El editor que conjugó todos los verbos de sus entrañas
"Trasnochar", "decidir", "quemar", "morir" son algunas de las acciones en las que profundizó Vicente Undurraga en "Todo puede ser" (Mundana). Son ensayos de lecturas, risas y vida cotidiana.
El editor Vicente Undurraga se pasó al otro lado del ring con "Todo puede ser" (Mundana), libro en el que ensaya ideas sobre "Trasnochar", "Quemar", "Morir" y otros diecisiete verbos. En Viña del Mar, ciudad natal a la que regresó durante la pandemia, Undurraga edita y escribe columnas para las revistas Santiago, Guion Bajo y Eterna Cadencia (Argentina).
En "Todo puede ser" hay acercamientos diversos que se trenzan con la lectura y la vida. Sobre la lectura, se puede ver la diversidad de intereses de Undurraga. En "Odio" cita a Alfonso Alcalde, aquel gran escritor popular chileno. Todas las citas se vuelven hitos de un hombre que lee de forma omnívora y desprejuiciada.
Cada capítulo lo aborda con mucha libertad, con una estructura que varía y que sorprende, de ahí el título del libro "Todo puede ser". Algunos textos llevan consigo subtítulos, otros llevan separaciones, otros son escritos de corrido. Algunos ocupan muchas páginas y otros son más bien breves.
También hay otros aspectos, como señaló el poeta y crítico de LUN, Leonardo Sanhueza: "Undurraga analiza sus verbos con delicadeza, pero sin miedo a las íntimas honduras a que puede llevar este ejercicio. La seriedad tampoco le impide el humor; es más, recurre a él con frecuencia".
Los elegidos por Undurraga son verbos profundamente humanos, de nuestra época (con la que dialoga constantemente) pero también de cualquier otra.
"El humano es el único ser vivo que tropieza dos o más veces con la misma piedra. Es el único que la busca, de hecho a veces con arrojo y hasta con desesperación, para volver al tropiezo, para recaer y recaer en aquel charco, sea el que sea, que tango goce como perjuicio le procura. 'Las mejores promesas', escribió Roque Dalton, 'son las que dichas ardientemente/ se violan luego con gran dolor / bajo la sombra de todos los remordimientos'".
El primer verbo que apareció, cuenta Undurraga, fue: "Decidir".
"Una noche, a mitad de 2020, aburrido e inquieto, me iba a ir a acostar, a las 2 o 3 am, pero en vez de bajar la tapa del computador donde había estado perdiendo el tiempo, abrí un word y lo escribí. El tiempo me mostraría que no fue sino poner en palabras las premisas de unas decisiones bastante importantes que la vida pronto me llevaría a tomar".
-Cuéntame del proceso del libro. ¿Cómo lo fuiste creando, armando?
-Los verbos se desencadenaron solos después de "Decidir". Todo, hasta fines del 2021. Son todos verbos que me tocan de cerca. Y en realidad el más viejo es "Morir", cuya primera versión es del verano de 2018, cuando fue un diario de duelo de cien páginas. Del que, felizmente, quedaron sólo treinta. El orden del volumen está hecho combinando los tiempos, ciertas secuencias de los temas y alguna alternancia de temples. En la prosa y la forma del libro fueron claves la lectura de poesía que hago a diario hace veinte años. También un puñado de lectores puntudos y generosos (que me lo comentaron) así como publicarlo la edición que hizo altas magias por los detalles del texto y el cuidado del conjunto.
-¿Cuál fue la relación de escritura y lectura?
-Creo que escribir es otra forma de leer. Ambas cuestiones, al menos, se me han vuelto continuas, como la noche y el día. No por un proyecto, sino naturalmente. Años de lectura -y de edición, crítica y conversaciones- terminan por soltar no sólo la mano, sino la cabeza y el corazón. Des-atan. "No se escribe ciertamente por necesidades literarias, sino por la necesidad que la vida tiene de expresarse", dijo María Zambrano. Lo suscribo. El resto es teclado y tenacidad.
-¿Imaginabas que tu primer libro sería así?
-Sí. Al menos que el primero no sería de ensayos literarios, sino personales, escritos como un conjunto y sobre todo como si uno mismo fuera un conjunto, lo cual es una muy linda ilusión.
-¿Por qué escribes ensayo?
-Para pagar las cuentas. Reales y mentales, que no son pocas. Y para cultivar la conversación.
-¿Qué indagaciones autobiográficas te ha permitido el ensayo?
-Todas las posibles, pero diría que muy primeramente hay una cierta liberación: soltar neurosis y trabas y temores. Vincular y comprometer la vida y la muerte de mejor manera implica abrirse al mundo. El ensayo es, como la amistad, una cuestión de apertura y confianza. Y de risa, no hay que olvidarse.
-Al terminar este libro, ¿cuál es tu verbo favorito?
-Abdicar y regar.
-¿Cuál te parece el verbo más propio de la naturaleza humana?
-Cantar.
Vicente Undurraga ensayó a partir de 17 verbos una historia personal de lecturas diarias de poesía y también relatos de su propia biografía.
"Todo puede ser"
Vicente Undurraga
Mundana Ediciones
150 páginas
$12.000
Por Cristóbal Gaete
"El ensayo es, como la amistad, una cuestión de apertura y confianza. Y de risa, no hay que olvidarse".
manuela Undurraga