Tras los desmanes, incivilidades y alto consumo de alcohol, plantean reformular Semana Llanquihuana
OPINIONES. Concejales y el gremio del turismo criticaron caótico desarrollo de tradicional actividad estival. Municipio admite que fue complejo organizar un evento masivo tras dos años de pandemia.
A siete días de haber concluido la Semana Llanquihuana, autoridades civiles, como policiales y también el gremio del turismo, evaluaron el impacto que tuvo el evento al interior de la comuna. Mientras concejales piden reubicar la locación donde se realizó; la Cámara de Turismo sugirió que el municipio debe "reinventar" la actividad.
Luego de dos años de verse interrumpido por la pandemia del covid-19, este verano volvió en gloria y majestad, el popular evento que, de acuerdo con cifras entregadas por Carabineros, sumó 18 mil personas diarias, gracias a un programa musical, que congregó a destacados exponentes de la cumbia nacional y extranjera.
Esparcimiento
El principal objetivo de la "Semana Llanquihuana", explicó Luis Becerra, administrador municipal de Llanquihue, "es brindar un espacio de esparcimiento a las familias de nuestra comuna, ya que muchos no tienen la posibilidad de salir de vacaciones a otras ciudades".
Por otro lado, el funcionario, comentó que, el evento es una oportunidad económica para los emprendedores, ya que, en el mismo recinto la municipalidad habilita puestos de gastronomía, artesanía y otro tipo de productos, que son administrados en su mayoría por comerciantes locales.
Sin embargo, esta edición dejó al descubierto una serie de detalles que, según algunos actores locales, deberían revisarse para el próximo año. Una de las grandes tareas es la ubicación donde se realizó el espectáculo musical: un terreno baldío, ubicado en la zona industrial, en medio de la principal y única avenida, que conecta a los sectores norte y sur de la ciudad.
A juicio de la concejala Evelyn Brintrup (UDI), el municipio "no visualizó" la masiva concurrencia que tuvo el evento, en un espacio que no reúne las condiciones para albergar una actividad de este tipo. "Cuando es algo masivo como este evento, hay que tener los resguardos de prevención, en caso de que ocurra alguna emergencia, o si pasa un accidente", señaló la edil. Agrega que "se bloqueó la avenida principal, previo, durante y después del evento. Hubo personas mal estacionadas, se formaron tacos y se bloqueó el acceso a los sectores de Iansa y Nestlé", enfatizó.
El concejal independiente Luis Oróstica reconoció que el evento, en algún momento "se salió de las manos, producto de la cantidad de personas que llegaron" a la ciudad industrial. Al mismo tiempo, la autoridad reafirmó que el lugar ubicado en avenida Vicente Pérez Rosales es "un recinto muy pequeño para albergar un espectáculo de estas características".
Tanto la concejala Brintrup, como el concejal Oróstica, comentaron que el cuerpo colegiado que representa no fue considerado para tomar esta y otras decisiones vinculadas a la popular semana musical.
Por otro lado, los ediles apuntaron a una serie de incivilidades y desórdenes que se dieron al interior del recinto musical, como el excesivo consumo de alcohol, la acumulación de basura y la presencia de vendedores ambulante que no tenían autorización.
En esta línea, Oróstica argumentó que fue testigo de la venta de alcohol clandestina en plena calle. "Este año llegó mucho emprendedor externo, que se instalaron sin ningún tipo de permiso; eso provocó un desorden generalizado, se empezó a vender alcohol de forma callejera y clandestina. Al final del día esto provoca un problema de seguridad en las persona. He conversado con muchos vecinos que fueron con sus hijos y se iban antes por que más tarde se comenzaba a poner raro el ambiente".