Arranca el "Desafío Hoki Mai", iniciativa polinésica en defensa de los océanos
RAPA NUI. Aventura extrema busca unir Isla de Pascua con la Isla Salas y Gómez mediante un viaje de cuatro días a remo, de forma ininterrumpida.
Agencias
Diez remeros, seis a bordo de una canoa típica polinesia, y cuatro para dar relevos, partieron desde la Isla de Pascua en dirección al Parque Motu Motiro Hiva, en la Isla Salas y Gómez, en el inicio del "Desafío Hoki Mai", una inédita iniciativa por la defensa de los océanos.
Una aventura extrema que hará que los diez "héroes rapanui", escoltados por un buque de la Armada, remen durante cuatro días y tres noches de forma ininterrumpida para cubrir los 500 kilómetros de grandes olas y fuertes vientos que separan ambas islas polinésicas y mandar un mensaje al mundo sobre los efectos de la emergencia climática.
Rafael Jovino Toki, profesor de Educación Física y formador de niños de cultura ancestral de la Polinesia, dirige al grupo de remeros y explica que la partida este fin de semana supuso cumplir con un sueño que quedó quebrado en 2015 tras confirmar que carecían de una embarcación segura para una travesía de esas condiciones.
"Lo que no nos permitió hacerlo justamente era una embarcación segura para hacer la travesía", explica a agencia Efe en el pequeño puerto de la Isla. "La parte logística ha conseguido una embarcación grande que sea segura y que nos pueda socorrer en cualquier inclemencia climática que se nos presente", afirma en alusión al buque de la Armada chilena que los acompañará. "Como Armada, vemos en esta iniciativa un hito muy importante para Rapa Nui, que tiene una visión estratégica y un objetivo cultural trascendente", dijo el comandante en jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Fernando Cabrera, en septiembre cuando se lanzó el desafío.
Seguridad y psicología
Conseguida la embarcación de seguridad, la segunda fase comenzó hace tres meses con la elección de la tripulación, un conjunto de hombres y mujeres que mezcla remeros expertos con otros que apenas se han iniciado en esta dura disciplina. Los hay de Rapa Nui, Nueva Zelanda, Hawai y Tahiti.
"Hay una variedad de remadores, unos que tienen bastante experiencia en la parte competitiva y otros que llevan entre un año y dos años. La idea es ir remando con un equipo que va siendo relevado", añade Jovino antes de destacar que la parte más difícil del entrenamiento y del desafío es la cuestión psicológica.
El viaje se hará con los siguientes relevos: cada grupo de seis remará en turnos de cuatro horas hasta alcanzar 24 por jornada y 72 en total. El descanso se realizará en el buque de la Armada.
"El trabajo psicológico después de remar, creo que es el que vamos a sentir más porque hay que cambiarse de ropa, comer, abrigarse, después de hacer de nuevo el mismo trajín y trabajo para poder seguir remando", especialmente en las horas nocturnas, donde la oscuridad del cielo añade una dificultad extra, subraya.
"Al final hay que acostumbrarse. Acostumbrarse a seguir la Luna, y a no seguir la Tierra. Nosotros normalmente remamos al lado de la las costas. Estábamos trabajando como entre 10,5 kilómetros a 11,6 a la hora", con el objetivo de llegar en tres días, recalcó.
"Ojalá que la gente rapanui esté orgullosa de nosotros, porque al final no solo vamos diez o doce. Vamos a acarrear a todo nuestro pueblo y ojalá que esté con nosotros para que nos vaya bien", agrega.
En la misma línea se pronuncia Verónica Tuki-Hito, presidenta de la ONG Hoki Mai, quien en su modesta casa frente a la costa acoge a los remeros, les ofrece el desayuno tras horas de duro entreno y los cuida como si fueran hijos propios. "El objetivo del desafío es llevar la voz al mundo entero sobre el cuidado medioambiental oceánico", afirma a Efe la mujer antes de agradecer el apoyo de entidades privadas, que han hecho posible esta aventura.
Está previsto que los remeros lleguen a su destino entre mañana y pasado mañana, dependiendo de las condiciones del mar.
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