicio de la experta, los mayores niveles de inventarios, junto a la desaceleración del consumo, llevan a reducir los niveles de importación, además de gatillar mayores actividades promocionales para liquidar productos, lo que se ha visto principalmente con los bienes durables medidos en este indicador.
No obstante, a pesar de que contar con altos niveles de inventario ayuda en períodos de alta demanda, lo cierto es que hoy el país no se encuentra ante este escenario, sino que al contrario, la demanda se ha resentido. Si bien es sano para la economía que el comercio se mantenga activo y la oferta de productos a menores precios puede resultar conveniente para los consumidores locales, lo recomendable en estos casos siempre es la mesura, en el sentido de ordenar los gastos si se va a realizar una compra a crédito, a fin de que los consumidores no se vean enfrentados en el corto plazo a obligaciones que pueden terminar desajustando el presupuesto familiar.