La falta de recursos obliga a cerrar centro que se dedicaba a rehabilitar animales silvestres
FUNDACIÓN ROMAHUE. Felinos y aves llegaban para recibir atención veterinaria, a las orillas del río Maullín. Responsable del refugio lamenta la inexistencia de políticas que apunten a la protección de la fauna afectada por el ser humano.
Redacción
El trabajo y la operación de los centros de rescate, protección y rehabilitación de animales nativos silvestres son un ejemplo de pasión y empatía por la naturaleza. Sin embargo, la causa de conservar la vida se ve enfrentada a la eterna falta de recursos.
Ejemplo de ello es lo que pasa con el Parque de Conservación Senda Nativa Romahue, ubicado a las orillas del río Maullín -a 14 km del centro de Puerto Varas-, el cual dice adiós tras 16 años de trabajo.
"Agradecemos a todos los que nos apoyaron hasta ahora, esperamos que el paso que damos no sea definitivo. Ojalá en algún momento podamos reabrir", sostiene el médico veterinario Silvio Rozzi, quien es el presidente de la Fundación Romahue.
Respecto a los motivos del cierre, Rozzi explica que en Chile no existe organismo alguno del Estado que esté a cargo, tanto de la fauna como de la flora nativa y silvestre.
"Esto origina una problemática en la conversación y de cómo este país se hace cargo del respeto al ecosistema y todo lo que deriva de esta ausencia de acción. En el ámbito de la fauna silvestre, según lo declarado por los diferentes directores regionales del SAG que han pasado por ese cargo durante los últimos gobiernos; ellos tiene una función netamente fiscalizadora. Por esta razón están limitados logística y económicamente para hacerse cargo de la conservación de la fauna silvestre, diciendo hacer lo que está 'dentro de lo posible'", señaló,
El fin
La Fundación Romahue, ubicada dentro del Parque de Conservación Romahue, fue responsable del centro de rehabilitación y refugio nativo silvestre durante 16 años. Los animales que recibió fueron tanto mamíferos como ovíparos, los que han sido dañados por las manos del hombre a través de diferentes causas, es decir, de forma directa e indirecta.
Para Romahue fueron clave las visitas guiadas, las que se enmarcaron bajo una lógica de educación ambiental, donde los niños podían entender las causas del porqué estos animales deben vivir en cautiverio: pérdida de hábitat, atropellos, caza furtiva, ataques de perros, entre otros.
"Los animales eran trasladados por el Servicio Nacional Agrícola y Ganadero (SAG) a nuestro refugio para brindar auxilio y una segunda oportunidad en su recuperación física, sicológica y conductual. Sin embargo, los costos de mantención de un lugar como este requieren de un trabajo colaborativo intersectorial, con foco en la supervivencia, la reproducción y educación ambiental de la fauna. Los visitantes apoyaron el financiamiento mediante donaciones, sin embargo, no es suficiente."
El centro de refugio se financió a través de los aportes captados en forma directa con las visitas, o a través de las distintas alternativas expuestas en su plataforma virtual, apadrinando animales o a una especie, apoyando a la educación ambiental, a la investigación de fauna y ecosistema; donaciones al Memorial del Parque de Conservación, plantando un árbol al fallecer un ser querido o a través de la tienda de aportes, donde se vendían | recuerdos.
Animales
Dentro de la historia del refugio destacan cuatro pumas rescatados a temprana edad: Ayün, Lolo, Newën y Luna. Además, también pasaron dos hermanos recién llegados de un criadero de Puerto Montt: Ailen y Lihuen. También fueron asistidos en el lugar los pudús Antu y Kuyen, los loros Choroy y Cachaña, que este año anidaron por primera vez. También los tiuques que han sido baleados en sus alas y ya no pueden volar; una tucuquere ("doña Tucu"), que ciega de un ojo logró emprender nuevamente el vuelo dentro de su recinto. El zorro Chamorro, quien padece un cuadro neurológico, un chincol y la guiña Puruma.
16 años funcionó el Parque de Conservación Senda Nativa Romahue.
14 km de Puerto Varas se ubica el refugio de fauna silvestre.