Cate Blanchett, la actriz favorita para los Oscar
La película de Todd Field "Tár" se estrenó el jueves en cines chilenos. Es una reflexión sobre la cultura de la cancelación que ahonda en el mundo de la música docta y el lujo.
El director Todd Field debutó con "En la habitación" (2001), impecable drama sobre el duelo y la venganza que acumuló cinco nominaciones al Oscar. Años más tarde volvió con la irregular "Juegos secretos" (2006), película que obtuvo cinco menciones de la Academia. Ahora, 16 años después, recibe seis nominaciones por "Tár", drama extenso y sofisticado que, como ya se intuye, le daría el tercer Oscar de su carrera a Cate Blanchett, quien participa en la categoría de Mejor actriz protagónica. El largometraje llegó esta semana a cines chilenos.
La actriz interpreta a Lydia Tár, una directora de orquesta -discípula de Leonard Bernstein- que prepara una interpretación en vivo de la Sinfonía Nº 5 de Mahler que será grabada y editada por la Deutsche Grammophon. Nos enteramos de esto por una entrevista con público -de casi 15 minutos de duración- que Field instala como estrategia para acercarnos a una mujer fuerte y talentosa que ha debido abrirse camino en un mundo de hombres.
La película avanza con sutileza para componer la vida cotidiana de esta directora de orquesta que vive en Berlín junto a su pareja (una violinista interpretada por Nina Hoss) y su hija pequeña, viaja en jet privado por el mundo, usa ropa de diseñadores, cena en restaurantes de lujo y ensaya en teatros históricos. Es una vida aparentemente ideal que comenzará a desmoronarse progresivamente. Una fuerte discusión con un alumno que descarta a Bach por ser "un hombre blanco" funcionará como señal de lo que vendrá. La aparición de una joven y ambiciosa cellista (Sophie Kauer) que traerá de vuelta los fantasmas de una vieja historia de abusos será otro signo de un derrumbe que Field ofrece a cuentagotas, alterando ligeramente la simetría del universo construido para enfatizar el desplome psicológico de la protagonista con un montaje rápido y golpes de efecto.
"Tár" pasa así de ser un estudio de personaje con vocación atmosférica a un thriller algo sensacionalista que, a pesar de todo, no opaca los intentos de Blanchett por mantener el complejo personaje a flote.
"Tár" toma el camino largo para hacernos reflexionar, finalmente, sobre las aristas de la cultura de la cancelación. Alguien podría decir que la coyuntura del filme justifica acaso su presencia en los Oscar -unos galardones que van siempre de la mano del espíritu de los tiempos- pero limitarlo a eso podría ser un poco injusto. Field, a pesar de no ser un cineasta prolífico, tiene habilidad y sensibilidad. Y Blanchett es un talento probado que aquí ofrece una de las mejores actuaciones de su carrera, metiéndose en los trajes lujosos de una mujer compleja y autoritaria.
En "Los espíritus de la isla", una de las mejores propuestas en competir por los Oscar este año, hay una conversación que cuestiona el valor de la bondad a la hora de la trascendencia. Un violinista amateur que desea componer una gran obra determina que no, que todas las grandes figuras de la historia han sido personas difíciles y cuestionables. Ese pequeña gran escena podría dialogar perfectamente con "Tár". Las películas a veces conversan.
Cate blanchet interpreta a lydia tár, una prestigiosa directora de orquesta.
En resumen
"Tár" está también nominada en las categorías de Mejor película, Mejor director, Mejor guión, mejor fotografía y montaje.
Por Andrés Nazarala R.
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