Educación superior y la salud mental
Desde 2019 se está registrando una constante alza de consultas de estudiantes sobre esta materia. Tras el diagnóstico que hicieron las carteras de Educación y Salud, se anunció la elaboración de un plan de acción integral.
Apartir del diagnóstico del abordaje de las instituciones de educación superior sobre la salud mental de sus estudiantes, realizado por los ministerios de Educación y Salud, algunas universidades del país han detallado cuál es el trabajo que están realizando al respecto y cómo desde 2019 a la fecha las consultas por esta temática han crecido al interior de las distintas entidades. El documento analiza la encuesta que respondieron 107 instituciones a nivel nacional, de las 134 que integran el sistema y que en total representan al 86,9% de la matrícula total de estudiantes de pregrado del país, incluyendo a los centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades.
Una parte importante de las instituciones de educación superior ha puesto en marcha unidades específicas encargadas de la salud mental y hay una preocupación mayor en torno a sensibilizar respecto de esta materia, lo que se refleja en que el 62,6% de las instituciones hizo campañas sobre esta materia. Una situación similar se observa en la elaboración de guías de actuación o protocolos de detección y/o respuesta a problemas de salud mental, ya que el 56,1% de las entidades declara contar con ellos. En este aspecto, sin embargo, se aprecia una brecha importante, ya que si bien un 89,1% de las universidades cuenta con unidades para abordar la salud mental estudiantil, sólo un 57,5% de las instituciones del subsistema de educación superior técnico profesional cuenta con ellas.
Gran parte de las consultas recibidas por las distintas unidades dedicadas a la atención de salud mental indican que las causas más comunes son las dificultades de adaptación, baja en el rendimiento académico, inestabilidad o afectación emocional, manifestaciones agudas de ansiedad, miedo e inseguridad y problemas de concentración, además de dificultades para dormir.
Las consultas son tan variadas como sus causas, por lo que no pueden ser atribuidas a un único factor y requieren estrategias combinadas para ser abordadas. En ese sentido, al trabajo que están realizando las instituciones educativas debería también sumarse la autoridad ministerial, que tras el diagnóstico anunció la elaboración de un plan de acción de salud mental para la educación superior.