Permiso de circulación
Marzo es el mes del terror para las familias chilenas, pues buena parte de los altos gastos del año se concentran en este período. Uniformes y útiles escolares, matrículas y transporte escolar, entre otros, además del permiso de circulación, asfixian los bolsillos en marzo.
En marzo de cada año, los dueños de automóviles particulares, motocicletas, furgones, camionetas y carros o remolques para acoplar a vehículos motorizados, entre otros, deben renovar sus respectivos permisos de circulación. En mayo deberán hacerlo los de taxis y buses, y en septiembre los de vehículos de carga, como camiones.
Por eso, en marzo los municipios concentran parte de su acción en atender a los automovilistas que deben cumplir esa obligación. Si bien se instalan puestos en lugares de mayor afluencia, es probable que la mayoría de los automovilistas hagan los trámites por internet, lo que se ha visto acentuado en los últimos años, desde que se declaró la pandemia. También es tradicional que muchos contribuyentes dejen estas operaciones para el último día, congestionando los lugares de pago.
Para la renovación, se requiere presentar el permiso de circulación del año anterior, tener actualizado el Seguro Obligatorio contra Accidentes Personales (Soap), la revisión técnica y análisis de gases al día (o certificado de homologación si el vehículo es nuevo).
Marzo es, sin duda, el mes de mayores gastos para las familias, considerando la compra de los uniformes y útiles escolares, el pago de matrículas, contratación del servicio de transporte escolar, inicio de los estudios superiores, en algunos casos, con traslado de estudiantes a otras ciudades y el consiguiente pago de pensión o arriendo de departamento, todo lo cual pone en jaque el presupuesto del hogar. También en este mes suelen manifestarse reajustes en algunos compromisos anuales, como los arriendos. Y en abril se agregará el pago de la primera cuota de las contribuciones de bienes raíces.
Por eso, algunos analistas han cuestionado que el pago de los permisos de circulación y sus anexos tengan que realizarse en marzo, cuando las familias vienen de regreso de las vacaciones y, por lo mismo, hay menos recursos para enfrentar estos compromisos. Solamente una minoría de los padres realiza las compras de útiles escolares y uniformes en vacaciones. La mayoría concentra los gastos en marzo, al regresar de vacaciones. Tal vez sea una de las explicaciones por las cuales una buena parte de los automovilistas dejan el trámite de renovación del permiso para última hora.