Advierten sobre la falta de seguridad y colapso vial en ruta que Osorno y Octay
U-55. Vecinos y usuarios denuncian explosivo aumento del flujo vehicular y de camiones de alto tonelaje que genera exceso de velocidad, baches, maniobras imprudentes, entre otros problemas.
Un explosivo aumento del flujo vehicular y de camiones de alto tonelaje denuncian vecinos, dirigentes y usuarios de la ruta U-55, que une Osorno con Puerto Octay, situación que se ha incrementado con el paso del tiempo por la parcelación de terrenos ubicados en torno a la ruta, quienes se suman a los habitantes de sectores rurales como Pichil, Cancura, Nochaco, Los Lingues, Rupanco, entre otros villorrios, así como quienes la ocupan como alternativa a la Ruta 5 para evitar el pago de peajes.
Advierten del grave riesgo por la falta de seguridad vial, debido a que la ruta cuenta solo con una vía en cada dirección, lo que provoca que en horarios punta muchos conductores cometan arriesgadas maniobras de adelanto, muchas de las cuales han terminado en trágicos accidentes. La vía tampoco cuenta con bermas, iluminación ni demarcación adecuada a la circulación peatonal o de bicicletas, pese a que muchas familias viven a metros de la ruta. Aseguran que el colapso vial que tiene actualmente la U-55 no está siendo considerado y temen que se transforme en una segunda ruta 215 en la provincia.
El camino es trascendental para la conexión entre la capital provincial y la comuna lacustre, dando una opción para llegar a la provincia de Llanquihue por la comuna de Frutillar.
Vecinos y usuarios
Margarita Gutiérrez circula diariamente por la U-55, ya que desde hace 5 años optó junto a su familia por vivir fuera de la zona urbana de Osorno, en una parcela a la altura del cruce Pichil. "La verdad, este explosivo aumento de tránsito vehicular antes era en temporada de verano, pero desde hace 3 años que es cosa de todos los días y el problema es la imprudencia de los conductores que corren como que fuera una Fórmula 1, sobre todo los camiones. Ahora creo que falta mejorar la seguridad, porque si hay más flujo debe también haber más control", señaló la profesional de la salud.
A través de redes sociales es habitual ver imágenes subidas por usuarios denunciando el alto flujo vehicular, principalmente en horarios punta de la mañana hacia Osorno y en horario punta tarde desde Osorno hacia Octay y alrededores. Esto, debido a que muchas personas vienen a trabajar, estudiar o realizar trámites a la capital provincial, siendo un recorrido habitual y no temporal o estacional como era hace unos años.
"Es una pena que el crecimiento de las ciudades y el aumento de la cantidad de vehículos particulares no vaya de la mano con la adecuación de las vías, rutas y carreteras. Acá estamos colapsados y con los efectos que eso significa para quienes vivimos en el entorno por años. Efectivamente en esta ruta hay restricción de tonelaje, velocidad y zonas de peatones, pero todo eso queda sólo en letreros, porque nadie respeta y las medidas para acondicionar serán adoptadas cuando esté colapsado, como ocurrió con la ruta 215", manifestó Florencia Matamala, vecina de Nochaco.
Para quienes usan el transporte público, el aumento del flujo es evidente, porque en los horarios de mayor circulación existe más demora en el desplazamiento de los minibuses que unen Osorno con Puerto Octay y viceversa.
"Siempre quienes no tenemos vehículos somos los más expuestos, porque debemos esperar a orillas del camino y en muchos casos en paraderos improvisados, porque no hay un reconocimiento territorial a nuevos poblados que se van sumando y donde también llega gente a trabajar. Si cuando una vía comienza a evidenciar aumento de flujo es porque también existen más peatones y que están en riesgo constante", indicó José Castro, quien trabaja en distintas parcelas ubicadas en la ruta realizando labores de jardinería.
Preocupación
Los dirigentes sociales de ambas comunas han manifestado su preocupación a las autoridades de Vialidad para que tomen las medidas que permitan al menos dotar de mayor seguridad a la ruta U-55.
Mirta González, presidenta de la Unión Comunal Rural de Osorno, explicó que esta vía es la segunda de mayor circulación vial en la comuna, seguida de la ruta U-400 al mar.
"Todos hemos sido testigos de los problemas que tiene la ruta 215, siendo una vía internacional, bueno es la vía que une Osorno con Octay los problemas están siendo muy similares debido, primero, a la poca seguridad para peatones y automovilistas. Esta bien, hay responsabilidad de las personas, pero se requiere dotar la vía de mayores controles policiales por el tema del exceso de velocidad y también de bermas y más señalización, porque si sabemos que aumentan las parcelaciones, bueno, el tránsito es una consecuencia directa de eso, colapsan las vías de acceso", dijo González.
Agregó que el alto flujo de camiones de alto tonelaje también es un problema debido a que están acostumbrados a circular por las vías que les permiten evitar peajes de la ruta 5, pero con el daño que eso significa para las losas de circulación que están en muy mal estado en algunos tramos.
Margarita Carrillo, dirigenta de la unión Comunal de Puerto Octay, coincide con el diagnóstico, lo que ha sido expuesto a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas (MOP) que, si bien realizaron mejoramientos en un tramo del camino, el problema se mantiene por el uso sin control que hacen camiones de alto tonelaje diariamente.
"Estamos frente a un problema que termina impactado a todos, porque esta vía es la principal conexión de muchos poblados cuyos caminos llegan directo a la U-55 y eso mismo es aprovechado por camiones forestales que destruyen los caminos y ponen el riesgo a todos quienes circulan por sus arriesgadas maniobras. Es necesario tener mayor control, porque una ruta de una vía siempre es un riesgo que requiere control", expresó la dirigenta.
Hace pocos días se subió al Mercado Público la licitación para la construcción del puente Cancura, que permitirá solucionar un tramo que también se ha caracterizado por la poca seguridad, debido al puente mecano provisorio instalado desde enero de 2019 y cuyos accesos han sido un foco constante de reclamos y accidentes vehiculares. Desde el MOP declinaron referirse al tema.