Escalada en el consumo de droga
Junto con el narcotráfico al alza que hay en el país, es hora de dirigir también la mirada hacia la demanda que lo sustenta.
No hay dudas que lo que ha copado la agenda nacional desde hace meses ya es la necesidad de combatir con decisión y altos grados de efectividad el crimen organizado y el narcotráfico. Son temas urgentes que hasta hace algunos años permanecían en el borde de las prioridades ciudadanas, más preocupadas por cuestiones como la salud, educación y pensiones. La razón está a la vista, con la altísima inseguridad que vive la población en las calles, la creciente cantidad de decomisos de drogas, detenidos y bandas desbaratadas en diversos operativos en Los Lagos y el país. No hay que olvidar, en este sentido, que se ha conocido incluso la operación de peligrosas organizaciones criminales en Puerto Montt, como el conocido Tren de Aragua.
Lamentablemente todas estas noticias se han vuelto comunes. Hace 10 años había sorpresa con el hallazgo de algunos gramos de marihuana, cocaína o pasta base. Hoy, en cambio, varios kilos de sustancias ilícitas son detectadas casi a diario en el país, acompañados de armamento. ¿Qué ha pasado en una década aquí y en todo Chile? La respuesta no es sencilla y tiene una arista que ha de admitirse: ha crecido la demanda de drogas. El narcotráfico es ante todo un negocio y, como todos los negocios, requiere de clientes para prosperar. Entonces, se debe partir aceptando que cada vez hay más personas drogándose. Y gente con recursos para comprar dosis que, en promedio, superan los 5 mil pesos por unidad en las calles.
Por lo anterior, no basta sentir cierta tranquilidad con las encuestas oficiales que hablan de baja en el consumo entre los escolares. Es muy bueno, por supuesto. Pero hay que mirar también hacia otras víctimas de las adicciones que están mucho más solas: decenas de adultos y adultos jóvenes que empiezan en el mundo laboral. A ese grupo que estudiaba cuando el informe de Senda 2018 advirtió que los universitarios consumían el doble de droga que los escolares. Y poco se hizo.
No es el único foco. Pero sí uno que han identificado claramente en otros países, que aprendieron antes esta lección. En este contexto es que resulta importante aumentar las posibilidades de rehabilitación, los acompañamientos multidisciplinarios y las coberturas de salud para los tratamientos.