Una noche inolvidable vivieron los 5.918 hinchas incondicionales del Albiverde que llegaron al estadio Chinquihue para alentar al club de sus amores, en el duelo de ida de la segunda fase de la Liguilla de Promoción.

Y los Hijos del Temporal no decepcionaron a su parcialidad al golear 3-0 al "León de Atacama", en un duelo que fue dirigido por el árbitro Cristián Garay y que los deja con la primera opción de disputar el ascenso ante Cobreloa.

Pero no sólo el público le respondió a su escuadra, también lo hizo la lluvia que se hizo presente durante una jornada que fue simplemente espectacular.

Ya en la cancha y en un pleito en el que los dirigidos de Erwin Durán ejercieron presión durante todo el partido, que fue digno de una final, por lo disputado en cada una de las áreas, Ricardo Rosales, Brayan Valdivia y Christopher Ojeda se transformaron en los artilleros de la jornada.

Desde el inicio

Apenas iniciada la brega, ambos conjuntos mostraron que el objetivo central era buscar los tres puntos.

A través de Rosales y de Valdivia, los Delfines comenzaron a presionar en el área contraria. De hecho, este último estuvo muy cerca de abrir la cuenta a los 7'. Su disparo exigió una notable reacción del golero Richard Leyton.

En la vereda opuesta y mediante Maximiliano Quinteros, los nortinos comenzaron a aproximarse al área del dueño de casa. Sin embargo, se encontraron con una buena respuesta defensiva y del arquero Mauricio Viana, quien respondió de buena manera cada vez que fue requerido, como cuando sacó un disparo de José Bandez inmediatamente después de que Valdivia casi abre la cuenta para los Hijos del Temporal.

A esa altura, las emociones eran una característica en cada área. De hecho, a los 12' Leyton se volvió a lucir tras una muy buena jugada colectiva de los Albiverdes.

En esos momentos, Brayan Valdivia y Christopher Ojeda se transformaban en dos agentes ofensivos peligrosos.

En tanto que Diego Opazo y Gonzalo Villegas se convirtieron en una muralla defensiva en el Albiverde. En el medio, Kevin Valenzuela y Fabián Manzano tuvieron por misión apoyar a la defensa y desdoblarse, además, en constantes generadores de fútbol.

Ello, sumado a las arremetidas de José Navarrete, mostraba a un Deportes Puerto Montt que ejercía presión por diversos puntos de la cancha, tratando de hacer daño en el área contraria.

Y si bien los Hijos del Temporal exhibían un mayor dominio, los contragolpes de Copiapó exigían el esfuerzo de la retaguardia local, sobre todo cuando se recurría al juego aéreo, una de las herramientas más utilizadas por los nortinos a la hora de ingresar al área custodiada por Viana.

En eso estaban cuando una contra de Fabián Manzano provocó una falta en las cercanías del área, que Ricardo Rosales, con un certero lanzamiento, convirtió en gol a los 34 minutos. Nada que hacer el golero Leyton, de buen cometido hasta ese momento.

La contra de Copiapó fue inmediata. No obstante, nuevamente encontraron una bien parada defensa.

El visitante sintió el golpe y a través de Juan Jaime, Maximi-