Dudas en Parque Metropolitano
Desde el Ministerio de Vivienda deberían entregarse mayores certezas sobre si se impulsará o no este espacio público.
Si es que los hay, muy pocos podrían ir en contra de la opinión generalizada sobre el enorme impacto en calidad de vida que ha significado el Parque Costanera de Puerto Montt, que vino a saldar años de deuda social en cuanto a la resignificación de espacios públicos, ofreciéndole a la comunidad un paseo digno, que revaloriza la relación del mar con la ciudad y con el añadido de generosas instalaciones para la práctica deportiva de personas de toda edad. Intentando obviar las materias pendientes que persisten (la reja impropia que se mantiene para un parque de esas características y claridades sobre el modelo de gestión para la administración del parque), el nuevo espacio se ha constituido dentro de las pocas buenas noticias que ha habido para el urbanismo de Puerto Montt en los últimos años.
Es indesmentible, así, que los parques contribuyen de manera crucial en el sentido de pertenencia de las personas con su ciudad. Basta ver cualquier día la cantidad de puertomontinos que van a la nueva costanera a caminar y el auspicioso respeto que ha habido en torno a su debida preservación.
En este contexto, corresponde ahora que el Ministerio de Vivienda entregue claridades acerca del estado del proyecto de Parque Metropolitano, ubicado muy cerca del área céntrica de Puerto Montt y que está llamado a convertirse en un nuevo y necesario espacio público. Mientras el consejero regional Rodrigo Wainraihgt ha advertido que la iniciativa ya no está entre las prioridades de la cartera ("no va a ser financiada por el sector", dijo hace unos días, añadiendo que hay objeciones para asegurar recursos que se destinen a la construcción y posterior gestión), desde la Seremi de Vivienda se ha precisado que el parque sigue vigente en el Sistema Nacional de Inversiones y que hay interés para financiarlo. El problema, al parecer, gira en torno a la gestión del mismo una vez que eventualmente se construya, y que es la misma duda que se cierne hoy sobre el Parque Costanera.
La excusa, en todo caso, suena algo pobre, porque, ¿quién sino el Estado debería ser el llamado a hacerse cargo de los parques? Es él quien debe proveer este servicio, pues lo otro sería concesionarlo a un privado, lo que de seguro está muy lejos de las intenciones de este gobierno.